Hermano mayor entre ocho hermanos, el poeta, matemático y físico oriundo de San Fabián de Alico es sin duda una figura que ha impactado profundamente la literatura chilena e hispanoamericana.
A lo largo de su intensa y fecunda vida, obras como "Poemas y Antipoemas" de 1954, "Manifiesto" de 1963, "Ecopoemas" de 1982 o su primer poemario "Cancionero sin nombre" de 1937, le han valido una serie de reconocimientos, entre los que destaca el Premio Nacional de Literatura de 1969, el Premio de Literatura Iberoamericana y del Caribe Juan Rulfo en 1991, y el Honorary Fellow en la Universidad de Oxford, Inglaterra.
Otra obra que ha destacado es la serie de intervenciones poéticas agrupadas bajo el título "Quebrantahuesos", realizadas en 1952 junto a Enrique Lihn y Alejandro Jodorowsky, en la que buscaron apropiarse del espacio y el lenguaje públicos, exponiendo textos creados con la técnica del collage a partir de recortes de periódicos en lugares como la calle Bandera, o frente a los Tribunales de Justicia.
Los trabajos "prácticos" han sido uno de los elementos característicos de su obra, siendo el primero "Mensaje en una botella" en 1971, para continuar con "Artefactos" al año siguiente.
Una vida ligada a la educación pública
Nicanor Parra se mantuvo ligado a la Universidad de Chile durante buena parte de su vida. Se formó como profesor de matemática en el Instituto Pedagógico, tras terminar sus estudios secundarios en el Internado Nacional Barros Arana.
Tras estudiar en Estados Unidos un posgrado en mecánica avanzada gracias a una beca del Institute of International Education, se convirtió en profesor titular de Mecánica Avanzada en la Casa de Bello, siendo nombrado en 1948 director interino de su Escuela de Ingeniería.
Entre 1972 y 1994, además, dictó una cátedra de literatura en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, formando parte de su Departamento de Estudios Humanísticos, recibiendo además en 1999 la Medalla Rectoral de nuestro plantel en el marco de la Ceremonia de Inauguración del Año Académico.
En aquella ocasión, Parra le deseó buena suerte al Rector de la institución, "para que la Casa de Eugenio González, apagones + apagones -, no deje nunca de ser lo que es: Una pulga en el oído del Minotauro, Chi-Chi-Chi Le-Le-Le: U-ni-ver-si-dad-de-Chi-le".