En sede Las Encinas de la Facultad de Artes:

Académica rumana expone sobre arte y dictaduras

Académica rumana expone sobre arte y dictaduras
Este 10 de junio, a las 14.30 horas, se realizará la Segunda Mesa Redonda "Políticas artístico-culturales de la dictadura chilena". En la ocasión expondrán Caterina Preda e Isabel Jara.
Este 10 de junio, a las 14.30 horas, se realizará la Segunda Mesa Redonda "Políticas artístico-culturales de la dictadura chilena". En la ocasión expondrán Caterina Preda e Isabel Jara.
"Arte y dictaduras: comparación del caso chileno y rumano (70-90's)" es el nombre de la ponencia que la académica rumana Caterina Preda presentará en esta segunda mesa redonda.
"Arte y dictaduras: comparación del caso chileno y rumano (70-90's)" es el nombre de la ponencia que la académica rumana Caterina Preda presentará en esta segunda mesa redonda.

En el marco del proyecto de investigación ENL002/14 financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Chile, se realizará el miércoles 10 de junio, a las 14.30 horas, en la Sala de Restauración de la Facultad de Artes, sede Las Encinas, la Segunda Mesa Redonda Políticas artístico-culturales de la dictadura chilena. En la ocasión, expondrán la académica rumana Caterina Preda sobre Arte y dictaduras: comparación del caso chileno y rumano (70-90's) y la profesora organizadora sobre La Secretaría de Relaciones Culturales en la política artístico-cultural de la dictadura.

La primera de estas mesas redondas tuvo lugar en el mes de mayo donde participaron diversos jóvenes investigadores que trabajan el tema desde distintas perspectivas: política, literatura, cine, artes visuales, museo y crítica de arte, en el marco de este proyecto de investigación que trata sobre la política artístico-cultural de la dictadura chilena y el papel de la Secretaría de Relaciones Culturales en ella.

Isabel Jara señala que “el proyecto ha implicado el análisis del rol y relación de dicho organismo con el resto del aparato cultural oficial, así como de los aspectos ideológicos, institucionales, políticos, económicos, culturales y estéticos que se cruzan en el delineamiento de la acción cultural de la dictadura, en particular hacia las artes visuales”. Ante la imposibilidad de dar con archivos de la Secretaría de Relaciones Culturales, este análisis se ha sustentado en la recopilación y procesamiento de fuentes de prensa, publicaciones oficiales, tesis y bibliografía. Esta tarea fue encomendada a  las ayudantes Daniela Villagrán y Victoria Vargas.

Lo interesante del caso de esta Secretaría es que, entre otras cosas, aunque fuera divulgadora y no productora de un proyecto cultural (como la dictadura en si misma), su trayectoria discursiva representa las tensiones ideológicas internas del régimen frente a las transformaciones del campo cultural bajo el anticomunismo y el libre mercado; y en particular, las tensiones de la sensibilidad nacionalista”, indica Jara.

Experiencias dictatoriales similares

La profesora rumana invitada a esta instancia académica, en su investigación hace una comparación entre el modelo político-cultural de la dictadura chilena y rumana (de Ceaucescu), y su actitud hacia las artes (entre 1970-89). Obviamente ambos casos estuvieron en las antípodas ideológicas, pero enfrentaron la necesidad común de legitimarse, para lo cual recurrieron fuertemente a la cultura tradicional, aunque el antiestatismo neoliberal y la falta de proyecto estético marcaron a una y el estatismo y el estilo oficial obligatorio,  a la otra.

Caterina Preda explica su interés por abordar el tema: “Estudiando la historia política de América Latina y sobre todo la historia de las dictaduras del Cono Sur descubrí que había semejanzas entre las experiencias de las dictaduras de derecha y aquellas de izquierda en Europa del Este, que la teoría política y la historia política no analizan en conjunto, porque consideran que regímenes tan diferentes no pueden ser comparados. A mí me pareció interesante cómo las personas evocan sus experiencias dictatoriales de maneras similares y sobre todo los artistas. Chile y Rumania son los casos extremos en las dos regiones (Europa del Este y el Cono Sur) por sus modelos diferentes, el mercado y el estado, respectivamente, que son los dos actores importantes en los campos artísticos”.

Según Preda los protagonistas del arte y la cultura tienen diferentes maneras de resistir este tipo de políticas: “Ignorándolas, creando conforme con la estética oficial pero también creando arte de acuerdo a sus principios, utilizando analogías con otros tiempos históricos (en literatura y cine) para poder hablar del presente y criticar el régimen. Las metáforas, los símbolos son utilizados para disfrazar el sentido de las propuestas artísticas. El arte tiene el poder de criticar por su carácter social (adorno) y entonces los artistas siempre tienen tendencia a posicionarse de una manera crítica en relación a la realidad y al poder. En dictaduras, en las cuales el político tiene pretensión de tener el monopolio sobre la definición de la realidad, los artistas pueden también documentar sus puntos de vista sobre esa misma realidad y mostrar cómo el político miente”.

¿Cuáles cree usted que son las manifestaciones del arte que, de todas maneras, pudieron expresarse en tiempos de dictadura en ambos países?

El arte visual (artes plásticas) se expresa en las dictaduras utilizando nuevos soportes: el video, la fotografía, el cuerpo, intervenciones en el espacio de la ciudad o del campo.El teatro en Rumania utilizaba alusiones para criticar. En Chile había más libertad en ese sentido. La cinematografía tiene más problemas en crear propuestas diferentes a aquellas que respetan la versión oficial de la realidad por el costo más importante para este tipo de creación. La música también tiene sus maneras de resistir en dictaduras, siempre utilizando palabras disfrazadas.

¿A su juicio, cómo ha influido la época de dictadura para las siguientes generaciones artísticas en Rumania y Chile?

En el caso rumano, el modelo de institucionalidad artística (centralización en el estado de los recursos, espacios de creación, etc.) es quizás la herencia más importante del período dictatorial. Recién, en los años 2000, el arte contemporáneo rumano se interesa por el pasado comunista y hay varias reinterpretaciones: en el teatro documentario, las películas de la nueva ola del cine rumano, las pinturas, fotografías, etc. de los artistas visuales. En Chile, la democracia aporta una institucionalidad cultural en la cual el estado tiene un rol más importante con la creación (siguiendo un proyecto dictatorial) de instituciones como el Fondart. En este país, los artistas son interesados por lo que queda de la dictadura y hay una preocupación mayor en el arte de memoria para los abusos de los derechos humanos y sobre todo en el caso de los detenidos desaparecidos, que “reaparecen” en distintas obras visuales.