La actual Constitución Política de Chile no menciona ni una sola vez a los pueblos indígenas. Además, su tercer artículo establece el carácter unitario del Estado. Esta situación contrasta con similares documentos de países como Ecuador, que reconoce en su primer artículo un carácter pluricultural y multiétnico, o Canadá, que en su carta fundamental reconoce su existencia así como sus derechos.
Es precisamente esa diferencia la que alimenta la demanda de los pueblos originarios por avanzar hacia un Estado plurinacional, solicitud potenciada en el marco del proceso de discusión constitucional. Así lo explicó el académico de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Salvador Millaleo, quien definió esta demanda como el dejar de pensar en la existencia de un grupo homogéneo de personas habitando en el territorio bajo administración del Estado de Chile, hacia una visión que reconozca la convivencia de varias naciones.
"En concreto, esto significa elevar el estatus político de los pueblos indígenas a nivel constitucional, donde actualmente no tienen ninguno, reconociendo los derechos que están establecidos en la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, esto es, la libre determinación interna y las autonomías, además de derechos de representación política especial, como por ejemplo, escaños reservados en el Congreso", aseguró Millaleo.
Estos tres elementos permitirían cambiar el actual paradigma "sin que impliquen cosas como la secesión del país, o la desintegración del Estado. Países como México, Canadá o Estados Unidos tienen elementos de plurinacionalidad y no han debilitado al Estado. Al contrario, han fortalecido su democracia interna", remarcó el académico.
Si bien los clásicos ejemplos de plurinacionalidad son Bolivia y Ecuador, otros casos son los mencionados de Canadá o Colombia, donde en el primer caso el gobierno federal cuenta con 33 acuerdos de autogobierno con diferentes pueblos indígenas negociados directamente, mientras que en el segundo caso existen territorios bajo autonomía indígena con sistemas de representación política especial.
En nuestro país, la demanda por una reforma constitucional que incorpore el carácter plurinacional del Estado se ha ido posicionando con el tiempo, en un trabajo en el que destacan los aportes del profesor José Mariman, tal como lo enfatiza Claudio Millacura, coordinador de la Cátedra Indígena de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile.
"La idea de la autonomía indígena tiene que ver con el fracaso de las políticas aplicadas por los gobiernos de la Concertación a la hora de tratar de reparar la deuda histórica que el Estado tiene con los pueblos indígenas, en particular con el pueblo mapuche. Esto debido a la presión que comienzan a sufrir las diferentes comunidades de parte de diferentes iniciativas económicas, que producen daños y van en desmedro de sus intereses", explicó Millacura.
La evolución del concepto de autonomía
De esta manera, en la última década el concepto de autonomía y plurinacionalidad ha evolucionado, aunque bajo prismas diferentes dependiendo de la organización o comunidad, variando desde una autonomía entendida como grados de representación política, y elección de autoridades locales en el marco de un Chile descentralizado, hasta una autonomía que se limita a participación en la ejecución de los presupuestos regionales.
"Esto de que Santiago sea Chile y que el resto de las regiones sean su periferia no es algo que genera reacciones sólo entre los pueblos indígenas, sino que también entre las comunidades del norte que protestaban contra Agrosuper, o entre los pescadores. Existe sin duda mayor conciencia de que las regiones necesitan mayores grados de autonomía y ahí los pueblos indígenas adquieren una particularidad, porque también incluye el ejercicio de su lengua, religión, sus formas de comprender el mundo que son distintas a las de la mayoría de la población", remarcó el profesor Millacura.
El tema sin duda es complejo, y cruza diferentes intereses económicos, políticos y sociales. Es por ello que el profesor Millacura insiste en que "ponerse de acuerdo en que esta autonomía es beneficiosa para chilenos y no chilenos demanda tiempo, y hay quienes reaccionan de manera contraria porque quieren mantener sus privilegios sobre otros grupos. Pero cuando hablamos de autonomía no es que se quiera separar un territorio, sino que sea administrado de manera más pertinente para quienes lo habitan, y ahí hay indígenas y no indígenas".