Un total de 17 mil metros cuadrados tendrá la futura planta de pilotaje del Centro Tecnológico para la Innovación Alimentaria (CeTA), cuya primera piedra fue colocada en los terrenos de la Universidad de Chile en Laguna Carén, y que albergarán instalaciones con tecnología de punta para el desarrollo de ingredientes saludables, alimentos procesados y empaques, en una iniciativa que busca duplicar las exportaciones chilenas provenientes de la industria alimentaria al 2025.
Este novedoso centro es impulsado por una alianza que incluye a la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica, la Universidad de Talca y la Universidad de La Frontera, junto a la Fundación Fraunhofer Chile Research y la Fundación Chile, contando además con financiamiento Corfo.
El Rector Ennio Vivaldi aseguró que el proyecto "representa la transdisciplinariedad, el compromiso con la sociedad, y la voluntad de resolver desde la academia, la ciencia y las tecnologías un problema muy importante para el país. La iniciativa aseguró, “nos posiciona a nivel internacional, y aporta a una reconstrucción sólida del vínculo con el Estado a través de Corfo".
Junto con ello, la máxima autoridad de nuestro plantel destacó que el proyecto CeTA cumple con los propósitos establecidos para Carén respecto de ser un "articulador entre la Universidad de Chile con el Estado, con el sector productivo, con el sistema universitario chileno y sobre todo con la transdisciplinariedad, juntando miradas distintas para abordar problemas complejos. Sin duda, indicó “es muy significativo que este trabajo mancomunado entre distintas instituciones le dé inicio a la construcción de Carén".
En la misma línea el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitrán, explicó que la génesis de este nuevo centro radica en una convocatoria realizada por el organismo que dirige al sector productivo alimentario, a la academia y a entidades estatales para construir una hoja de ruta que permitiera duplicar las exportaciones de alimentos a través del desarrollo de alimentos de alto valor y más saludables.
Bitrán enfatizó en que este centro, "el más importante en la industria de tecnología de los alimentos en el país”, es muy significativo que se construya en Carén, "proyecto que viene desde los años 90 y que finalmente empieza a ver la luz con instalaciones de infraestructura tecnológica de carácter colaborativo donde participan varias universidades, el sector privado y el Estado. Es la primera piedra de este parque que puede transformarse en una oportunidad enorme de desarrollo productivo y tecnológico para el país".
Las instalaciones del CeTA incluirán áreas dedicadas a la preservación de la funcionalidad de los ingredientes, áreas de pre-tratamiento de las materias primas, extracción convencional y presurizada, envasado de extractos, además de zonas de almacenaje en frío, logística y oficinas administrativas, a las que se sumarán el próximo año, una nueva planta de 400 metros cuadrados que se construirá en terrenos de la Universidad de la Frontera.
A través de las instituciones participantes del consorcio, CeTA reúne al 49 por ciento de los grupos de investigación y desarrollo del país, los que además desarrollan el 50 por ciento de los proyectos de I+D de Chile, emplean al 46 por ciento de los investigadores y elaboran el 52 por ciento de las publicaciones respecto a estas materias.
El centro forma parte además de las 20 iniciativas estratégicas contempladas en el programa "Transforma Alimentos", una red de colaboración entre diversos actores privados, públicos y de la comunidad científica, que busca posicionar a nuestro país dentro de los líderes de la producción de alimentos saludables en el mundo.
El vicerrector de Investigación y Desarrollo, Flavio Salazar, valoró la oportunidad de participar en esta iniciativa a través de la Facultad de Ciencias Agronómicas, la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA). Ésta indicó, permitirá "estudiar las capacidades de producción de alimentos saludables en un contexto que le agrega valor a la economía chilena", enmarcado en la iniciativa Laguna Carén.
Para el decano Santiago Urcelay, de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, el proyecto CeTA representa "una oportunidad importantísima para nuestra universidad para generar investigación tecnológica y científica en el área de los alimentos saludables, que tiene una proyección extraordinariamente importante".
Por su parte, el decano Roberto Neira de la Facultad de Ciencias Agronómicas hizo hincapié en que el trabajo de este centro permitirá hacerse cargo de los cambios que ha tenido el consumidor en nuestro país, que "cada vez es más exigente. No solamente busca alimentos saludables sino que le interesa todo lo que pasó antes o la forma como fue producido ese alimento, y esta iniciativa contribuye enormemente a esto. Nosotros estamos encantados de formar parte de este equipo que es multidisciplinario, una de las características que ha marcado el trabajo de nuestra facultad".
Finalmente la directora del INTA, Verónica Cornejo, aseguró que esta nueva planta tiene un "potencial gigantesco para la Universidad de Chile pero también para el país, porque va a ser el único lugar desde donde se van a poder formular alimentos saludables. Desde el punto de la salud pública va a tener una importante repercusión a mediano y largo plazo, y podremos contribuir a disminuir el problema de la obesidad en nuestro país".
Junto al Rector Vivaldi participaron en la actividad diversas autoridades universitarias como el Prorrector, Rafael Esptein, la vicerrectora de Asuntos Académicos, Rosa Devés, el vicerrector de Asuntos Económicos y Gestión Institucional, Daniel Hojman, el vicerrector de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Juan Cortés, y el vicerrector de Investigación y Desarrollo, Flavio Salazar, entre otras.