El Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile guarda una historia rica para la Educación de nuestro país, tanto como organismo formador de profesores, como también por las investigaciones y conocimiento generado en ese espacio. Hoy esa historia tiene un nuevo capítulo porque un profesional egresado de esta institución, que luego sería académico también en el mismo espacio, fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias de la Educación 2015, en una decisión tomada por el jurado conformado por la Ministra de Educación Adriana Delpiano, el Rector de la Universidad de Chile Ennio Vivaldi, y Beatrice Ávalos, Premio Nacional de Cs. de la Educación 2013, entre otros.
Iván Núñez Prieto estudió en el Liceo Experimental Manuel de Salas, se tituló de Profesor de Historia, Geografía y Educación Cívica en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, para luego ser profesor de la misma institución entre 1970 y 1973, luego de haber sido investigador en la Facultad de Filosofía y Humanidades entre 1962 y 1969 en el Instituto de Educación, primer centro de investigación especializado en Educación en nuestro país creado por el entonces decano, prof. Juan Gómez Millas.
El Rector Vivaldi se refirió al Premio indicando que "creo que es un reconocimiento a un hombre de una trayectoria impresionante, que ha tenido un compromiso muy grande con la educación pública, que ha sido una persona de principios, que se ha mantenido en posiciones de defensa de la educación pública y la democracia ejemplares. Es una cosa que emociona a todos los que creemos en la educación pública".
Hablamos con el profesor Núñez poco después del anuncio, para recoger sus impresiones respecto al Premio, a la Educación Superior y la carrera docente, además del rol del Estado y la sociedad en estos temas.
¿Cuáles fueron sus sentimientos cuando le dijeron que fue merecedor del Premio Nacional de Ciencias de la Educación?
Alegría, por supuesto. Siento esa sensación de reconocimiento, entendiendo que se premia a un servidor público, de la Educación. Tuve 65 años de servicio en la Educación, y ahora estoy retirado, pero sigo trabajando en el mismo sentido del que fue mi trayectoria anterior, así que estoy muy contento y muy dispuesto a transmitir mi experiencia y mis testimonios sobre lo que ha sido y puede llegar a ser la Educación Pública en Chile.
Usted destaca la Educación Pública, lo cual es todo un tema cuando vemos la discusión por las reformas. ¿Cuál cree usted que es el rol de lo público y lo estatal en materia de Educación?
Entiendo ambos conceptos como complementarios. Yo haría la distinción entre lo público y lo estatal. Lo público es más amplio, me suena a republicano, y el Estado es un instrumento necesario dentro de lo público. Cuando hablo de Educación Pública no es necesariamente lo que diga el Estado a través de sus instituciones sino que también incluyo en esto la participación de la sociedad civil, de las comunidades, cuando están animadas de espíritu público. Es decir, cuando están pensando en todos y no en intereses particulares. Y lo digo en ese sentido de lo privado que tiene que ver con lo particular, segmentado, etc.
¿Qué rol le cabe a la sociedad en su conjunto respecto de la construcción de su Educación?
Diría que la Educación es una construcción cultural de una sociedad en que, de hecho, históricamente han participado todos los actores de la sociedad, incluyendo los estudiantes, los que enseñan y la familia en la Educación Escolar. Es la sociedad por completo la que debiera delegar en determinadas instituciones, en coyunturas, el armado de lo específico, pero es una responsabilidad y construcción colectiva en la cual el Estado debe tener un rol significativo.
¿Qué opinión le merece el rol que tienen y deben tener las Universidades Estatales?
Hay una tradición en Chile que no debiera haber sido interrumpida o lesionada: las Universidades Estatales han contribuido a construir nuestra sociedad y dimensión cultural, entonces debieran tener un trato mejor que el que están teniendo, y encuentro que se hace bien en reivindicar su rol y que el Estado se haga más cargo de estas, lo que no desmerece para nada el aporte de las Universidades Privadas con carácter público, que no siempre ocurre.
Se discute bastante que el Estado se esté haciendo cargo de las entidades estatales casi tanto como de las privadas. ¿Qué debe tener una Universidad a su parecer para ser financiada en parte por el Estado?
Una institución con sentido público tiene que ser pluralista, no discriminatoria, y tiene que saber atender a todos los sectores dentro de las capacidades que tenga la Universidad o que le provea el propio aparato estatal. Concuerdo también con esta exigencia de que sean Universidades que sean gobernadas por sus comunidades, y no sólo que sea por sus propietarios. Se acerca más al ideal de la Universidad pública.
Usted ha trabajado mucho en pos de la profesión docente ¿Qué hace falta para que esta profesión tenga las condiciones que requiere y merece?
Hay responsabilidades de diversos actores y espacios a contribuir a que tengamos una profesión docente que se haga cargo del desafío que hay hoy. Desde luego que el Estado tiene que hacer su parte creando condiciones materiales, institucionales y regulatorias para que la profesión se desarrolle con su función de sentido público. Esta no es una profesión del tipo que tenga contratos particulares como la medicina privada, con clientes y contratos. La profesión docente tiene un carácter de servicio público y debe ser organizada como tal, y en ese sentido los aportes estatales son indispensables. Por eso estoy contento de que se esté emprendiendo la tarea de construir una carrera profesional docente como la que se ha propuesto y debatido, y que se instale, porque la estamos necesitando.
A propósito de docentes, usted es titulado de Profesor de Historia y Geografía en el Instituto Pedagógico de la U. de Chile ¿Qué recoge de su paso como estudiante y profesor de esta institución?
Fui alumno desde los 12 o 13 años del Liceo Manuel de Salas de la Universidad de Chile también en Humanidades, así que me siento identificado con la U. de Chile. Después en el Instituto Pedagógico me formé en mi especialidad con los mejores historiadores que había en Chile en ese momento que fueron maestros de maestros, y después tuve la oportunidad, tras ejercer en establecimientos de educación media, de trabajar en el Pedagógico en los 60’s y 70’s. Tengo esa experiencia muy rica y formativa en mi trayectoria biográfica. Luego tuve el sinsabor de ser exonerado de la Universidad de Chile, pero ya pasó aquello.
Eso fue en Dictadura.
Exacto, y también la Universidad de Chile tuvo su propia exoneración con el Instituto Pedagógico que fue degradado en su momento.
Trayectoria por la Educación Pública para el país
El profesor Iván Núñez Prieto trabajó en organizaciones no gubernamentales dedicadas a la investigación en Educación en tiempos de Dictadura, primero en el Centro de Investigación y Desarrollo de la Educación (CIDE), y luego desde 1980 hasta 1990 en el Programa Interdisciplinario de Investigaciones en Educación (PIIE), del que fuera su director entre 1981 y 1987.
Desde 1990 hasta 2008 fue asesor del Ministerio de Educación, primero siendo parte de las comisiones de estudio y desarrollo de las reformas curriculares, para luego centrarse en los temas relacionados a la profesión docente. Además, formó parte entre 1992 y 2009 de la Sociedad Chilena de Historia de la Educación, donde fue Vicepresidente de la misma, y posteriormente participó de la organización de encuentros como el Congreso Interdisciplinario de Investigación en Educación (2010-2014) y las Jornadas de Historia de la Educación Chilena este año.
Hoy también fue anunciado en dependencias del Ministerio de Educación el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales 2015, que recayó en el reconocido actor Héctor Noguera.