Teatro crítico, reflexivo, con la vanguardia y la conexión con las audiencias como marca registrada. Ese es el trabajo que durante casi siete décadas ha llevado a cabo el dramaturgo, guionista, director teatral y actor Alejandro Sieveking, egresado de la U. de Chile, y también parte importante del legado del Teatro Experimental de la Casa de Bello, actual Teatro Nacional Chileno.
Es esta carrera, plagada de obras que siguen siendo relevantes hasta el día de hoy, y nunca saliendo del escenario que parece su hábitat natural, la que fue reconocida con el Premio Nacional de Artes de la Representación y Audiovisuales 2017, premio concedido por el Ministerio de Educación tras deliberación del jurado esta mañana en dependencias del Mineduc.
El director del Teatro Nacional Chileno, Ramón Griffero, indica que "este reconocimiento honra al TNCH, ex Teatro Experimental de la Universidad de Chile, que abrió sus puertas para el desarrollo de su creación en los inicios de su carrera. Desde las artes escénicas, Alejandro Sieveking contribuye en la construcción del espíritu de un país. Se trata de un creador en constante contacto con los artistas contemporáneos, que permanentemente ha hecho de este oficio un sentido de vida. Consecuente con sus principios, se exilia cuando la tiranía lo obligaba a someterse. Un premio totalmente merecido".
Sieveking participó en el Primer Festival de Aficionados de 1955, en el Teatro Antonio Varas, con la obra “Encuentro con las sombras”, y eso definió su camino, porque al año siguiente dejaría la carrera de Arquitectura en la Casa de Bello e ingresaría a la Escuela de Teatro en nuestro plantel. En ese espacio conoció a compañeros como Raúl Rivera y Franklin Caicedo, y también a Víctor Jara, con quien conformaría una dupla creativa que conectó al teatro de vanguardia con el público popular, alejados de populismos y con un sentido crítico evidente.
Además de ellos, en el Teatro Experimental, Sieveking conoció a la que sería su compañera de vida y también en las tablas, Bélgica Castro, quien recibió el Premio Nacional de Artes de la Representación en 1995.
Pero el trabajo del oriundo de Rengo no sólo se cerraba al escenario, sino que también en el cine, donde tiene dos obras en las que fue guionista separadas por casi cuatro décadas: “Tres Tristes Tigres” (1968) y “Casa de Remolienda” (2007). En tanto, como actor recién debutó en la pantalla grande en 2005, en “Play”, película dirigida por la académica del ICEI, Alicia Scherson.
Obras de Alejandro Sieveking con el Teatro Experimental y el Teatro Nacional Chileno:
- "Mi hermano Cristián" (1960)
- "La madre de los conejos" (1961)
- "La remolienda" (1965)
- "Todo se irá, se fue, se va al diablo" (1968)
- "Ánimas de día claro" (1984)
- "La remolienda" (2007)
- "Ánimas de día claro" (2013, 2014)