Desde el punto de vista del desarrollo, todos nacemos con pie plano. Sin embargo, la estadística revela que en uno de cada dos mil diagnósticos se presenta un pie plano con defecto en su estructura ósea. De este modo, ese niño sólo necesitaría plantillas para corregir el arco plantar, mientras que los demás casos se resolverán con el desarrollo muscular de las piernas.
Este no es un dato menor tras volver de vacaciones, con muchas semanas de calor, periodo durante el cual los niños usan sandalias o zapatillas livianas, y deben iniciar sus labores escolares con los zapatos apropiados.
En gran medida, el pie plano se debe a un déficit en el desarrollo muscular en el borde inferior interno de la pierna que hace de soporte para la formación del arco de la planta del pie. “Para la mayoría de los casos, sólo bastaría con mejorar la estructura muscular realizando ejercicios periódicamente para desarrollar un arco plantar normal, tales como caminar, correr, saltar, pedalear, patinar, subir cerros, subir escaleras, chutear, nadar, entre otros”, señaló el Dr. Enrique Testart, traumatólogo infantil del Hospital Clínico Universidad de Chile.
El especialista aseguró que el mejor zapato del mundo es andar descalzo porque esta prenda en general cumple el rol de proteger el pie y no de formarlo. A su entender, el calzado óptimo es el más blando y ligero, dependiendo del tipo de material pues este aspecto debe estar en función del clima. Lo importante es que permita una movilidad normal del pie y sea flexible. “Tiene que ser plano, sin desniveles ni realces y blando, no en cuanto al acolchado, sino a la flexibilidad necesaria para que no dañe ningún tejido del pie”, dijo.
Si bien el tipo de zapato no debería cambiar durante el año, su elección dependerá del clima, de manera que en lugares de mucho frío pueda ser más cerrado, con materiales como chiporro o polar, con caña alta, entre otros. Sin embargo, explicó el traumatólogo, esto no debe implicar que sea más duro. “Debe ser cómodo para los pies y no causar dolor ni molestias. El zapato debe proteger y abrigar, pero no es una pieza ortopédica para formar el pie", concluyó.