Realizadas por artistas nacionales y extranjeros

Performances colectivas marcaron el segundo día del Encuentro "eX-céntrico"

Performances colectivas marcaron el segundo día de "eX-céntrico".

El Centro Cultural Gabriela Mistral y el exterior del Centro de Extensión Cultural y Artística de la Universidad de Chile fueron los espacios de la ciudad donde se realizaron las performances de la segunda jornada del 10° Encuentro del Instituto Hemisférico de Performance y Política de la U. de Nueva York, todas ellas, realizadas por grupos numerosas de personas que fueron parte de "eXcéntrico".

Las performances de este lunes 18 de julio se iniciaron con "Nacionalismos impropios”, realizada por la activista y artista canadiense Helene Vosters, quien convocó a los curiosos para ayudar a deshilachar la bandera de Estados Unidos raya por raya, estrella por estrella.

En el patio central del GAM, los colaboradores emplearon tijeras, descosedores y principalmente las manos para desenmarañar el estandarte norteamericano. Entre tanto, los convocados a esta performance conversaron sobre el evento, cultura, política y compartieron anécdotas. Culminaron al anochecer con las tiras de hilos consumadas sobre la mesa.

La Sala B1 del GAM fue el escenario donde Alexander Del Re, uno de los principales exponentes contemporáneos de la performance en Chile, y sus colaboradores desplegaron una dinámica corporal y audiovisual, destacando su mensaje de protesta final hacia el Encuentro y el “imperativo performativo norteamericano-europeo”, en "Disidentes".

En la mitad izquierda de la pantalla se reprodujeron testimonios y frases sobre el concepto de la disidencia -a los políticos, a la policía, al sistema educacional, a las jerarquías sexuales-; en el lado derecho, se reproducía la vista en directo de los lentes del performista.

Medio tambaleando, caminando lentamente con trazas de silicona líquida entre las piernas, filmó los movimientos de los otros performistas mientras pisaban pelotitas de plumavit repartidas en el suelo, y después cuando sirvió arroz en las manos de los espectadores.

Mientras hombres y mujeres desarmaban la bandera norteamericana en el patio central, la artista Anadel Lynton reunió a los espectadores presentes y organizó “En el filo”, una sesión de relajación corporal y emocional.

La música, pasando por los movimientos del cuerpo hasta la dinámica de sacar flores y papeles con preguntas para compartirlos entre todos libre y creativamente, fueron parte de esta performance de la artista que trabaja con el feminismo, las culturas indígenas y el buen vivir como meta humana.

Luego, en el patio oriente del centro cultural, la artista y profesora Tatiana María Damasceno dispuso de música brasileña nativa, velas blancas prendidas de dos en dos, flores blancas, canastas y de su cuerpo por medio de la danza en “Fe en el cuerpo”. La intérprete manifestó la necesidad de hablar y manifestar las prácticas culturales de su país -comunes pero también restringidas- “para confrontar la cultura de otras partes”, y para hablar un poco desde su punto de vista.

Las performances fueron atentamente observadas, registradas y vigilados por Corporal Outis, que en su performance permanente "La luz solar es el mejor desinfectante" recorrerá las distintas actividades y exposiciones, entre ellas "Sin Mapu" de Alberto Kurapel. En ella, el artista nacional realizó un ritual escénico dirigido a la figura del ser latinoamericano, mestizo, de origen indígena. A partir de esta deconstrucción histórica, Kurapel exploró los distintos avatares de las vivencias personales como la alegría, la tristeza, el dolor y la disicencia desde la puesta escénica corporal y audiovisual.

La intensa jornada de actividades culminó luego de la conferencia de Alfredo Jaar con la performance dirigida por la actriz María José Contreras denominada "Suelo".

En ella la artista aprovechó la alta convocatoria al Centro de Extension Artistica y Cultural de la Universidad de Chile (CEAC), para que pudieran ser espectadores de esta propuesta en la que la artista lideró a un grupo de jóvenes quienes cargaron cada uno con vallas papales, y haciendo sonar un pito en la boca el conjunto se ordenaba de distintas maneras encerrando al público que estaba saliendo por el hall del CEAC.

En “Suelo”, los participantes configuraron coreográficamente algunas figuras que desde el aire siguió un drone que registro la performance de esta artista chilena, que finalizó con una secuencia donde los colaboradores cayeron al suelo con las vallas sobre ellos.