El estudio, realizado por los investigadores de la U. de Chile, Juan Díaz, Eduardo Engel y Alejandro Jofré, estimó la efectividad del proceso de vacunación contra el COVID-19 en curso, campaña que a la fecha ha permitido la inoculación de más de 7 millones de personas, de las cuales 4.042.671 ya han recibido las dos dosis.
El informe, presentado este martes al Ministerio de Salud, muestra una efectividad de 56,5 por ciento para prevenir contagios en quienes han recibido la segunda dosis de alguna de las vacunas hace al menos dos semanas. Este número se calcula tomando en consideración que las vacunas que se aplican en Chile actualmente son Sinovac (93 por ciento de la segunda dosis administrada) y Pfizer BioNTech (7 por ciento restante). Toma en cuenta, además, que esta última ha demostrado en Israel una efectividad de 94 por ciento.
La investigación concluye también que la efectividad de la vacuna Sinovac para prevenir contagios es de aproximadamente 54 por ciento en personas que ya completaron el proceso con sus dos dosis, valor similar al 50,4 por ciento reportado por el Instituto Butantan en el estudio de eficacia de esta vacuna realizado en Brasil, información que fue clave para su aprobación en Chile por el Instituto de Salud Pública (ISP).
El investigador de la U. de Chile, Eduardo Engel, precisó que "la metodología que usamos, dada la información que existe, estima el efecto combinado de lo que se ha aplicado de Sinovac y Pfizer, y ese es el 56,5 por ciento, y luego, tomando la efectividad de Pfizer en Israel, podemos inferir un 54 por ciento para la vacuna Sinovac". Es importante notar que la similitud entre las cifras de este estudio y el brasileño es alentadora, pues sugiere que la efectividad de la vacuna Sinovac no se ha visto afectada por una eventual circulación de nuevas variantes del virus en el país, ya sea porque dicha circulación todavía no es masiva o porque la vacuna no pierde efectividad.
Dentro de los resultados, el estudio corrobora también que con una sola dosis la protección ante contagios es muy baja, de un 3 por ciento. De ahí la importancia de recibir la segunda dosis y seguir con cuidados estrictos hasta transcurridos al menos dos semanas desde su aplicación. Los investigadores enfatizan que no se debe olvidar que el grado de protección de contagios es de un 56 por ciento, no de un 100 por ciento, y que por el momento no existe la información necesaria para evaluar la efectividad del programa de vacunación para prevenir hospitalizaciones. “Aunque se espera que sea más alto, se necesita información para confirmar que es así” afirma el académico de la U. de Chile, Alejandro Jofré.
Redoblar la prevención y el cuidado
Las cifras del estudio indican, por otra parte, que el desafío de lograr la inmunidad de rebaño será mayor en Chile que en países que están aplicando vacunas con mayor efectividad. Por lo tanto, los autores llamaron a reforzar la campaña de vacunación que está hoy en curso, haciendo un esfuerzo especial en vacunar a todos los rezagados. Además de mantener las medidas de prevención como el uso de mascarillas, lavado de manos, distanciamiento social, como asimismo las medidas de cuarentenas aplicadas para reducir la movilidad real de las personas a lo largo del país.
El Rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, recalcó que es importante informarnos de manera correcta y oportuna de las medidas que se están tomando para evitar la propagación del virus. “Estos resultados nos dan una luz de esperanza, pero debemos ser empáticos, cuidarnos, usar mascarillas, seguir medidas sanitarias, quedarnos en casa aun teniendo la vacuna. Solo así saldremos antes de la pandemia”. Añadió además que “la vacuna solo tiene un aporte significativo cuando han pasado 14 días de la segunda dosis y eso refuerza la idea de que el vacunarse, por lo menos hasta que haya pasado ese tiempo, no tiene un efecto importante y no debe en ningún caso ser considerado un factor para descuidar todo lo que se ha dicho respecto a las medidas para prevenir los contagios”.
En la misma línea, Eduardo Engel, sostiene qué con los antecedentes expuestos, “es de vital importancia redoblar los esfuerzos gubernamentales, tanto en acciones como en comunicación de riesgo, y también entre los ciudadanos para evitar la propagación del virus”.
Por su parte, el investigador U. de Chile, Juan Díaz, afirmó que “es muy importante contar con información para realizar un estudio similar para medir la efectividad del programa de vacunación en prevenir las hospitalizaciones”. Lamentablemente, los datos públicos sobre hospitalizaciones por grupo etario no se han publicado desde fines de febrero. Para que la comunidad científica pueda contribuir a evaluar la efectividad de las vacunas previniendo hospitalizaciones, demanda por camas UCI y decesos es clave que se dé acceso a datos de nuevos casos, hospitalizaciones, camas UCI y decesos para vacunados y no vacunados, por separado.
El análisis realizado por los académicos de la U. de Chile se basa en cómo están funcionando las vacunas en la realidad, no en ensayos clínicos, y aplica una versión no lineal de la metodología de diferencias para obtener una estimación rigurosa y precisa de la efectividad que está teniendo el programa de vacunación en prevenir contagios. Este trabajo fue realizado con información pública del Ministerio de Ciencias y distingue entre tres grupos de vacunados: los que han recibido sólo una dosis, quienes recibieron una segunda dosis hace menos de dos semanas y los que han recibido la segunda dosis hace al menos dos semanas.
Resultados por grupos etarios
El análisis muestra además la evolución de nuevos casos para distintos grupos etarios. La línea azul es la reportada por el Minsal, la línea roja es lo que habría sucedido sin un proceso de vacunación masiva como el que está en curso en Chile. En la gráfica para los mayores de 70 años, se observa que en la última semana el número de contagios habría sido un 64 por ciento mayor sin vacunación. En cambio, la diferencia entre la línea roja y la azul es mucho menor (3 por ciento) en la gráfica para los menores de 60 años. La diferencia entre las dos gráficas se explica porque la fracción de vacunados con dos dosis es mucho mayor en el primer grupo (83 por ciento) que en el segundo grupo (8 por ciento). La tercera gráfica muestra lo que sucede con las personas entre 60 y 69 años y se encuentra a mitad de camino entre las dos figuras anteriores.