Veterinario Rodrigo Morales por Ley de Tenencia Responsable:

"Esta ley trae un nuevo paradigma ético para los dueños de animales, ese es el desafío"

Entrevista a Rodrigo Morales por Ley de Tenencia Responsable
Rodrigo Morales (al centro) coordina actualmente el Diplomado en Tenencia Responsable de FAVET, que se encuentra capacitando a 32 municipios de la Región Metropolitana en la materia.
Rodrigo Morales (al centro) coordina actualmente el Diplomado en Tenencia Responsable de FAVET, que se encuentra capacitando a 32 municipios de la Región Metropolitana en la materia.
Alrededor de 6 de cada 10 casas en Chile tiene al menos un canino, cifra que supera con creces el nivel mundial, considerando que en muchos países solo 3 de 10 hogares tiene una mascota.
Alrededor de 6 de cada 10 casas en Chile tiene al menos un canino, cifra que supera con creces el nivel mundial, considerando que en muchos países solo 3 de 10 hogares tiene una mascota.
La esterilización, la cobertura de necesidades básicas como agua y comida, y la socialización, son algunos de los puntos básicos de la Tenencia Responsable de mascotas.
La esterilización, la cobertura de necesidades básicas como agua y comida, y la socialización, son algunos de los puntos básicos de la Tenencia Responsable de mascotas.

Rodrigo Morales, médico veterinario, miembro del Centro de Gestión Ambiental y coordinador académico y tutor e-learning del Diplomado de Tenencia Responsable de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (FAVET) y la Academia Municipal de la Subsecretaria de Desarrro Regional y Administrativo del Ministerio del Interior, lleva años estudiando, difundiendo y enseñando sobre este tema que ha tomado especial interés en el país desde que en julio de 2017 se promulgara la Ley 21.020 de Tenencia Responsable de Mascotas y Animales de Compañía, más conocida como Ley Cholito, y especialmente desde que el pasado mes de febrero entraran en vigencia el reglamento que establece la forma y condiciones en que se aplicarán las normas de la misma, el cual incluye la obligatoriedad del registro e identificación de éstas.

La confusión, las dudas y las alarmas de los dueños de mascotas respecto a las obligaciones de esta ley y las eventuales –y onerosas- sanciones que podrían afectarlos, se tomó la prensa, al tiempo en que las municipalidades comenzaron también a adaptarse a esta nueva realidad.

En este contexto, es que FAVET abrió un Diplomado de Tenencia Responsable que está capacitando en la materia a funcionarios de 32 municipalidades, con el objetivo de capacitarlos y entregarles herramientas básicas para el trabajo a nivel local.

¿Era realmente urgente que en Chile contáramos con una normativa sobre Tenencia Responsable?

Sí, era un imperativo social. Sin una normativa que regulara la tenencia responsable, nunca íbamos a lograr mejorar como país este tema, que en muchos sectores es problemático. Por ende, la Ley 21.020 era muy necesaria para poder regular la relación entre los animales y las personas, y para poder hacer políticas públicas, porque cuando uno desde los municipios quiere hacer política pública y no tiene una ley, lamentablemente está en tierra de nadie.

Participó activamente en la tramitación de esta ley como asesor técnico, ¿qué desafíos nos viene a imponer esta normativa?

Esta ley trae en sus objetivos las obligaciones y deberes, como un nuevo paradigma ético para los dueños de animales, ese es el desafío, por eso es tan difícil porque cultura y conducta requiere mucha educación y eso en este momento falta.

¿Está conforme con el resultado final de la ley?

Personalmente creo que faltó un mayor enfoque técnico. La ley se discutió de la mano de la contingencia. De hecho, cuando fue aprobada fue porque el perro Cholito fue asesinado. Faltó reflexionar. Creo que debiese empezar a regularse este tema en base al vínculo de los animales con las personas, más allá del animal como un objeto. La ley se queda un poco corta en eso. Creo además que las grandes limitantes de esta ley van de la mano de ciertas lagunas como, por ejemplo, los procesos de cómo se van a fiscalizar y a capacitar a los adiestradores, quién va a dar las certificaciones, cuáles son las responsabilidades del médico veterinario. Faltó visión técnica desde los médicos veterinarios, y eso se nota en que hoy a los veterinarios les cuesta entender la ley. Hay muchos espacios que esta ley deja a la interpretación, y creo que esa es su mayor falencia.

La confusión que causó en febrero pasado el tema del registro de identificación de mascotas, parece revelar también algunos problemas en la implementación de la normativa, ¿es así realmente?

Creo que los plazos de implementación de la ley no han sido los correctos. Vimos a todo el mundo corriendo por el tema del registro de identificación, y esto justamente nos habla de que los plazos de implementación y capacitación sobre esta ley no hay sido los correctos, no han sido pensados en concordancia con las instituciones. Además, hay que pensar que esta ley todavía tiene pendiente uno de sus dos reglamentos.

Y sin los reglamentos, la ley queda un poco en el aire…

Los reglamentos definen la forma en que se va a fiscalizar la ley. Por eso hay muchos vacíos que dependen del reglamento. Hay muchos detalles que están en estos reglamentos, por ejemplo, en el reglamento de salud dice las condiciones en que tienen que funcionar todos los lugares donde haya animales, esos detalles aún faltan. La autoridad ahora puede sólo fiscalizar cosas básicas en este aspecto.

