Mayor contacto con pacientes Covid+, tanto para trabajadoras de la salud como para quienes no se desempeñan en el área; efectos profundos en el ámbito de salud mental, reflejado en ansiedad, dificultades para dormir y empeoramiento del estado de ánimo; menores consultas médicas cuando presentan sospechas de haberse contagiado de la enfermedad; y peores expectativas sobre la situación económica y laboral producto de la crisis sanitaria, son parte de los efectos de la pandemia en las mujeres, de acuerdo al quinto Informe de Monitoreo MOVID19. El estudio determinó que en todos los aspectos evaluados la situación de las entrevistadas es considerablemente peor que la de los hombres, de acuerdo a 45.499 respuestas.
La doctora Francisca Crispi, presidenta del Departamento de Género y Salud del Colegio Médico y académica de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, aseguró que la situación “ha provocado una crisis a nivel social y económico importante, en especial en un grupo vulnerable como es el de las mujeres. Esto afecta porque tienen trabajos precarios e informales que se han comprometido por la pandemia. El cierre de colegios y salas cunas ha aumentado el cuidados para niños y niñas, siendo una mayor carga para las mujeres, y la cuarentena ha aumentado los casos de violencia de genero y dificultades para el acceso a derechos sexuales y reproductivos”.
El documento plantea una serie de propuestas para disminuir la brecha de género, entre ellas, una política de protección del empleo y la generación de mecanismos legales para apoyo en ingresos; introducir el postnatal de emergencia para paliar el aumento en inestabilidad laboral; el aumento del apoyo psicosocial y potenciar corresponsabilidad en el hogar y, finalmente, fortalecer las ayudas integrales a las trabajadoras de la salud.
Cifras preocupantes
Uno de los principales resultados del informe fue que, en todos los rangos etarios, las mujeres buscan menos atención médica que los hombres cuando tienen síntomas compatibles con COVID-19, especialmente en personas sobre 65 años. En ese tramo, las consultadas se dirigen a los equipos de salud en un 14,6 por ciento, mientras que ellos lo hacen en un 18 por ciento. Entre los 18 y 39 años, sólo el 11,4 por ciento de las mujeres busca ayuda sanitaria, con respecto al 13,1 por ciento de los hombres y, finalmente, entre los 40 y 64 años, la diferencia se reduce a 12,7 por ciento contra 13,8 por ciento.
Otro de los puntos relevantes de la investigación fue la diferencia de las respuestas en materia de salud mental. Según datos del Termómetro Social, un 55,8 por ciento de las encuestadas indicó que su estado de ánimo ha empeorado, el 35 por ciento ha tenido problemas para dormir, el 26,5 por ciento ha sentido sensación de depresión, y el 34 por ciento ha presentado síntomas de ansiedad o nerviosismo. Ante las mismas preguntas, los consultados resfondieron afirmativamente en un 42,8 por ciento, un 23,4 por ciento, un 11,5 por ciento y un 14 por ciento, respectivamente.
Otro de los indicadores recogidos por el Termómetro Social muestra expectativas laborales y económicas divididas entre hombres y mujeres, diferenciada de acuerdo a los niveles de estudios, entre quienes terminaron la enseñanza media o más y las personas que no lo hicieron. Son las mujeres con educación media incompleta las que presentan la mayor sensación de vulnerabilidad descrita en el estudio. El 49,2 por ciento de estas mujeres estima que es totalmente o muy probable que la empresa donde trabajan quiebre en los próximos tres meses, mientras que solo el 25,8 por ciento de los hombres del mismo rango educacional opina lo mismo. En tanto, el 61,7 por ciento de las consultadas estima que las deudas de su hogar aumentarán.
Finalmente, las trabajadoras de la salud han tenido un 11,9 por ciento de contacto con personas Covid+, lo que significa una cifra significativamente mayor al entregado por sus pares, la que llega al 6,9 por ciento. La diferencia se mantiene para quienes no son parte del área sanitaria: 5 por ciento mujeres y 3 por ciento hombres.
El informe es el resultado de una colaboración entre la Universidad de Chile y el Colegio Médico, con aportes de la Universidad Diego Portales, la Pontificia Universidad Católica de Chile, y la Academia de Humanismo Cristiano, entre otras instituciones. En esta edición se ocuparon además los datos de la encuesta Termómetro Social, trabajo realizado por el Centro Microdatos (CMD) de la Universidad de Chile, el Núcleo Milenio en Desarrollo Social (DESOC) y el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), cuyo trabajo de campo se desarrolló entre el 30 de mayo y el 10 de junio 2020.