Hace un par de semanas, el Laboratorio de Fabricación Digital (Fablab) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile anunció la creación de un escudo facial imprimible en 3D, compostable, de uso abierto y de bajo costo. Esta iniciativa para enfrentar la pandemia fue impulsada en coordinación con una red de 300 productores y profesionales para proveer de este equipo al personal médico en distintas partes del país. Ahora, el proyecto avanza hacia una segunda etapa de fabricación masiva para que cualquier persona con impresora 3D, en cualquier parte de Chile o el mundo, pueda descargar el diseño de la máscara y producirla de manera correcta.
Los archivos descargables para su fabricación los puedes encontrar aquí. La web, alojada en la plataforma mundial Github, contiene además información detallada -tanto en inglés como en español- sobre el proceso de manufactura y ensamblaje, así como instrucciones para que su producción sea realizada acorde a estándares de higiene y seguridad.
Danisa Peric, directora del Fablab de la U. de Chile, explicó que el trabajo junto a la Asociación de Fabricantes frente a la Emergencia Sanitaria (AFES), un grupo de instituciones y profesionales creado para avanzar en el diseño y manufactura de equipamiento médico de código abierto (Open source), tiene como uno de sus ejes la sanitización centralizada y masiva mediante una máquina de ozono. “Pero este proceso también puede ser realizado de manera más artesanal. En nuestra página tenemos instrucciones sobre las condiciones apropiadas para su fabricación, manipulación y entrega”.
Esta nueva etapa es parte de la estrategia del Fablab de la U. de Chile para masificar la producción de escudos faciales y cubrir así la creciente demanda de este insumo médico ante la propagación del COVID-19. El llamado apunta a todos los fabricantes y entusiastas de la impresión en 3D para que se sumen a esta iniciativa, no solo a través de la descarga y elaboración del escudo, sino también para contribuir en el mejoramiento del modelo y en la fabricación de otros equipos e insumos. Los archivos CAD para Fusión 360 o STEP puedes descargarlos del siguiente enlace.
Pedidos masivos
En otro frente, este fin de semana el equipo de Fablab iniciará la entrega de su primer pedido masivo. Se trata de los primeros 500 escudos faciales, de un total de 2.000, para el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, solicitud que será completada a fines de la próxima semana. “Obtener los 2.000 escudos faciales tardará dos semanas en total, y en su fabricación estamos trabajando junto a los productores Materia 3D, Sinestesia y Qactus, bajo un modelo de manufactura distribuida. Son alrededor de 25 impresoras 3D que están produciendo en promedio unos 200 cintillos al día”, indicó Danisa Peric.
La doctora Graciela Rojas, directora del Hospital Clínico de la U. de Chile, señaló que “este aporte es muy significativo, pues uno de los aspectos más importantes para enfrentar esta fase de la pandemia es cuidar a los que cuidan, y los escudos faciales son uno de los elementos más importantes”. La académica destacó además el valor y aporte de esta colaboración junto a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas ante la emergencia que atravesamos.
El decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile, Francisco Martínez, agregó que ambas unidades han trabajado “muy intensamente en las condiciones adversas que conocemos, con una misión focalizada y clara: servir a las y los chilenos en este momento de crisis. Como institución pública, la Universidad ha abierto el diseño del escudo facial para que cualquier productor, que cumpla con las condiciones de seguridad sanitaria, pueda producirlo a lo largo del territorio”.
Tras la cuarentena declarada en la comuna de Santiago, integrantes del FabLab de la U. de Chile tomaron las impresoras 3D de este centro y las llevaron a sus casas para continuar con la producción mediante teletrabajo. Este equipo, junto a la AFES, actualmente trabajan en la fabricación de cerca de 4.000 unidades escudos faciales. “Durante ésta y la próxima semana se están gestionando las entregas de los primeros pedidos, la empresa Sinestesia puso al servicio de AFES un sistema de sanitización con ozono, medida que se suma al compromiso de los productores de tener especial cuidado con la higiene al momento de producir, utilizando guantes y mascarillas al momento de su manipulación”, señala la diseñadora Natalia Oviedo, una de las fundadoras de esta asociación.
Sobre el escudo facial
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), este modelo de escudo facial está pensado para el personal de la salud y no para el público general. El uso de este insumo es complementario al de las mascarillas n95 y antiparras y busca frenar el virus que se encuentra suspendido en el aire. “Cumple además con el objetivo secundario de aumentar el periodo de uso higiénico de las n95, que se van a acabar pronto, por lo que es pertinente alargar su uso”.
El diseño de este equipo se inspiró en un modelo desarrollado por los fabricantes de impresoras 3D Prusa Printers, y se encuentra bajo una licencia Creative Commons, que permite su uso comercial bajo ciertas condiciones. Está compuesto por un cintillo imprimible en 3D -en ácido poliláctico (PLA), un polímero con propiedades semejantes al PET, que es biodegradable bajo ciertas condiciones a temperaturas cercanas a 60 °C- y una mica tamaño carta (como las de librería).