“Creo que es muy importante que este libro vuelva a la vida y vuelva permanentemente la figura heroica y ética de lo que significa la existencia y el legado de Freddy Taberna. Este es un legado muy importante sobre todo en estos momentos de reformas, de ir pensando un Chile más justo, más solidario, un Chile que ya requiere cambios estructurales para poder ir constituyéndonos nuevamente como una república en democracia plena”, dijo Ximena Poo, directora de Extensión de nuestra Universidad, quien fue una de las presentadoras del libro cuyo lanzamiento se realizó este martes 8 de septiembre en la Casa Central de la U. de Chile.
En una emotiva ceremonia convocada por la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones de nuestro plantel, el Colegio de Antropólogos de Chile y LOM Ediciones, se realizó el lanzamiento de la obra de Lautaro Núñez, que reconstruye a través de diversos testimonios la figura del iquiqueño militante socialista.
A la actividad, que congregó a familiares y amigos de Fredy Taberna, además de miembros de nuestra comunidad universitaria, asistió también la vicerrectora de Extensión y Comunicaciones de la U. de Chile, Faride Zeran. Además de la profesora Poo, el volumen fue presentado por la académica de la Facultad de Filosofía y Humanidades, Kemy Oyarzún, y por el gerente general de la editorial LOM, Paulo Slachevsky. En la oportunidad, expusieron también sobre la figura de Taberna, Daniel Espinoza, miembro del Colegio de Antropólogos, y Jaime Lorca presidente de la Fundación Memoria y Futuro del Partido Socialista.
“El texto encierra más de cuarenta años en búsqueda de restos, de rastros, trazos de una vida como tantas en nuestro país. Entonces se va armando página tras página, un cuerpo de testimonios que sortean el rastro de las huellas indelebles de su quehacer, de sus amores, de su obstinado imaginario ético-político, de su pasión por el norte de nuestro país”, expuso en su presentación la profesora Oyarzún.
En representación de LOM Ediciones, Paulo Slachevsky se refirió a la figura Freddy Taberna, de quien dijo “reúne muchas de las características que hacen singular esa etapa de nuestra historia, el conjuga en su vida, muchas vidas, con toda su belleza y extraordinaria entrega. También el corte abrupto de vida demuestra el horror y la crueldad con que aniquilaron el despertar de un pueblo y buscaron exterminar sus sueños.” Al terminar sus palabras, Slachevsky agradeció en nombre de LOM a Lautaro Núñez “por posibilitarnos ser parte de este básico gesto de justicia y homenaje. No podemos permitir que el olvido encubra su figura y lo que fue su vida.”
Finalmente el Premio Nacional de Historia, autor del texto y amigo de Taberna, Lautaro Núñez tomó la palabra y dijo: “Escribí un libro para poder explicarme a mí mismo, que la única forma que la muerte no exista es matando el olvido del otro y dejando la memoria a nuestro lado. Agradezco a las autoridades de la Universidad de Chile que están con nosotros, ha sido tremendamente importante realizar este acto acá, agradezco al Colegio de Antropólogos por esta iniciativa. Se han encargado que Freddy vuelva a ocupar sus alpargatas y siga caminando por Chile, por el norte y por Latinoamérica”.
Sobre Freddy
Freddy Taberna nació en Iquique el 20 de enero de 1943. A mediados de la década del '60 se trasladó a Santiago para estudiar Geografía en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Freddy Taberna fue el primer estudiante de origen iquiqueño que ocupó la presidencia del Centro de Alumnos del Pedagógico, representando al Movimiento Universitario de Izquierda (MUI). En 1969 egresó con el título de Geógrafo de nuestro plantel.
Posteriormente asumió como director regional de la ODEPLAN (Oficina de Planificación Nacional) en Iquique y trabajó como profesor de la Universidad de Chile en la sede de dicha ciudad.
El 15 de septiembre de 1973, Taberna se presentó voluntariamente al Regimiento de Telecomunicaciones de Iquique, tras ser requerido por las autoridades militares. Luego fue trasladado al Campo de Detenidos de Pisagua. El 29 de octubre se constituyó un Consejo de Guerra que decretó su pena de muerte. Al momento de su asesinato Freddy Taberna tenía 30 años, estaba casado y tenía dos hijos.