Notificar a los contactos estrechos de un caso positivo de COVID-19 es parte de las tareas de la estrategia de Testeo-Trazabilidad-Aislamiento (TTA), uno de los puntos clave para la gestión de la pandemia que, como develó recientemente un informe de la U. de Chile, el Colegio Médico y otras instituciones, está hoy al debe por diversas razones, entre ellas, la falta de recursos tecnológicos y humanos.
Ante esta necesidad, y al igual que el año pasado, la U. de Chile vuelve a realizar la campaña de reclutamiento para apoyar a los centros de Atención Primaria de Salud (APS) de todo el país. Para ello, el plantel busca convocar a más de mil personas. Como explica la académica Viviana Ulloa, subdirectora del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de la Facultad de Medicina, la convocatoria no está dirigida solo a profesionales o estudiantes del área de la salud, sino que a toda la comunidad que cuente con dos horas diarias, por cuatro semanas idealmente, y que esté certificado con el curso gratuito “Seguimiento de casos y contactos COVID-19”, impartido por la U. de Chile desde el 2020, el cual está basado en un programa de la Universidad John Hopkins.
Este curso se tradujo al español por el equipo de la Universidad de Chile, luego de que las autoridades sanitarias determinaran que la estrategia TTA iba a estar a cargo de la Atención Primaria de Salud, en junio del 2020. A la fecha, este programa ha llegado a más de 30 mil participantes, de los cuales 25 mil personas se encuentran certificadas.
“La reactivación de este llamado a voluntarios y voluntarias nace por la necesidad de los centros de APS que no están pudiendo cumplir los plazos para hacer un adecuado seguimiento de trazabilidad. Hoy día lo que estamos viendo es el resultado de esto que fue un deficitario monitoreo, no porque el APS no quisiera hacerlo, sino que porque los recursos no fueron los suficientes”, señaló Viviana Ulloa.
La iniciativa, impulsada por el Rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, busca ayudar en medio de la pandemia, contribuyendo a la estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento, para continuar así con la labor que se inició el año pasado.
"Los voluntarios podrán aplicar y retomar técnicas de entrevista, conocer el sistema de salud, desarrollar conocimiento en relación a la atención centrada en las personas, atender y educar respecto a síntomas y signos de alarma y conocer estrategias de derivación", sostuvo el Rector. Y, añadió, que quienes se sumen "tendrán una experiencia valiosa para sus vidas que va a ser lo que aprendan en el proceso de manejo a nivel de salud comunitaria en una situación tan grave como la pandemia, y por sobre todo como estudiantes de un centro de educación público van a tener la satisfacción de haber contribuido con su trabajo y esfuerzo a mitigar el dolor que hoy día aflige a nuestros conciudadanos. Por eso los invito a participar con entusiasmo y ver aquí una oportunidad de crecimiento a través de apoyar la estrategia de trazabilidad en la Atención Primaria de Salud", aseguró.
“Sabemos que es una labor relevante desde la Salud Pública apoyar a las personas que ya están haciendo el seguimiento, desde la atención primaria o desde los servicios. Comprendemos que lo está haciendo de la mejor forma posible, por esto esta capacitación hoy sigue disponible tanto para quienes están haciendo el trabajo de seguimiento, pero también para quienes quieren aprender a realizar este proceso. Esperamos que este conocimiento sea útil en el futuro de los profesionales, estudiantes, agentes comunitarios organizaciones no gubernamentales y a todos quienes puedan colaborar en este proceso, manifestó la directora de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, Verónica Iglesias.
A las y los inscritos, la U. de Chile entregará un chip para la conexión y llamadas; y quienes no hayan tomado el curso, pueden hacerlo de manera abierta y gratuita.
Al participar en esta experiencia, plantea el equipo organizador en su llamado, las y los voluntarios podrán “aplicar y retomar técnicas de entrevistas, conocer el sistema de salud, desarrollar conocimientos en relación a la atención centrada en las personas, atender y educar respecto a síntomas y signos de alarma, conocer estrategias de derivación”. Además, agregan, “como no hay prácticas clínicas presenciales, esta podría ser una instancia provechosa que permita interactuar con pacientes, colaborando en el enfrenamiento de la pandemia junto con ser parte de la primera línea”.
Impacto y dinámica de trabajo
Como detalla la profesora Ulloa, el impacto de esta iniciativa de apoyo puede ser crucial dado que “una o un voluntario que tome dos horas diarias, por 5 días a la semana, conlleva a 10 horas dedicados en ese lapso solo a tomar nuevos casos. En ese tiempo, puede atender a 10 nuevos casos, considerando en esta labor la contención, consejería y la búsqueda de los contactos estrechos”.
Hoy se estima que por cada persona hay 7 contactos, por lo tanto, agregó la especialista, con estos 10 contactos se puede alcanzar a 70 personas con su acción semanal. “Hoy hay gente que en verdad no sabe que fue contacto, porque no se ha llamado a la primera persona y ese contacto ya contagió a los otros”, detalló.
Luego de completar el formulario, que se revisa cada hora para responder a las y los voluntarios, se separa a quienes tienen el certificado del curso y quienes no, para, en el caso de estos último, destinarles a que lo realicen. Los que tienen el programa, deben enviar el certificado. Luego de ello, son ingresados a una planilla que se cruza con las comunas que han solicitado cooperación, a las que se les asigna un coordinador o coordinadora académico de la Facultad de Medicina, a quien a su vez se le asignan 5 a 7 voluntarios.
El equipo se contacta con el director de salud comunal o con los encargados de epidemiología. Ellos hacen una reunión para definir la metodología de trabajo, adecuándose a la realidad local, y definir cómo se van a asignar los casos. Después el coordinador universitario se junta con los voluntarios y baja la información. Ahí indican cuáles van a ser los horarios para hacer los llamados y se le asignan los casos.
Esta campaña se suma a la distribución del manual “Cuidándonos en comunidad frente al COVID-19. Manual sobre generalidades del Sars-cov-2 y la enfermedad COVID-19 para la comunidad”, preparado por la Facultad de Medicina de la U. de Chile.
Hoy esta iniciativa de apoyo a la estrategia TTA ya se encuentra operativa en CESFAM Cristo Vive de Recoleta y Villaseca de Puente Alto. La próxima semana se integra Buin y Renca y así consecutivamente en función de los requerimientos territoriales.
Las y los voluntarios deben inscribirse en el este formulario. En caso de cualquier duda, las personas pueden escribir al correo trazabilidad.uch@gmail.com