Una de las principales causas de muerte en Chile

La importancia de la prevención y las políticas públicas frente a las enfermedades cardiovasculares

Mes del corazón: la importancia de la prevención y las políticas
Mes del Corazón
“Es necesario que los Estados y los gobiernos hagan programas de prevención y políticas públicas que sean intersectoriales, de forma tal que el desarrollo de las ciudades sea desde un enfoque saludable y se abarque todo el ciclo vital", enfatiza la Dra. Carolina Nazzal.
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Los principales factores protectores de las enfermedades cardiovasculares están orientados a un estilo de vida más armónico, intentando disminuir el estrés, tener un estilo de vida más simple, salir al parque y aprovechar la naturaleza, hacer ejercicios, entre otros aspectos.

Desde la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, la Dra. Carolina Nazzal, académica del programa de Epidemiología, explica por qué tenemos cifras tan alarmantes asociadas a las enfermedades cardiovasculares y qué podemos hacer para enfrentar los principales factores de riesgo en la población.

Según datos del Ministerio de Salud y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares, como el infarto al miocardio y el accidente cerebrovascular, son las más dañinas en nuestro país. Según explica la Dra. Nazzal, esto se debe a que la población, “tanto en Chile como en la mayoría de los países del mundo, va envejeciendo debido al avance que hay en las tecnologías para el tratamiento de las enfermedades. Entonces, como vivimos más años, tenemos más tiempo para estar susceptibles a presentar este tipo de enfermedades llamadas no transmisibles o crónicas no transmisibles, las que van de la mano con el envejecimiento de toda la parte cardiovascular, principalmente de las arterias, lo que conlleva que con los años la población presente hipertensión arterial, enfermedad coronaria y accidente cerebrovascular, por nombrar algunas”.

Vivir más tiempo y los procesos migratorios del campo a la cuidad también han significado un cambio en el desarrollo del ser humano y en su estilo de vida, tanto para los adultos como para los niños, volcándose a estados más sedentarios. Estos cambios, sumado al acceso a las nuevas tecnologías, han limitado los tiempos y espacios para salir a hacer algún tipo de ejercicio.

En este sentido, destaca la académica, “las ciudades han crecido con poca armonía, entonces las personas tampoco pueden optar por estilos de vida que les ayuden a prevenir este tipo de enfermedades. Por ejemplo, pasan mucho tiempo trasladándose para ir a trabajar o las ciudades no tienen las condiciones para que las personas se ejerciten, lo cual protegería a la población de las enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, hay un gran acceso a la comida de mala calidad o comida rápida, lo que va de la mano con el poco tiempo que tienen las familias para dedicarle a la cocina. Todos estos factores se suman y hacen que se desarrollen las enfermedades cardiovasculares”.

El cuidado temprano y continuo como estrategia de vida

Para la Dra. Carolina Nazzal, es necesario entender que la principal estrategia para enfrentar las enfermedades crónicas no transmisibles, se inicia con una prevención desde el embarazo. “Lo más importante para evitar estas situaciones es tener la conciencia de que la prevención debe hacerse desde la etapa intrauterina, durante la infancia y los primeros años de vida. Esto significa cuidar a la madre mientras está gestando, de forma de que tenga un embarazo y un crecimiento intrauterino normal, y -por supuesto- los niños en toda su etapa infantil, en la adolescencia y luego en la etapa adulta y adulta tardía”.

Por eso, agrega, “es necesario que los Estados y los gobiernos hagan programas de prevención y políticas públicas que sean intersectoriales, de forma tal que el desarrollo de las ciudades sea desde un enfoque saludable y se abarque todo el ciclo vital. Por ejemplo, el programa Chile Crece Contigo aborda los primeros días de vida. También los exámenes preventivos del Ministerio de Salud apuntan a prevenir y diagnosticar precozmente los factores de riesgo de estas enfermedades, tanto de los adolescentes como de los adultos jóvenes. Sin embargo, esta herramienta se utiliza poco porque no hay gran conciencia de que el cuidado deba comenzar en etapas tempranas para así poder tener un envejecimiento saludable”, enfatiza la académica de la Escuela de Salud Pública.

En esta línea, explica la Dra. Nazzal, el elemento principal para propiciar estas condiciones es el cuidado de las madres y de los padres respecto de sus hijos, pero también el aporte que realiza el Estado a través de políticas públicas orientadas a promocionar una vida saludable en la población. “Jugar con los hijos, comer saludable, tener acceso a frutas y verduras es relevante, pero también pensar en la necesidad de políticas de Estado que puedan favorecer este tipo de alimentación más saludable con mejor acceso a ferias, disminución del precio de algunos alimentos o subir los impuestos de los alimentos que son menos saludables, buscando la forma de controlar el acceso a la población, como se ha hecho -por ejemplo- con el tabaco”.

¿Pero qué sucede cuando los factores de riego ya se encuentran presentes en la población? Aquí la experta es enfática en señalar que se “deben mantener los controles médicos y los tratamientos indicados teniendo buena adherencia a los programas, ya sea a través del Programa de Salud Cardiovascular del sistema público o el acceso que disponga la previsión de salud del paciente. Es importante que conozcan sus complicaciones, vale decir, si presentan presión alta pueden desarrollar un accidente cardiovascular, si tienen el colesterol alto pueden tener un infarto al corazón. Lo mismo pasa con los diabéticos, que tienen mayor riesgo de complicaciones cardiovasculares”.

Finalmente, indica la Dra. Carolina Nazzal, es importante recordar que los principales factores protectores de las enfermedades cardiovasculares están orientados a un estilo de vida más armónico, intentando disminuir el estrés, tener un estilo de vida más simple, salir al parque y aprovechar la naturaleza, caminar, jugar afuera con los niños, dormir lo suficiente, no fumar y hacer un consumo  moderado del alcohol.

A continuación revive la entrevista de la Dra. Carolina Nazzal en #ConOjoClínico TV UChile