Fundador y ex decano de la Facultad de Ciencias, académico de la Facultad de Medicina, primer chileno en doctorarse en el extranjero en el Massachussets Institute of Technology (MIT) de los Estados Unidos y Premio Nacional de Ciencias el año 2000, son parte de la vasta trayectoria del profesor Mario Luxoro, a lo largo de la cual contribuyó enormemente al desarrollo de nuestro país.
El Rector Ennio Vivaldi, quien habló en representación de la Universidad en la ceremonia realizada en el cementerio Parque del Recuerdo, señaló que su partida "nos produce un dolor desgarrador, evidencia del cariño increíble que generaba entre quienes lo rodeaban. Con una personalidad irrepetible y única, demostró con numerosos gestos el cariño que le tenía a la Universidad de Chile".
La máxima autoridad de nuestra institución subrayó además la franqueza y valentía del profesor Luxoro. "Fue una persona que destacó en los momentos más difíciles, cuando había que defender una idea de universidad. No había fuerza en el mundo que pudiera contener a Mario Luxoro cuando quería decir algo".
El profesor Luxoro fue velado en la Facultad de Ciencias, lugar donde el día de hoy la comunidad realizó una ceremonia para despedirlo previo a su traslado al cinerario del cementerio. En la oportunidad su familia, académicos, personal de colaboración, alumnos y amigos dieron cuenta a través de testimonios de la trayectoria humana y científica de quien fuera Profesor Titular, investigador, e impulsor del Laboratorio de Fisiología Celular de Montemar, en Viña del Mar.
El Decano de la Facultad de Ciencias, Dr. Víctor Cifuentes Guzmán, aseguró que la ocasión "es motivo de tristeza ya que estamos despidiendo al Prof. Mario Luxoro, quien trabajó para y por la ciencia de Chile. Por este motivo, su partida representa una gran pérdida para toda la comunidad científica de nuestro país. Fue un gran hombre, un profesor dedicado a la formación de sus alumnos con compromiso, dedicación y pasión. Todos quienes tuvimos la suerte de ser sus alumnos, lo sabemos muy bien”, destacó.
“La responsabilidad, rigurosidad, compromiso, dedicación, esfuerzo y muchas otras virtudes de su persona estaban siempre presentes en sus enseñanzas que marcaron a varias generaciones de estudiantes que se formaron en nuestra Facultad y que hoy se distinguen como destacados investigadores. Este legado permanecerá como herencia que se transmite de generación en generación como parte fundamental de nuestra misión”, resaltó el Decano.
El Dr. Cifuentes destacó además su concepción de la educación como un instrumento de libertad, planteando que el avance de la ciencia debiera estar ligado estrechamente a la base de la educación.
En la ceremonia también habló en representación del Personal de Colaboración de la Facultad de Ciencias, el Sr. Víctor Sade , quien señaló que la figura de Mario Luxoro siempre inspiró respeto y admiración. “Vivía cada día a mil por hora, contagiaba su entusiasmo con su risa franca y espontánea. Transmitía su pasión, no sólo por la ciencia, sino también por las artes, principalmente la música clásica y los tangos y la pintura de Gauguin y Botticelli”, rememoró.
“El Prof. Luxoro nos deja una faceta humana muy desarrollada. Detrás de su apariencia seria y de hablar con firmeza, se escondía un hombre muy sensible. Hizo importantes transformaciones en nuestra Facultad para hacer más agradable y acogedor el lugar de trabajo y de estudio de funcionarios y alumnos respectivamente. También se preocupó seriamente por el medio ambiente y, por ello, impulsó la plantación de numerosos árboles en el Campus”, afirmó Sade, quien además lo recordó por su activo compromiso social y político.
El Director del Departamento de Física, Dr. Miguel Kiwi, Premio Nacional de Ciencias año 2007, manifestó que en la Facultad de Ciencias Mario Luxoro fue su mentor y modelo. “Aprendí de él muchas cosas. Fue una persona muy íntegra que sabía luchar por lo que quería, capaz de entusiasmar a todos con sus ideas y proyectos. Fue muy audaz como piloto, científico, como amigo y como creador de esta Facultad”, enfatizó, recordando además que a pesar de las diferencias que pudieran tener en algún tema, siempre admiró el que nunca guardara rencores hacia las personas con las que discutía.
“El Prof. Mario Luxoro fue un explorador, una persona que abrió sendas. Hacer ciencia experimental es una aventura y eso es lo que aprendimos de sus clases y enseñanzas. En este sentido, hubiese querido tener su osadía. Para uno como alumno, era irresistible poder trabajar en su laboratorio”, indicó el Dr. Jorge Mpodozis, académico del Departamento de Biología, quien destacó además su carácter creador e innovador.
También expresó su testimonio el Dr. Juan Bacigalupo, discípulo y amigo del Dr. Luxoro, quien recordó que los alumnos eran cautivados por la pasión que impregnaba en sus clases, en las que no entregaba todos los contenidos para entusiasmar a los jóvenes con la búsqueda de los temas faltantes.
“Quienes lo conocimos de cerca, tuvimos la gran oportunidad de compartir muchos momentos con él en el Laboratorio de Montemar. Aprendimos mucho. Mario era un hombre de gran cultura y muy valiente. En una época compleja, el decidió quedarse en Chile y mantener viva la ciencia en nuestro país, algo que le debemos agradecer por siempre”, valoró el Dr. Bacigalupo, quien sostuvo que su contribución a la biofísica es sobresaliente, siendo uno de los científicos más conocidos a nivel mundial, en este ámbito.