Un 14 de enero de 1893 nace en Santiago de Chile Justicia Espada Acuña Mena, la primera mujer en titularse como ingeniera civil y en ejercer profesionalmente en Chile, en un contexto donde las mujeres principalmente se incorporaban a la fuerza obrera en trabajos manufacturados de alimentos, textiles y vestuario.
A más de un siglo de la obtención de su título profesional en 1919, la importancia de este hito sigue presente para las miles de mujeres que siguen los pasos de la ingeniera civil. Así lo señala Amarí Peliowski, académica del Instituto de Historia y Patrimonio de la Universidad de Chile. “Su titulación marca el inicio y legitimación de la historia de las ingenieras no solo en Chile, sino que también a nivel latinoamericano. Su historia puede considerarse así como el gatillante de una nueva historia”.
Siendo la segunda hija de una familia conformada por cuatro hermanos y tres hermanas, Justicia Espada Acuña se crió en un ambiente que fomentaba la libertad para desempeñarse en lo que quisieran. Fue así que luego de terminar la enseñanza media en una sección para mujeres del Liceo de Aplicación, ingresó en primera instancia a Pedagogía en Matemáticas en la Universidad de Chile. Una decisión inspirada en su padre constructor civil, José Acuña, pero que luego Justicia Espada cambiaría para buscar ser ingeniera. Así lo relata Marlena Murillo, Ingeniera Civil de la U. de Chile y vicepresidenta de la Red de Mujeres Ingenier@s, quien destaca la pasión por los números como gran motivación de Justicia Espada.
“Ella aspiró a más, no deseaba ser profesora, y por eso quiso emprender el camino siendo la primera estudiante mujer en Ingeniería Civil de la Universidad de Chile, y que fue también la primera ingeniera de Chile. Fue una destacada estudiante, y pudo realizarse tanto en el plano profesional como en el personal”, afirma Murillo.
Fue así que una vez terminado el bachillerato y, valiéndose del denominado “Decreto Amunátegui” de 1877, que admitía a mujeres para profesionalizarse a través de estudios superiores, se cambia a Ingeniería Civil siendo la única mujer en ese momento en hacerlo. Recibe su título luego de presentar su memoria titulada “Proyecto de Resistencia de Materiales”.
Ese interés por la infraestructura la llevó a desarrollarse principalmente en esta área. Por ello, recién titulada Justicia entró a trabajar en la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) como dibujante. Tras tener dos hijos, dejó de trabajar, para volver 15 años después a la misma entidad, desarrollándose como calculista en el Departamento de Vías y Obras de EFE donde se mantuvo hasta que se jubiló en 1954 a los 61 años.
Su vida profesional fue dedicada al diseño estructural de puentes (infraestructura vial). Algunos de sus proyectos más conocidos fueron los refuerzos de puentes metálicos (para soportar locomotoras extranjeras más pesadas) del emblemático Viaducto del Malleco y del puente Ferroviario del Tinguiririca.
De una entrevista que dio a sus 85 años al periódico El Mercurio, cuando fue reconocida por el Colegio de Ingenieros de Chile en 1978 como la primera mujer titulada en ingeniería, mencionó un texto en latín: “suaviter in modo, fortiter in re” (suave de modo, fuerte en el hecho). “Justicia fue así, y seguramente en el ocaso de sus días, seguía tan activa su mente como a lo largo de su vida, leyendo libros de astronomía y física nuclear", señaló Marlena Murillo.
Acervo al resguardo del núcleo patrimonial de la U. de Chile
En 2021, el núcleo patrimonial de la U. de Chile se adjudicó un Fondo Iberoamericano de ADAI, dotado en 9.600 euros, que le permitirá catalogar, conservar y poner en valor el acervo que cuenta con documentos, fotos, objetos, cartas, planos y otros materiales personales de la donación de la colección que la familia de Justicia Espada Acuña realizó a la institución a finales de 2017.
