“Las instituciones estatales están enlazadas con misiones específicas del Estado para educación superior. El Estado está obligado a proporcionar derechos esenciales para la comunidad, entre ellos, el derecho a la educación. Los estudiantes no pueden pensar que están acá para recibir una educación, sino que deben pensar que están aquí para reclamar su derecho a esa educación”, señaló el académico de la Universidad de Virginia, Brian Pusser, este martes 19 de enero en la Casa Central de la Universidad de Chile.
En la ocasión compartió tribuna con el director del CEP y ex ministro de Educación Harald Beyer y el académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, Daniel Hojman, quienes dialogaron en torno a la situación global del sistema de educación superior, y también sobre la discusión pre legislativa de la reforma en este nivel educacional.
El Rector Vivaldi valoró la convergencia de diferentes posturas que se reunen en este seminario organizado por las universidades estatales, "las que se sienten depositarias de una tradición en la cual no solamente se piensa al país en su conjunto, sino que estamos hablando de planteles sobre los cuales tienen el absoluto derecho y deber de opinar el conjunto de grupos ideológicos, políticos, de influencia que el país tiene, por eso es tan representativo y simbólico este ciclo de conferencias".
Para el director de Relaciones Internacionales, Eduardo Vera, en la tercera sesión de este seminario "hubo una presentación con mucha altura de miras y hubo un contrapunto. Se cumplió el objetivo que queremos, que es aportar a la discusión nacional sobre el tema de la educación superior, con una mirada de lo que está pasando en el mundo”.
Charla "Los desafíos de la educación superior pública en el siglo XXI"
Como señaló Pusser en su conferencia magistral, la creación de la oferta privada de educación superior surge como respuesta a la demanda del aumento de matrículas a nivel mundial, lo que de todas formas ha ido de la mano de una clasificación, regulación y de una relación con el Estado de estas instituciones, que a través de diferentes vías de financiamiento “forma comportamientos y transforma las prácticas de las instituciones”.
Explicó que según investigaciones recientes, la situación de las instituciones con fines de lucro “ha cambiado dramáticamente”, ya que “el bajo nivel de término de carrera, el pago de préstamos, lo que se pensaba que era competitivo y dirigido hacia el mercado, que prometía una revolución en la educación superior en Estados Unidos, ahora se está reevaluando”. Señaló además que incluso esta dinámica de la mercantilización y el lucro se ha convertido en “un desafío también para las instituciones sin fines de lucro, tanto privadas como públicas, que quieren ser más parecidas a lo que ofrece el mercado”.
En ese sentido señaló que no es “ningún accidente la lucha por tener una mejor educación superior” por parte de la sociedad y que en relación a eso, es el “contexto político, económico y social lo que forma las prioridades para la educación superior” en cada sistema. En esa línea, finalizó, “la universidad puede ser vista como el lugar de creación y preservación de la esfera pública”, donde “la parte intelectual de la sociedad puede ocurrir con autonomía, con las demandas del interés de la sociedad civil en el Estado o en las instituciones mismas. Esto es esencial para el bienestar de estas universidades y también para la sociedad local, nacional y mundial”.
Para Harald Bayer la reforma impulsada por el gobierno “se sugiere como un cambio de paradigma que supondría transitar desde un modelo neoliberal (…) que se dice coordinado por el mercado, a uno guiado y financiado por el Estado. Con ello se lograría acabar con la supuesta mercantilización de la educación superior para transformarla en un derecho social”, premisa que según su opinión, corresponde a “una visión muy simplificada donde la narración del futuro del sistema de educación superior se reduce a un simple esquema binario que en el plano de las ideas fundantes se articula en torno al Estado o al mercado”.
Esto, argumentó, se contrapone al panorama de los países más desarrollados, donde “lo que estamos observando en las últimas décadas es una tendencia de una combinación pública y privada del gasto en educación superior”.
Sobre los pasos que debe seguir Chile en relación a las reformas a la educación superior, el profesor Daniel Hojman, académico de la Facultad de Economía y Negocios, destacó que “la pregunta mayor es cuál es el sistema de educación que queremos en 20 años”, cuestionamiento que debe separarse de “una naturalización de la visión de la educación superior como un mercado”.
“La educación superior y la pregunta sobre el futuro de la universidades no puede ir despegada el futuro del desarrollo chileno. La crítica al modelo neoliberal de educación pública se basa en esta idea de que las universidades están muy giradas hacia lo externo, y lo externo significa el mercado”, señaló el también investigador del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), situación que debe superarse ya que “si hay algo que caracteriza el modelo neoliberal es esencialmente esta idea de un Estado mínimo, que en mi opinión llega al punto de la negligencia”.
En ese sentido, finalizó, “es muy importante si es que uno está pensando en la reestructuración de la educación superior, esta red estatal de universidades tiene que estar vinculada a las necesidades y al desarrollo del país y también a la pregunta de cuál es el tipo de Estado que requiere el desarrollo chileno”.