Aunque se crea algo reciente, el mejoramiento genético de las plantas o el conjunto de procedimientos que buscan maximizar los beneficios asociados a su cultivo y consumo, es un fenómeno que acompaña a la Humanidad desde hace miles de años.
Así lo destacó Claudia Stange, académica del Departamento de Biología de la Facultad de Ciencias, quien señala que plantas tan típicas como el trigo, el maíz o el tomate, han tenido grandes cambios con el paso de los siglos.
"Hay que recordar que el maíz original, el teocintle, no se podía comer y no tenía granos de choclo, si no que fue el ser humano el que lo fue mejorando genéticamente, lo que se ha logrado a través de diferentes estrategias", remarcó la académica.
Entre ellas destaca el cruzamiento asistido entre distintas variedades de una misma especie para generar una nueva variedad, existiendo líneas de mejoramiento genético que aplican este procedimiento en programas en las universidades de Talca o U. de Chile; específicamente para frutas como la uva, manzanas o duraznos. "El objetivo en este tipo de trabajos es que por la cruza de un durazno A y uno B se obtenga un resultado que sea mejor, y es así como se han logrado generar en el mundo una amplia gama de alimentos mejorados", explicó.
Otra estrategia es la mutagénesis inducida al azar, una metodología que usa rayos gamma o compuestos mutágenos químicos que se irradian al tejido vegetal para generar una planta con otras características, como se hizo para obtener el pomelo rosado y menos amargo a partir del pomelo amarillo, que es ácido y amargo.
La desventaja en este caso es que como las mutaciones obtenidas de esta técnica son al azar, se hace necesario analizar grandes números de resultados -4 o 6 mil- para encontrar entre ellos el de interés. A esto se suma que a nivel genético no se sabe qué fue lo que mutó en esas plantas, porque lo que importa es el resultado final del ejercicio.
¿Cómo se producen los alimentos transgénicos?
"La planta transgénica es una planta originaria que ha sido modificada genéticamente en cuanto a que tiene un gen o genes adicionales que le otorgan características que la planta antecesora no tenía, como resistencia a patógenos, sequía, mayor cantidad de vitaminas, y así. Entonces uno sabe específicamente cual es el gen y hasta puede saber donde se injertó en el genoma", remarcó Stange.
A diferencia de las variedades vegetales que se producen mediante técnicas tradicionales, que no cuentan con regulación hasta el momento de ser cultivadas y comercializadas, la profesora Stange explicó que las generadas mediante ingeniería genética -transgénicas- siguen estrictas regulaciones internacionales definidas en el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Entre las materias que define como condiciones para que una nueva planta transgénica pueda ser comercializada incluye que se verifique que no sea tóxica, alergénica, la forma de cultivo, distancias, entre otras. Por tanto cuando una planta transgenica llega a ser comercializada tienen tanto riesgo a la salud y el medio ambiente como una generada por técnicas convencioanles, según detalló la profesora Stange.
Tomates y kiwis resistentes a la sequía y salinidad
Actualmente la profesora Claudia Stange encabeza el proyecto "Estrés abiótico para una agricultura sustentable", también conocido en su apartado de difusión como "Planta con Ciencia", y que tiene por objetivo desarrollar, en el marco de los desafíos que genera el cambio climático a la producción de alimentos, plantas de tomates y kiwi que sean tolerantes a la sequía y la salinidad.
"Elegimos estas plantas porque el kiwi es el tercer o cuarto fruto más exportado en nuestro país, y el tomate es la hortaliza más consumida en el mundo, también en Chile. Además queremos darle valor a una especie específica de tomate nativo, que se conoce como "poncho negro", y que se usa como patrón", relató la académica.
Junto con ello, el proyecto Anillo -que se desarrollará entre el 2020 y el 2023- busca producir un biomodulador, o sea un producto ecoamigable, compuesto preferentemente de moléculas vegetales y de bacterias, que promueva el crecimiento y la tolerancia al estrés abiótico en plantas.
Finalmente, como parte de su trabajo de divulgación científica, el equipo se encuentra desarrollando una labor informativa sobre cambio climático, mejoramiento genético y biotecnología, a través de la plataforma Instagram "Planta con Ciencia", a partir de la cual "pretendemos influir positivamente en el conocimiento de la comunidad sobre estos temas y su importancia en nuestro día a día, y para mostrar lo que los científicos estamos aportando desde la biotecnología para abordar estos problemas mundiales", finalizó.