Protocolos, acogida y prevención en casos de acoso sexual, son parte de los logros de la Subdirección de Género y Diversidades de la FAU

Protocolos, acogida y prevención en casos de acoso sexual

Los objetivos de la Subdirección de Género y Diversidades son velar por la integralidad y no discriminación por motivos de género, sexo, otientación, corporalidad y raza en la educación, abordando además temáticas de investigación y extensión en inclusión de género, relacionadas a corporalidades diversas, en estamentos de estudiantes, académicos y funcionarios en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo en la Universidad de Chile.

Una ardua tarea y gran desafío que recayeron en el académico Martín Torres Rodríguez, actual subdirector de esta instancia. Desde marzo de 2020 hasta la fecha, él junto a un equipo han impulsado diversas iniciativas, tales como la generación de protocolos sobre inclusión de género, diversidad de género y diversidad funcional. Asimismo, han elaborado protocolos para el uso de nombre social y el cambio de nombre registral, así como normativas sobre acogida en casos de acoso sexual y campañas en prevención del mismo. 

Además de lo anterior, se implementó un diagnóstico de género en la Facultad el que arrojó diversas problemáticas al interior de la misma. A raíz de lo anterior, se plantearon mejoras en la Facultad, como por ejemplo postulación a algunos proyectos con los cuales se elaborará una página web de la Subdirección de Género. 

Respecto de la recepción de los y las estudiantes, el Prof. Martín Torres relata que “la Subdirección de Género ha tenido una recepción fantástica de manera triestamental, pero fundamentalmente de estudiantes, quienes han utilizado en un 90% las atenciones de esta sección. Generalmente lo que mayoritariamente buscan es orientación”. 

En relación a los avances señala que “en los logros tangibles se destacan el diagnóstico de género de la Facultad y la próxima página web a ser implementada. De manera intangible, creo que uno de los grandes logros de la Subdirección es poder dar acogida y cabida a las dudas existentes especialmente en el cuerpo estudiantil, y ser parte de una formación integral en educación”. 

La importancia de la existencia de la Subdirección de Género y Diversidades de la FAU se expresa en la valiosa “posibilidad que brinda la FAU en contar con una acogida en casos de discriminación, y acoso sexual, abriendo las puertas a generar demandas, y recibir orientaciones, y contar con un claro resguardo ante estas injusticias”, agrega Torres. 

El tema de Acoso Sexual ha sido una proecupación central en la Universidad de Chile, universidad pionera en enfrentar el acoso sexual y la violencia de género, poniendo en marcha desde 2017 una Política de Prevención y un Protocolo de actuación diseñados en conjunto con representantes estudiantiles y trabajadoras.

La investigación realizada por la Dirección de Igualdad de Género  denominado "Acoso sexual en el campus: estudio sobre violencia sexual en la comunidad de la Universidad de Chile", cuyo fin fue dimensionar y caracterizar el acoso sexual en la Casa de Estudios, dio como resultado que un 26 % de los(as) entrevistadas(os) ha conocido situaciones de acoso sexual en la universidad y un 14,7% lo ha sufrido directamente.

Las afectadas son mayoritariamente mujeres, principalmente alumnas, y los agresores son hombres (académicos o estudiantes). Mayoritariamente las víctimas no denuncian, debido al desconocimiento de los procedimientos, el temor a sufrir represalias o a que se vea afectada su carrera, y la desconfianza en la institucionalidad universitaria y sus mecanismos de investigación. El estudio fue realziado en el año 2016, tras lo cual se dio inicio a una serie de acciones y políticas para hacer frente a los abusos y prevenirlos.

Ante esta voluntad institucional de revertir estas cifras y asumir los desafíos involucrando además a las diversidades, Martín Torres se plantea ambiciosas pero necesarias metas como lo son que la Subdirección de Género pueda convertirse en una entidad que logre generar un cambio sustancial de manera  cultural, y no solamente legislativa. “Vale decir, generar protocolos, y manuales de prevención para el acoso y la discriminación, son un primer paso pero no el único, ya que el desafío mayor es poder gestar un cambio profundo en la sociedad”.