La comunidad de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile rechaza enérgicamente las agresiones contra una estudiante ocurridas en el marco de las actividades docentes del pasado 24 de septiembre. Este hecho –sin duda excepcional en nuestra convivencia universitaria– se contradice con los principios de pluralismo, respeto y diversidad de ideas que caracterizan a esta institución pública.
El resguardo de la pluralidad y la tolerancia se encuentra a la base de los principios que guían el trabajo universitario, más aún cuando se trata de una institución pública no limitada por creencias religiosas, ideologías políticas o intereses económicos. Por esta razón no es aceptable que ningún estudiante o integrante de nuestra comunidad sea amedrentado por razones políticas, identitarias, sus creencias o su pertenencia étnica, ni por cualquier otra razón de esta índole. Consideramos que el respeto a la diversidad es clave en la formación de los y las estudiantes, lo cual es también un sello propio de la Universidad de Chile.
En relación al hecho en cuestión, tanto la Facultad de Ciencias Sociales como las Unidades Académicas correspondientes han activado todos los mecanismos necesarios para abordar académica, jurídica y psicológicamente la situación vivida por la estudiante. Asimismo, siguiendo los protocolos de la institución, se encuentra en curso una investigación sumaria, al mismo tiempo que los dispositivos de apoyo y acompañamiento a la trayectoria formativa de la estudiante, todo ello en un proceso que ha contado con la avenencia de la propia estudiante afectada. Todas estas acciones tienen como fin asegurar y proteger el derecho que ella, al igual que todos y todas las estudiantes de nuestro plantel, tienen de desarrollarse formativamente.
La Facultad de Ciencias Sociales y el Campus Juan Gómez Millas, al igual que toda la U. de Chile, se alzan como un espacio diverso y plural que en conjunto promueven y desarrollan un diálogo permanente con todos los estamentos -académicos, funcionarios y estudiantes-, abordando las problemáticas y conflictos que inevitablemente afectan a una comunidad que es compleja, precisamente, por su diversidad.
Esta decanatura se compromete e invita a seguir construyendo de manera conjunta una comunidad enriquecida de conocimientos, miradas críticas y reflexivas, pero también garante de una democracia donde las diversas perspectivas sean respetadas, en el marco de un sentido constructivo que aporte en el debate público.