¿Qué opinión tiene del reglamento sobre la tenencia de perros potencialmente peligrosos?

Desde el Colegio Médico Veterinario y otras instituciones no estamos de acuerdo con la definición de perro peligroso, de hecho, creemos que este concepto roza la discriminación. Estigmatizar ciertas razas, no es algo que los etólogos el día de hoy aprueben. Las mordeduras se producen principalmente por problemas de comunicación entre el animal y la persona. Es muy importante el proceso de socialización del animal, que va en general entre las dos o tres semanas de edad hasta los cuatro meses de vida. El animal aprende con otros animales y con las personas. Entonces, si no somos capaces de transmitir la necesidad de una buena crianza con los animales para solucionar esta problemática, vamos a seguir estigmatizando a perros de razas peligrosas toda la vida, pero el problema va a seguir igual.

¿Cree que la ley es lo suficientemente sólida para generar el cambio de paradigma respecto a la relación entre las personas y sus mascotas?

La normativa mandata que la educación se posicione, lo que nos falta es el compromiso de las instituciones, como -por ejemplo-, del MINSAL para que lo incluya en la malla curricular, o que los espacios locales municipales tengan vínculo con sus Departamentos de Educación para llevar actividades prácticas. Lo más difícil de esto no es solo plantear la ley sino llevarlo a la práctica. Ahí es donde nos hemos caído, porque ya tenemos un marco, ya tenemos más de 100 artículos que regulan la tenencia responsable en Chile, lo que nos falta ahora es entregar herramientas prácticas a las instituciones, a los colegios, a los municipios. Este es un proceso que requiere tiempo y los plazos tienen que ser acondicionados a estos tiempos. Por ejemplo, en otros lugares como Australia o Inglaterra la política de identificación se implementó en un plazo de ocho años y aquí tenemos un plazo de dos y pretendemos que en ese tiempo todo cambie de un momento a otro. Somos poco realistas con la política pública.

La crianza de animales también es regulada por esta ley. ¿Cómo resultó la normativa en ese aspecto?

Creo que faltaron espacios de conversación entre los profesionales de la crianza y la autoridad, y eso es profundamente necesario. Ahora, el hecho de que en muchos países se esté prohibiendo la venta de animales en vitrina y espacios comerciales, el hecho de que hoy la crianza de animales esté asociada a un disfrute y no a un tema comercial, es una visión que incorporó esta ley y por eso regula la crianza de animales y pide que éstos sean entregados esterilizados. La crianza de patio y la venta ilegal son una realidad. Ahora, hacer venta a través de las redes sin la información del SII y sin las condiciones sanitarias es ilegal. Cualquier persona que venda animales tiene que institucionalizarse como criadero o criador, pero tiene que cumplir ciertos márgenes y normas.

¿Qué pasa con los perros que viven en las calles? ¿Cree que podrá resolverse este problema con la aplicación de esta ley?

El perro callejero, bajo la ley, es un perro que tiene dueño, pero que deambula libremente. El perro vagabundo no tiene dueño ni supervisión. Existen alrededor de 120 mil perros vagabundos en Chile, y en el caso de Santiago, 3 de cada 10 animales son denominados como callejeros, lo que no está bien, porque ese perro es el que provoca la mayor problemática. Está bien mantenido, defeca en todos los espacios, y si tiene problemas de conducta es complicado. Este perro nace de la irresponsabilidad del dueño, el perro vagabundo nace del total abandono. Si nos preguntamos por qué la gente abandona a sus animales es mayoritariamente por problemas de conducta del animal o por una camada indeseada que llega, esos dos problemas se solucionan con esterilización y educación, básicamente.  

¿Qué esperaría que cambiara con esta ley en Chile?

En este momento alrededor de 6 de cada 10 casas en Chile tiene al menos un canino, y esa cifra es altísima a nivel mundial, considerando que en muchos países solo 3 de 10 hogares tiene una mascota. Esta ley incluye la prohibición perpetua de tenencia de animales a los maltratadores o a personas que incurran en el maltrato por omisión, y un juez así lo determine. Eso es muy positivo porque hay gente que no puede tener animales.

El primer cambio que espero es un cambio cultural respecto a cuál es la responsabilidad que tenemos con los animales. Esta ley protege el bienestar de animales y personas. En una sociedad con tanta violencia como la que tenemos nosotros, el tema de la relación entre animales y personas, está muy cerca entre la relación entre personas y personas.

Finalmente, ¿cuáles son las claves de la tenencia responsable?

Existen seis pilares de la tenencia responsable que todas las personas debiesen incorporar: cubrir las necesidades básicas del animal que son agua y comida; instrucción y socialización del animal; registro e identificación; esterilización; proteger y cuidar el entorno, que el animal no provoque efectos secundarios en el espacio; y conocer y aplicar la normativa vigente, debemos conocer la ley. Todo esto debe ir de la mano de políticas públicas efectivas y eficientes y de una fiscalización y una consagración del animal como algo que importa en la sociedad. La forma en que las personas tratan a los animales también es un determinante social. Eso no está tratado en esta ley. Los países que han avanzado en este tema no lo han hecho por un espíritu elitista ni animalista, sino porque visualizan cómo esta política beneficia a las personas y a la sociedad. Nosotros no hemos sido capaces de llegar a eso.