Fueron poco más de ocho días -por siete regiones desde Santiago a Arica- en los que el Eolian Fénix, el auto solar biplaza de la Universidad de Chile, recorrió 1.950 de los 2.070 km que hay entre las dos regiones, demostrando no sólo la autonomía del vehículo, sino la posibilidad de recorrer la mitad del país sólo con energía solar.
El "Desafío Santiago-Arica" -que comenzó el domingo 10 de diciembre a las 8:30 hrs. de la mañana- culminó este lunes 18, cerca de las 20.45 horas en Arica, la capital de la región de Arica y Parinacota.
Durante el viaje de casi dos mil km, el vehículo alcanzó una velocidad promedio entre los 55 y 60 km/h, y una máxima de 92 km/h (durante el primer día de viaje), lo que fue variando según las condiciones del camino. Así, entre La Serena y Copiapó la velocidad máxima alcanzada fue de 65 km/h; entre Copiapó y Chañaral llegó a 85 km/h, por ejemplo.
"Tratamos de hacer todo el recorrido sólo con energía solar, incluso anduvimos con unos paneles externos que nos ayudaron a cargar un poco más rápido", indica María Fernanda García, estudiante del programa de Plan Común de la FCFM, y miembro del equipo de gestión del Eolian. Sin embargo, hubo 120 km en que hubo condiciones que impidieron el avance solo con energía solar (salida de La Serena y de Chañaral). "Los 120 km fueron remolcados por dos razones complejas como el mal tiempo en La Serena y una subida peligrosa a la salida de Chañaral", explica el profesor Rodrigo Palma, director del Centro de Investigación en Energía Solar (SERC Chile) y académico del departamento de Ingeniería Eléctrica de la FCFM, quien los acompañó en un tramo. "Podríamos haber esperado ahí, pero se nos alargaba mucho", cuenta Juan Pablo Zapater, estudiante de Ingeniería Mecánica de la FCFM y capitán del equipo de ingeniería del Eolian.
"Por otra parte, el vehículo estuvo todo el tiempo tripulado por dos personas, donde también marca un hito, porque hay vehículos solares para un solo tripulante y es primera vez que se realiza un viaje para dos personas, o uno más cotidiano, que es el concepto del Eolian Fénix", agrega Palma.
Javier Norambuena, jefe del equipo de Diseño del Eolian, indica que a nivel técnico, este desafío demuestra que lograron diseñar y construir un vehículo muy robusto, seguro y eficiente, considerando que además, es para dos pernas. "Aún así logramos hacer el desafío y recorrimos poco más de 200 km diarios, considerando la geografía chilena. Eso es súper importante, porque no es un tema de distancia -el rally de Australia son 3.000 km, pero planos, por lo que puedes ir con motores más livianos, eficientes y con menor fuerza-, el rally chileno, por la geografía, propone nuevos desafíos técnicos. No sirve ser más rápido y ultraeficiente, necesitas motores que te den para subir las cuestas chilenas, que es más o menos lo que hicimos nosotros", explica.
Ahora hay mucho cansancio, dicen, "pero más que eso, mucha motivación porque logramos hacer un buen trabajo dentro de todos los mini desafíos que tuvimos que sortear diariamente. Porque teníamos este gran reto que era recorrer de Santiago a Arica, pero cada día representaba un desafío nuevo", dice María Fernanda García. Para la estudiante de Plan Común, el mayor reto fue tratar de hacer las tareas en conjunto, "es muy difícil coordinarse con todo un grupo de personas y siento que eso fue un desafío al principio, pero logramos desarrollar muy bien y trabajar eficientemente", dice.
En ello concuerdan Norambuena y Zapater. "Poder estar coordinados para realizar las cargas, poder partir a la hora, encontrar lugares con la radiación apropiada. El equipo se portó de manera impecable, muy profesionales", dice Norambuena. También fue complejo lidiar con las condiciones meteorológicas y la regulación del consumo al interior del vehículo.
Prueba superada
Lo que viene ahora para el Eolian lo definirán quienes sigan en el proyecto estudiantil, ya que algunos terminan sus carreras. "Lo más probabale es participar el próximo año en la Carrera Solar Atacama y después construir un nuevo auto para más adelante", dice Zapater.
Luis Vargas, director de Ingeniería Eléctrica de la FCFM, señala que la llegada del Eolian a Arica representa un logro más en cuanto a la osadía y a la capacidad de los alumnos para emprender un desafío tecnológico, pero "también demuestra un compromiso con el medio ambiente, porque nos permite mostrar una tecnología basada únicamente en la energía solar y que puede satisfacer una necesidad tan apremiante como lo es la movilidad de las personas en las grandes ciudades de nuestro siglo", sostiene.
El decano de la FCFM, Patricio Aceituno, agrega que haber logrado la meta representa el logro de un nuevo hito en la historia de hazañas que han logrado integrantes de la comunidad de la Facultad. "En este caso en particular destaco con mucha fuerza el rol de los estudiantes, son ellos los que principalmente han sido los impulsores y en forma tenaz, rigurosa y persistente, han insistido una y otra vez hasta que han logrado gran éxito culminar esta iniciativa, que fue anunciada a principios de año y que hoy llega con gran éxito a su cumplimiento", indica.
"Es netamente un proyecto de alumnos, y que ellos se logren recuperar de una frustración (el Eolian 4 quedó fuera de la Carrera Solar de Atacama en 2014 por un problema técnico), salir adelante y lograr este objetivo, es una razón muy importante para sentirse orgullo de los estudiantes de la Universidad de Chile", dice el profesor Palma.
"Felicitamos a los estudiantes que se la jugaron por esta innovación, que ha concluido de manera exitosa este tremendo desafío. Estamos orgullosos de apoyar a Eolian pues consideramos que integra varios de los atributos mencionados y además expresa una visión del uso de nuevas tecnologías coherente con nuestra mirada corporativa. En ese sentido, creemos que es muy importante el trabajo colaborativo entre el sector privado y la academia", enfatiza Eduardo Lauer, gerente de la división Ingeniería y proyectos de Colbún, uno de los auspiciadores del Eolian Fenix.
Agradecimientos
A nombre del equipo del Eolian, agradecemos el apoyo de Carabineros de Chile, durante todo el desafío, además de SERC, el proyecto Ayllu Solar, a la Universidad de Tarapacá, en Arica.