Este miércoles 13 de abril, el Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, dio inicio al año académico 2022, actividad que contó con la presencia del Presidente de la República, Gabriel Boric; el ministro de Educación, Marco Ávila; la ministra de la Secretaría General de Gobierno de Chile, Camila Vallejo; el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Flavio Salazar; y la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola; además de nuevas autoridades de gobierno, académicos y académicas, funcionarios e integrantes de la comunidad universitaria.
La ceremonia se realizó de manera presencial en el Salón de Honor de la Casa Central, espacio donde el Rector Vivaldi realizó un balance de los últimos años marcados por el estallido social, la pandemia y el proceso constituyente. “¿Qué querían los más de un millón de personas que con tranquilidad y fuerza salieron a marchar ese 25 de octubre? ¿Qué los impulsó? ¿Qué buscaban?”. Con esas interrogantes, la autoridad inició su discurso inaugural, tras ocho años de al frente de la Universidad de Chile, y ad portas de las votaciones del claustro académico para elegir al próximo Rector/a el próximo mes de mayo.
Las interrogantes señaladas apuntan al compromiso que el Rector y la institución han asumido en este último período con la Convención Constitucional. Recordó así cuando, en sus inicios, el órgano enfrentó dificultades de funcionamiento, y fue la Universidad la primera en ofrecer sus salones y oficinas para contribuir “sin condiciones” a su desarrollo. “Era necesario un gesto republicano que superara cualquier contingencia. La Universidad debía reflejar una voluntad popular, aquella que el país entero había visto expresarse en la calle y en las urnas”, apuntó. Para “comenzar a responder esas preguntas, se requiere un nuevo ámbito de debate en el país, serio, sano y generoso”, agregó
Por otra parte, presentó algunos hitos que dan cuenta del marcado compromiso institucional que siempre ha esgrimido en favor de la democracia, la educación pública y el alcance del bien común para todos los ciudadanos y ciudadanas a lo largo del país. Entre ellos, destacó algunos del último año, como la restitución de Canal público de Televisión de la Universidad de Chile- UChile TV-, una de las muchas instancias anuladas por el modelo económico implantado durante la dictadura; el reciente lanzamiento desde Cabo Cañaveral de una constelación satelital desarrollada por la Universidad de Chile y la puesta en marcha del Centro de Biotecnología y Producción de Vacunas en Parque Carén, en conjunto con la empresa Italiana Reithera, la empresa Cytiva, Nordika e Italfarmaco, lo que demuestra el interés del plantel por aportar de manera concreta al desarrollo de la ciencia y tecnología en el país.
Sobre este último, el rector destacó la importancia de invertir en investigación dentro del país -“¿Debe Chile invertir para generar Ciencia y Tecnología o debe optar por comprarla en el mercado mundial?”, preguntó”-, para luego enfatizar que sin duda Carén generará “un ecosistema local de investigación científica, el que contribuirá al impulso del nuevo modelo de desarrollo que requiere Chile y en donde el Estado, privados, y la academia impulsen proyectos comunes para el bien del país y su gente”.
Sobre el complejo contexto social y sanitario que ha vivido Chile en los últimos dos años, Vivaldi reconoció, sobre todo, el impacto que la pandemia provocó a nivel académico. Destacó la “transformación digital de emergencia que nos hizo innovar en la forma en cómo hacemos las cosas” y enumeró algunas de las ayudas entregadas: más de 2000 tabletas y 2800 chips de tráfico ilimitado, que implicó una inversión de $548 millones provenientes de la comunidad universitaria, la empresa privada y aportes institucionales, los que complementaron los $3.000 millones que anualmente la Universidad entrega a través del Programa de Apoyo Económico.
Además, específicamente en materia de salud mental, el rector subrayó dos importantes iniciativas implementadas a nivel universitario: el programa Conciencia saludable y la Propuesta de Política de Bienestar y Salud Mental Universitaria.
Asimismo, dentro de la Universidad, el rector destacó la preocupación por erradicar las desigualdades de género, la violencia y la discriminación, creando oficinas o direcciones de género en las Facultades e Institutos y, a nivel central, poniendo en marcha políticas de prevención del acoso, corresponsabilidad en el cuidado y reconocimiento del nombre social de las personas trans. “La Universidad reitera así su compromiso con el feminismo, la igualdad y el pensamiento crítico, para que la educación superior siga siendo un importante instrumento de transformación para construir una sociedad más justa”, expuso Vivaldi.
El discurso de la autoridad estuvo cruzado por la reflexión sobre el significado de lo público dentro de la educación superior y la importancia de defender la identidad original de las llamadas “universidades del Estado”. En este sentido señaló que “resulta increíble la discusión sobre si universidades privadas deben ser consideradas públicas. Este no es un tema de financiamiento, más bien, el efecto real de este hecho insólito, que privados quieran ser públicos, es que, en la ambigüedad, los públicos no puedan reconstruirse en su condición de tales y los privados no retrocedan en todo lo ganado en 50 años. Se quiere que no vuelvan a haber universidades públicas en Chile”, planteó el rector.
“Una de las consecuencias de hacer ambiguo el concepto de universidad pública es facilitar la transferencia de bienes y funciones públicos al ámbito privado. Más aún, para apropiarse y privatizar bienes públicos las privadas cuentan con la ventaja de poder negociar tranquilamente sin someterse a las estrictas reglas procedimentales que regulan a las públicas”, agregó el rector.
A continuación, Vivaldi enumeró algunos de los proyectos de infraestructura y de “bien público común”, que están en marcha y que espera se sigan desarrollando en corto plazo. Entre ellos está el Parque Carén, que “con sus más de mil hectáreas se ofrece como un espacio para pensar y proyectar un futuro para Chile” y el proyecto Vicuña Mackenna 37- 39 que estará dedicado al patrimonia y la experimentación artística y cultural emplazado en plena Plaza Italia y que trabajará en alianza con el Museo Violeta Parra.
Finalmente el rector se refirió también al cambio de la prueba de ingreso universitario que por muchos años intentó ser privatizada. “La Universidad de Chile se siente orgullosa tanto de haber creado la prueba como de lo mucho que ha hecho por perfeccionarla para compensar la dramática inequidad educacional con una prueba impecablemente elaborada técnicamente e implementada logísticamente”, señaló.
“Sabemos - gracias al estudio de Kuzmanic y Valenzuela de nuestro CIAE- que la dramática segregación socioeconómica, característica del sistema escolar chileno, no se replica a nivel universitario. Nuestras universidades son más diversas que los establecimientos escolares”, agregó.
“Si hay un sello de la universidad latinoamericana, y de la Universidad de Chile muy en especial, es la participación directa en las cuestiones de Estado y la mayor receptividad a la desigualdad social que ve en su entorno. En su historia, esta Universidad cumple un rol único de generar un espacio pluralista e inclusivo donde se discuten y proponen cambios para el país. Por no tener dueño no puede ser utilizada por nadie como pieza en el ajedrez de la política contingente. En este momento único de nuestra historia, es bueno no dejar de hacer esa reflexión”, concluyó.