"Estuvimos cinco décadas midiendo las variaciones del campo magnético de la Tierra, necesitábamos saber si lo que veíamos en los registros no eran eventos aislados. La espera tuvo sus frutos.... hemos comprobado que que sí existe una relación entre las variaciones del campo y la incidencia de los sismos", explicó el doctor Enrique Cordaro, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile y de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chile.
Para el profesor e investigador del Centro de Desarrollo Aeroespacial del Instituto Politécnico Nacional de México, Mario Mendoza Bárcenas, el trabajo de los investigadores chilenos es “una contribución invaluable desde la perspectiva de ciencia de frontera y una propuesta que detona una gran oportunidad en el campo de desarrollo tecnológico en una aplicación de alto impacto social”.
Dos datos claves
La investigación logró dos hallazgos principales. El primero fue que "gracias a los magnetómetros y medidores de neutrones diseñados y construidos en Chile y que están emplazados entre el Ecuador y la Antártida, obtuvimos datos precisos que prueban que el campo magnético terrestre ubicado sobre la zona sudamericana, sí varía considerablemente previo a los grandes terremotos", explicó Cordaro.
El segundo hallazgo es aún más fundamental ya que "al medir el campo magnético de la zona sudamericana pudimos apreciar que éste está debilitado si se lo compara con el campo magnético de otras zonas del mundo y su centro está ubicado para tristeza de mis compatriotas entre Putre y Puerto Montt, léase la zona más sísmica del planeta", acotó.
La investigación se sustentó con la captura de datos de la rigidez geomagnética sobre la Anomalía Magnética Atlántica (fenómeno planetario) que afecta a Chile. Además permitió conocer parámetros como el viento y el ciclo solar durante el día. La información obtenida será útil para las comunidades de rayos cósmicos y geomagnetismo o geo-espacial", explicó el científico de la Universidad de Chile.
Los datos fueron recolectados gracias a la red Altiplánica-Pacífico-Antártica de Observatorios de Radiación Cósmica y Geo-Magnetismo (APAN) consistente del Observatorio de Alta Montaña de Putre a latitudes ecuatoriales, Los Cerrillos a medi latitud y el LARC o Antártico.
Esto es sólo el comienzo
"Nuestro equipo ha trabajado durante mucho tiempo casi sin financiamiento, y eso ha sido algo asfixiante. Necesitamos que el gobierno y los privados nos escuchen, este trabajo podría salvar vidas y millones de dólares en pérdidas materiales", remarcó Cordaro.
El equipo científico, conformado también Patricio Venegas del Departamento de Geofísica de la FCFM, y David Laroze del Instituto de alta Investigación de la Universidad de Tarapacá, espera obtener fondos para continuar diseñando y construyendo sus equipos en Chile (y comprarlos si fuera necesario), además de avanzar en el análisis de datos mediante Inteligencia Artificial. "Queremos que nuestros magnetómetros funcionen como neuronas y comunicarlos entre ellos mediante Machine Learning, con la finalidad de poder predecir los sismos", relató Venegas.
Esta investigación fue publicada en la última edición de la revista Advances in Space Research bajo el título "Variation of geomagnetic cutoff rigidity in the southern hemisphere close to 70°W (South-Atlantic Anomaly and Antarctic zones) in the period 1975-2010. Advances in Space Research" ("Variación de la rigidez de corte geomagnética en el hemisferio sur cerca de 70 ° W (Anomalía suratlántica y zonas antárticas) en el período 1975-2010).