Reportaje de revista "Arte en la Chile":

El inquietante estado del patrimonio audiovisual en Chile

El inquietante estado del patrimonio audiovisual en Chile
En el MAPA se encontraron registros en 16 mm de principios de los años '60
En el MAPA se encontraron registros en 16 mm de principios de los años '60
Todo indica que el material fue filmado por el primer director del MAPA: Tomás Lago
Todo indica que el material fue filmado por el primer director del MAPA: Tomás Lago
La postproducción de estas cintas la realizó la Cineteca de la U. de Chile
La postproducción de estas cintas la realizó la Cineteca de la U. de Chile

Siete pequeñas cajas con registros en 16 mm fueron encontradas en la casona que alberga al MAPA en calle Compañía. Las películas, filmadas a principios de los '60, habían sobrevivido más de 50 años a condiciones absolutamente adversas para su conservación.

"La única manera de saber qué había ahí era realizando una inspección técnica del material", dice Nury González, directora del MAPA, sobre las películas encontradas hace poco más de un año por la entonces encargada de archivo del museo, Daniela Colleoni. Tras el hallazgo, se contactó a Luis Horta, profesor del Depto. de Teoría de las Artes y del Instituto de la Comunicación e Imagen, y coordinador de la Cineteca de la U. de Chile, determinándose la data del material y la necesidad de buscar recursos para su restauración y digitalización.

Como explica el profesor, "las películas sufren un proceso de descomposición química cuando son sometidas a condiciones que no son las sugeridas para su conservación, proceso que no podemos subvertir. Por eso era urgente traspasarlas a un soporte de alta definición en digital".

Sin embargo, las gestiones para obtener recursos no resultaron y las películas siguieron esperando hasta que la noticia del cierre del área de postproducción de Chilefilms, única empresa en Chile que realiza la digitalización, obligó a tomar medidas. Nury González cuenta que "no podíamos esperar más, así que con recursos particulares financiamos la digitalización, mientras la postproducción la realizó gratuita y generosamente la Cineteca", institución que desde 2014 tiene una alianza colaborativa con el MAPA, realizando ciclos de cine en conjunto llamados Miradas de lo popular.

La mirada de Tomás Lago

Todo indica que el material fue filmado por el primer director del MAPA: el académico e investigador Tomás Lago. Así se ha determinado al revisar los registros, los que "dan cuenta de su sensibilidad y mirada cultural. Tomás Lago solía ir a lugares y perderse en ellos, caminar, buscar y mirar el entorno, que además es el que marca la materialidad y el imaginario del arte popular" señala la directora del MAPA.

Una de las hipótesis es que las películas "correspondan a los viajes que Tomás Lago hacía en el marco de sus cátedras de arte popular, porque salía mucho a terreno y siempre estaba grabando", añade Camila Caris, encargada de colecciones del MAPA y quien ha trabajado activamente en el proyecto. Para ella, los registros permiten pensar cómo se investigaba en el museo y contribuir al patrimonio audiovisual de un período y zona geográfica específica.

De allí que también se "rescate un pedazo de historia, de paisaje y de atmósfera", dice Nury González sobre los registros que se exhibirán el 16 de enero, a las 17:00 hrs., en el Salón Blanco del Museo Nacional de Bellas Artes (suspendido hasta nuevo aviso*) con la musicalización de Emilio Santana. "Sin ese espíritu de gran clasificador y coleccionista que tenía Tomás Lago, no tendríamos nada de esto. Es una figura clave para comprender y conocer parte de la historia de nuestro país", añade.

El hallazgo viene a relevar la figura de Tomás Lago, "un personaje multifacético que nos permite pensar la museología, la antropología, las artes visuales y la investigación", dice Caris, agregando que "desde la dirección de Nury González, el interés siempre ha estado en volver a retomar sus visiones. Entonces, las grabaciones son importantes como registro, pero también al permitirnos ver la forma en que trabajaba".

El rol del Estado

Así como sucedió con estas películas, existen diversas filmaciones que esperan su turno para ser restauradas e, incluso, encontradas. De hecho, Emmanuel Hoog, presidente del Instituto Nacional del Audiovisual (INA) de Francia, uno de los organismos de su tipo más importantes a nivel mundial, señaló en una conferencia en París en 2004 que el 80% del patrimonio audiovisual de la humanidad está en riesgo.

Cabe preguntarse, entonces, qué está haciendo Chile al respecto. Por ejemplo, en 2001 se promulgó la Ley 19.733 sobre Libertades de opinión e información y ejercicio del periodismo. Ésta incluye artículos referidos a depósitos legales de material sonoro y audiovisual, contenido que fue modificado en 2013.

Hoy, la norma establece que en el caso de grabaciones sonoras o producciones audiovisuales o electrónicas destinadas a la comercialización, se depositen dos ejemplares en la Biblioteca Nacional. Además, que "tratándose de creaciones cinematográficas, la obligación se entenderá cumplida al depositarse una copia en formato original y una en formato digital en la Cineteca Nacional y otra, también en formato digital, en la Biblioteca Nacional".

