Con el objetivo de aportar nuevas herramientas para visibilizar y avanzar hacia la paridad de género en la gestión del riesgo de desastres en el país, el Programa de Reducción de Riesgos y Desastres (CITRID), junto a la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID), realizaron un conversatorio virtual que estrenó el cortometraje “La memoria de mis manos” el miércoles 21 de abril. El documental fue impulsado con el apoyo del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género (MinMujerEG), la ONEMI, la Oficina de los Estados Unidos de Asistencia para Desastres en el Extranjero (USAID/OFDA), y Caritas Chile.
De acuerdo con ONU Mujeres, los desastres afectan a las mujeres, niñas, niños y hombres de manera diferente, pues las desigualdades aumentan la vulnerabilidad y limitan el acceso a recursos que permitan reducir los riesgos. Bajo este contexto, las comunidades internacionales han reconocido la necesidad de incorporar la igualdad de género y los derechos de las mujeres en la materia. Del mismo modo, el Marco de Sendai para la Reducción de Riesgo de Desastres del 2015-2030, reconoce el rol crítico de las mujeres para enfrentar el riesgo de desastres, solicitando promocionar políticas de equidad de género a nivel mundial.
Por ello, la Universidad de Chile y otras instituciones gubernamentales han trabajado en la generación de diferentes herramientas para transformar y avanzar hacia la paridad cuando se enfrentan contextos de peligros socio naturales en el país. Para el vicerrector de la VID, Flavio Salazar, “esta iniciativa es de gran orgullo para la institución, ya que logra conjugar dos aspectos importantes en la universidad, que tienen relación con la nueva forma de generar conocimiento que estamos implementando a través de la transdisciplina. Es primordial trabajar la equidad de género de manera transversal en la investigación y el quehacer universitario, sobre todo por el contexto de constante transformación mundial”.
La Seremi Metropolitana del Ministerio de la Mujer, Carolina Oyarzún, destacó la iniciativa como una forma de reconocer la labor de las mujeres ante los desastres. “Hace poco más de un siglo, se hizo efectivo el derecho a que las mujeres pudieran acceder a los estudios en la universidad. De ahí en adelante, poco a poco se han ido multiplicando la creación de asociaciones enfocadas en relevar su papel en la sociedad chilena. Esto es muy importante porque la igualdad es la base necesaria para lograr un mejor mundo. Hoy los desafíos son múltiples, sobre todo ante la pandemia por COVID-19, y es ahí en donde podemos evidenciar el rol preponderante de las mujeres”, comentó.
La incorporación de la perspectiva de género
Según el reporte “Desafíos de la pandemia COVID-19 desde un enfoque de género”, elaborado por el SENCE, la participación femenina en el trabajo doméstico fue del 91,3%, seguido por el sector asistencial social y de salud con un 73,5%. Esta situación da cuenta de la vulnerabilidad a las que se han visto enfrentadas las mujeres durante este periodo debido a su rol en la sociedad.
La Académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Rebeca Silva, fue una de las voces convocadas en el cortometraje. Para la especialista, “el rol de las mujeres ha sido invisibilizado por nuestra sociedad. El efecto de los desastres socio naturales y la crisis derivada de las situaciones de emergencia, tiene un impacto profundo, pero no homogéneo en las distintas personas. Tal como hemos visto en este periodo de crisis sanitaria por el COVID-19, estos procesos críticos generan consecuencias que hacen más visibles la desigualdad existente en nuestra sociedad, incluso acrecentándola. En estos procesos de emergencia, son justamente las mujeres la que levantan múltiples estrategias colaborativas para hacer frente a la crisis. Ese conocimiento debe ser prioritario para pensar en las políticas y programas de planificación sobre riesgos y desastres, haciéndolos llegar en clave ciudadana a las personas que habitan nuestro territorio”, destacó.
Asimismo, el subdirector de ONEMI, Cristóbal Mena, se refirió a la importancia de la perspectiva de género en la gestión del riesgo de desastres. “Esto se traduce en una serie de políticas, programas, acciones, y priorizaciones presupuestarias que no son neutras, vale decir, responden a un contexto, una realidad social, cultural e histórica, en la que las personas desempeñan roles determinados y experimentan vulnerabilidades. En este sentido, la incorporación de la perspectiva de género para reducir el riesgo de desastres permite visibilizar a las mujeres, niñas y disidencias, junto a sus realidades y necesidades, haciendo que las acciones de los organismos públicos permitan el pleno ejercicio de los derechos humanos, potenciando y reconociendo sus capacidades, experiencias y el conocimiento, especialmente durante las emergencias”, añadió.
Finalmente, la Coordinadora del Programa ONU Mujeres, María Francisca Valenzuela, señaló que “desde las Naciones Unidas se han realizado una serie de recomendaciones sobre esta materia. Existen resoluciones internacionales que manifiestan la necesidad de la perspectiva de género para la recuperación. Las brechas de género y la vulneración son temas que se agudizan en los contextos de crisis y deben ser abordados. La importancia de las mujeres no es solo en su resiliencia como personas, sino también en cómo ellas contribuyen a la resiliencia de las comunidades. Como país, necesitamos trabajar en estos desafíos, por lo que felicito la iniciativa”.
En este contexto, el cortometraje “La memoria de mis manos” viene a aportar al debate sobre la incorporación de la perspectiva de género en la gestión de riesgo de desastres mediante la agrupación de voces de la academia, las organizaciones vecinales, y la gobernanza municipal y estatal, entendiendo la importancia de la resiliencia desde lo colectivo y territorial.
Para revivir el conversatorio, visitar el siguiente enlace https://youtu.be/Ayjql_LDUew