Nuevas perspectivas en torno al mecanismo de auto-degradación intracelular

Autofagia: Las evidencias sobre un proceso que controlaría el cáncer, la obesidad y el envejecimiento

Autofagia controlaría el cáncer, la obesidad y el envejecimiento
El Workshop "Autophagy: Physiology and Pathological Roles", se realizó en la Facultad de Odontología de la U. de Chile.
El Workshop "Autophagy: Physiology and Pathological Roles", se realizó en la Facultad de Odontología de la U. de Chile.
La Dra. Ana María Cuervo, investigadora de Albert Einstein Institute, USA, experta en el campo de la autofagia
La Dra. Ana María Cuervo, investigadora de Albert Einstein Institute, USA, experta en el campo de la autofagia
La directora de Investigación, Silvia Núñez, participó de la inauguración del encuentro.
La directora de Investigación, Silvia Núñez, participó de la inauguración del encuentro.
El Dr. Alfredo Criollo, uno de los organizadores de este encuentro académico, junto a la Dra. Ana María Cuervo.
El Dr. Alfredo Criollo, uno de los organizadores de este encuentro académico, junto a la Dra. Ana María Cuervo.

Tras el Premio Nobel en Medicina y Fisiología 2016, entregado al Dr. Yoshinori Ohsumi, investigador del Instituto de Tecnología de Tokio, por sus notables descubrimientos en el ámbito de la autofagia, cuya investigación ha permitido su relación con enfermedades como el cáncer y la obesidad, los doctores Alfredo Criollo y Mauricio Budini, académicos del Instituto de Investigación en Ciencias Odontológicas (ICOD) de la Facultad de Odontología, organizaron un encuentro sobre el tema.

El proceso controlado de auto-degradación intracelular, que ha mostrado ser un mecanismo imprescindible para un normal funcionamiento de los tejidos, denominado autofagia, ocurre en todas las células del cuerpo, todos los días y es una forma de eliminar lo que esté dañado. “Más que la eliminación de basura celular, porque no se eliminan ni destruyen sino que se recicla, esto es que, si tenemos una silla rota en casa y puedes, romperla y convertirla en leña, o utilizar parte de ella para elaborar una silla nueva”, ejemplificó la Dra. Ana María Cuervo, investigadora de Albert Einstein Institute, USA, experta en el campo de la autofagia invitada al Workshop organizado por FOUCh.

Los hallazgos en autofagia, subrayó la Dra. Cuervo,  han permitido relacionarla con “neurodegeneración, como alzheimer o parkinson,  procesos que ocurren en el cerebro con el envejecimiento. Así como también con diabetes, patología altamente prevalente en la población”.

La autofagia se conoce desde los años '60. “Hasta ese entonces, sólo se le podía describir, mirar y ver como se formaba, pero no se conocía los genes, ni las proteínas que regulan el proceso; y sin ese conocimiento, el problema era cómo modificarla”, agregó la Dra. Cuervo.

Era necesario, entonces, descifrar esa caja negra, y el Dr. Ohsumi lo hizo a través del estudio de la levadura y la comunidad científica comenzó a explorar, “ver qué pasa si le quitamos algo a este proceso y hace que nos pongamos obesos, o diabéticos o empiezamos a no recordar las cosas y eso es lo que ha ayudado a poner todas esas piezas de la autofagia en un contexto de enfermedad”, sentenció la Dra. Cuervo.

Autofagia y enfermedades del envejecimiento y de la vida moderna

Gracias al trabajo en laboratorio se ha determinado que la autofagia disminuye con la edad, independientemente si se está o no enfermo. Según la investigadora del Albert Einstein Institute, se estima que esa disminución fisiológica de la autofagia, es un factor de riesgo relacionado con las enfermedades del envejecimiento, entonces “según nos hacemos mayores, la autofagia baja y somos más propensos a desarrollar estas enfermedades”.

Desde el punto de vista terapéutico, “lo importante es la repercusión que esto puede tener en la salud de la población” y por ello se apunta a “recuperar la autofagia y tener la suficiente como para funcionar bien”, por lo que, durante el Workshop organizado por la FOUCh, se habló de medicamentos o intervenciones que se podrían hacer para volver la autofagia al nivel previo al desarrollo de enfermedades.

Desde el nacimiento y al suspenderse abruptamente el suministro de alimentación materna, la autofagia permite la adaptación y respuesta ante el estrés nutricional. Sin embargo, “si se toma un animalito joven y se le dispone de una dieta alta grasas, carbohidratos y azúcares, se acelera la disminución de la autofagia. Las muestras experimentales han demostrado se puede pasar de 20 a 80 años, en teoría, sólo por la dieta. Hemos aprendido que las intervenciones dietéticas van a ser muy importantes, porque en esta sociedad occidental, lo que hacemos –dieta chatarra- van en contra de la autofagia”, enfatizó al investigadora.

Otro aspecto relevante es que el ejercicio y el buen dormir también activa la autofagia. "Esta actividad se activa cuando no se come, y ¿cuándo no comes?, durante la noche. Cuando nos quedamos trabajando hasta tarde y comemos para no quedarnos dormidos y poder entre comillas rendir o producir más, simplemente estamos inhibiendo la autofagia de área y la limpieza de área, que nuestras células deberían hacer".

Como médico, la investigadora estima, “que hay muchas intervenciones de hábitos de vida que se podrían hacer para mantener la autofagia normal o evitar o retrasar el curso de las enfermedades del envejecimiento; así como también, estudios sobre medicamentos que activen la autofagia”.

La necesaria colaboración pública e internacional

En representación del Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi y del vicerrector  de Investigación y Desarrollo, Flavio Salazar, durante la jornada inaugural, la directora de Investigación, Silvia Núñez, felicitó a todo el equipo de la Facultad de Odontología por la organización que consideró diversos invitados internacionales.

Silvia Núñez señaló que “la Universidad de Chile ha jugado históricamente un rol preponderante y de liderazgo en materias de investigación de excelencia en nuestro país. En todas las áreas y en especial las biomédicas, nuestras y nuestros investigadores e investigadoras, han contribuido al desarrollo del conocimiento con compromiso y abordando temáticas de relevancia internacional. Esta investigación, tradicionalmente clasificada como básica, ha sido el pilar fundamental en el que se ha construido el aporte investigativo de las instituciones universitarias del país”.

A juicio del Dr. Alfredo Criollo lo que se proyecta, desde la investigación en autofagia son las enfermedades relacionadas con el envejecimiento, aquellas vinculadas a la obesidad y su relación con el cáncer. “Se ha visto que la autofagia malterada en la células hipotalámicas -células en el cerebro- puede modificar la  sensación de hambre o saciedad”. Ahora bien, aclaró el Dr. Criollo, “esto es tan complejo porque tenemos tantos tejidos diferentes en nuestro cuerpo, que la autofagia puede actuar de manera positiva o negativa, dependiendo del tejido. Es decir, la autofagia es una cosa en la célula del hipotálamo, y otra diferente en nuestro tejido graso lo que genera otra respuesta en nuestro músculo, cuando empezamos a correr. Pero sin duda que la autofagia apunta para resolver los problemas como  patologías relacionadas con la edad y con el metabolismo”.