Entre ellos, el Archivo Central Andrés Bello resguarda planos, memorias de cálculo realizadas por Justicia, fotos, escritos, cuadernos, títulos profesionales, que son tesoros que hacen volver a vivir, retrocediendo a su tiempo. Como señala Marlena Murillo de la Red de Mujeres Ingenier@s, “el volver a la esencia es siempre necesario, y esto nos hace maravillarnos más de nuestros colegas, que lograron calcular estructuras que hoy en día están en pie. Sin la tecnología actual, e igual con la certeza y seguridad de un buen diseño”.
Al respecto, desde el Instituto de Historia y Patrimonio de la Universidad de Chile, Amarí Peliowski señala que los planos de infraestructuras ferroviarias firmados por Justicia Espada Acuña dan cuenta del nivel avanzado de la proyección y ejecución ingenieril que se logró en el siglo XX, en un mundo donde el desarrollo de grandes obras infraestructurales formaba parte del discurso desarrollista de los gobiernos modernos.
“El valor de ese archivo es enorme, pues, permite conocer la vida personal y profesional de la primera ingeniera titulada en Chile y segunda en América Latina o, en otras palabras, la trayectoria vanguardista de una ingeniera mujer en un mundo de ingenieros varones. Considerando que la profesión ingenieril era antaño masculinizada y aún lo es hoy -aunque por supuesto que en un menor grado-, conocer el contexto y los desafíos a los que se enfrentaba Acuña ayuda a entender la historia de la inserción profesional de las mujeres en la región, y contribuye también a valorizar las condiciones que permitieron dar inicio a la historia de las ingenieras a nivel local”, señaló Peliowski.
En ese sentido, los planos muestran un detalle sutil pero no por eso menos importante: todos ellos están firmados por la proyectista "Justicia de Gajardo", reflejando la práctica común de esa época en que las mujeres adoptaban el apellido de sus esposos. “Esto da cuenta de su rol como autora de los proyectos de diseño, lo que es una señal importante de que ella fue considerada una igual entre sus pares, pues en la historia de la profesionalización de las mujeres no es inhabitual encontrar historias de invisibilización de la autoría”, señaló Amarí.
Puntualmente, en el acervo que resguarda el Archivo Central Andrés Bello se visualizan las bases de cálculo del Puente Aconcagua (Dic. 1944), proyectado por ella. Dibujos técnicos de refuerzos de corte para el Puente Malleco, memoria de cálculo de momentos de inercia de los refuerzos de dicho puente. Planos de una estructura de hormigón armado con su respectiva cubicación.
Para Amarí, la historia de las mujeres en este ámbito es lento, “si en 1919 se tituló una única mujer como ingeniera de la Universidad de Chile, hoy un poco más de un 30% de los estudiantes que entran a la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas son personas inscritas como mujeres en el registro civil -mediante ingreso regular y con la ayuda también de cupos especiales orientados a superar la brecha de género-, lo que más de 100 años después aún no constituye un ingreso paritario”.
“En su vida como funcionaria de la Empresa de Ferrocarriles del Estado enfrentó una situación similar, donde el universo de trabajadores fue y sigue siendo mayoritariamente masculino. La vida de Acuña puede entenderse, así, como una doble punta de flecha: como mujer profesional activa en el gremio de ingenieros y mujer profesional activa en EFE”, agregó Peliowski.
En este sentido, Carolina Torres, coordinadora del área de información bibliográfica y archivística del Archivo Central Andrés Bello de la Universidad de Chile, estará este martes 14 de enero a las 16:30 horas participando en el conversatorio "Homenaje a Justicia Espada Acuña". En la instancia se conversará sobre la experiencia de postulación a Iberarchivos y el proceso de trabajo archivístico desarrollado para crear la colección Justicia Acuña Mena. La actividad está organizada por Grandes Mujeres Chilenas y será transmitida por su canal de YouTube.