Pero para Luis Horta esto no es suficiente. "La ley no piensa en las condiciones actuales del audiovisual al no especificar qué estándares debe tener la copia que se debe entregar a la Cineteca Nacional. En digital todo puede ser original, por ende, puedo pasar una versión comprimida y decir que es la copia, sin contribuir a su conservación", dice.

Además, señala que hay un ítem financiero que no fue tomado en cuenta, pues un largometraje puede pesar 60 gigas o más, necesitándose al menos un disco duro para almacenarlo, dispositivo que tiene una vida útil acotada. En ese contexto, ¿se construirán nuevas bóvedas para almacenar el material fílmico que vaya llegando?, ¿aumentarán los funcionarios de la Cineteca?, ¿se cambiará la tecnología obsoleta y se migrará la información para no perderla?

"Si no existe claridad sobre el proceso de conservación, no es tan fácil entregar el material. Pero que esto no se entienda como una crítica a la Cineteca Nacional, pues a ellos se les entrega una responsabilidad pero no los recursos necesarios para asumirla a cabalidad", añade Luis Horta. Y critica, además, que la ley no determine quién financia las copias o quién fiscaliza que éstas se entreguen.

Fondo audiovisual

El Consejo Nacional de la Cultura y las Artes cuenta entre sus fondos con el Programa de Apoyo al Patrimonio Audiovisual, el que busca respaldar la gestión de entidades con personalidad jurídica para el resguardo de este patrimonio y generar redes que fortalezcan su difusión y valoración.

Pese a que la Cineteca de la U. de Chile ha realizado dos proyectos financiados por el Consejo, Horta es enfático en señalar que el proceso de postulación y rendición es mucho más complejo para las instituciones públicas que para las privadas.

"El Estado no se hace cargo del patrimonio audiovisual y lo delega en los privados porque sabe que es una tarea muy grande y compleja, donde se necesitan políticas culturales particulares que no asume. Entonces, es mucho más simple que se ejecute un trabajo como quien contrata un servicio más, que ponerse a pensar en las necesidades de la comunidad", añade.

Lucha contra el tiempo

El impulso insuficiente para su resguardo y conservación no es lo único que enfrenta el patrimonio audiovisual que, además, libra una batalla constante contra el tiempo. Los formatos tienden a degradarse por el paso de los años y el avance de la tecnología los deja obsoletos, como ocurrió con las películas de Tomás Lago.

Precisamente para conservar, investigar, difundir y rescatar el patrimonio audiovisual de Chile es que en 1961 se fundó la Cineteca de la U. de Chile. Cerrada en dictadura, reabrió recién en 2008 y hoy alberga más de dos mil rollos en 16mm, 35mm y super 8mm, alrededor de mil cintas en video Umatic, Betacam, Betamax y VHS, cerca de tres mil archivos digitales y más de 200 películas en cinetecavirtual.uchile.cl.

Pese a que reciben todo lo que llega, la falta de recursos obliga a priorizar el material a restaurar. Por un lado, películas producidas por la U. de Chile en los años '60 y '70, así como realizadas en el exilio y, por el otro, las con mayor deterioro físico o químico. También se están enfocando en conservar el cine digital, "que es mucho más frágil que el analógico", explica Luis Horta.

Con recursos provenientes de distintas fuentes, han restaurado obras como La maleta, primera película de Raúl Ruiz, La respuesta, documental de Leopoldo Castedo, la colección de documentales de Pedro Chaskel con Héctor Ríos realizados entre 1963 y 1973, y La tirana, película de Armando Rojas Castro y Pablo Garrido que se encontró en la Facultad de Artes.

Difundir y educar

La U. de Talca y la U. de Santiago también tienen unidades con objetivos similares a los de la Cineteca de la U. de Chile, comenta Luis Horta, añadiendo que la U. Católica busca desarrollar un proyecto de investigación con sus registros de los '60 y '70. La Cineteca Nacional y la Fundación Imágenes en Movimiento son otras instituciones que también resguardan el patrimonio audiovisual de Chile.

"Debemos comprender que el patrimonio audiovisual es algo propio", dice Luis Horta, quien, en ese contexto, valora el trabajo que la televisión ha hecho con sus programas de archivo, pues ayudan a acercarlo a la gente. Y pone como ejemplo al INA de Francia, que graba todas las reproducciones de televisión pública que se hacen en el país. "Nosotros no tenemos ninguna perspectiva para otorgar o restar valor a una pieza hoy, por eso lo primero es conservarla", dice.

"Y lograr que la comunidad acceda al patrimonio audiovisual que hemos recuperado, pero acompañado de un trabajo de educación. No sólo es ver películas antiguas, si no generar, a partir de ello, sujetos críticos de nuestra realidad", concluye Luis Horta.

*Debido al paro de la DIBAM, la exhibición de los registros se suspende hasta nuevo aviso. La nueva fecha será informada oportunamente por este medio.