El 17 de Junio, el Presidente Gabriel Boric anuncio el cierre progresivo de la Fundición Ventanas en Quintero, una zona que por décadas ha recibido la denominación de zona de sacrificio por la presencia de esta y otras industrias contaminantes en el territorio. Dicha reputación se acrecentó en 2018, luego de un episodio ambiental que generó alrededor de 1.700 consultas por intoxicación en los distintos hospitales del área. El caso tuvo entre sus responsables a la Fundición Ventanas de Codelco, que desde 1964 lleva a cabo la fundición y producción de ánodos y barras de cobre a partir de un polvo conocido como concentrado de cobre.
Así lo explica la Dra. Carla Johanessen, profesora del Programa de Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, quien asegura que la fundición de Quintero es responsable de cerca del 60 por ciento de las emisiones responsable de este tipo de eventos. Por ello, ve la decisión de cierre progresivo como una medida de salud pública, orientada a sacar la fuente para que haya menos contaminantes y -en el fondo- hayan menos efectos en salud. “Si tú me preguntas si estoy de acuerdo con la decisión, estoy muy de acuerdo”, asegura.
Sin embargo, este balance no es reciente. En 2020, fue analizada por distintos académicos de la Universidad de Chile en el position paper Los territorios que habita(re)mos: ¿Qué futuro existe para las zonas de sacrificio?, documento impulsado por el Programa de Reducción de Riesgos y Desastres (CITRID), junto a la Unidad de Redes Transdisciplinarias de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VID) de la Universidad de Chile.
Este trabajo tuvo entre sus participantes a la directora del Departamento de Geografía de la Universidad de Chile, María Cristina Fragkou, quien ve a Ventanas como un centro neurálgico e industrial que forma parte de una red mucho más amplia. “Yo diría que Ventanas no es el problema, es el síntoma de un modelo de desarrollo. Es algo que es imprescindible para que otras actividades se puedan llevar a cabo, como la minería, el consumo energético, industrial, etc.” afirma la académica.
Sin embargo, esta visión que se tiene de Quintero dista mucho de lo que existía antes de su industrialización, de acuerdo al profesor del Departamento de Silvicultura y Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, Juan Pablo Fuentes. El académico indica que en el pasado esta área, un sector de planicies costeras, poseía una vegetación bastante frondosa, vegetación nativa, ecosistemas esclerófilos que fueron dando paso a la agricultura. “Principalmente el uso que tenía esa zona era el uso en agricultura de la lenteja y de algunos cereales”, menciona.
Si quieres saber más sobre este interesante tema, puedes escuchar el episodio de esta semana en Tantaku.cl, en Youtube y en Spotify.