Zoonosis: un problema de salud pública

Detectan aumento en casos de enfermedades traspasadas de perros a humanos en la Patagonia

Aumenta traspaso de enfermedades de perros a humanos en la Patagonia
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Las ovejas son los hospedadores intermedios de esta enfermedad parasitaria y los perros se infectan al consumir sus vísceras.
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La producción ovina es una de las principales actividades económicas de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena en el sur del país.
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Estancieros de la zona evidenciaron la falta de un programa de desparasitación en el territorio.

La enfermedad es producida por la tenia Echinococcus granulosus, la cual es eliminada en las heces de los perros, los que se enferman al consumir vísceras de animales infectados, como las ovejas. Esta zoonosis, conocida como hidatidosis, prevalente en estancias con ganadería ovina y en comunidades rurales, puede llegar a afectar a más de 1 millón de personas en el mundo y es la segunda causa más común de muertes humanas por enfermedades parasitarias en Chile.

Tras la cancelación del programa gubernamental de desparasitación de perros en el año 2014, se detectó un alza de casos de esta zoonosis en la Provincia de Tierra del Fuego, en el sur de nuestro país. Así lo plantea un estudio del Instituto Una Salud de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de California, Davis, de Estados Unidos, realizado en colaboración con la Universidad de Chile y la Wildlife Conservation Society Chile.

El programa de desparasitación gubernamental logró reducir la prevalencia de la enfermedad en perros de estancias ganaderas de la Provincia de Tierra del Fuego en Chile, de 68,4% en 1978 a 1,2% en 2002. El estudio, publicado en la revista Zoonoses and Public Health, detectó que, sin el plan intensivo, la equinococosis canina aumentó a 6,9% para el año 2016.

“Este estudio demuestra un riesgo persistente de equinococosis en perros domésticos de estancias de Tierra del Fuego, donde la ganadería ovina representa la principal actividad económica. Destaca la necesidad de reestablecer el programa de desparasitación para prevenir la re-emergencia de esta enfermedad como una preocupación significativa para la salud pública”, indica la Dra. Marcela Uhart, autora correspondiente y directora del Programa Latinoamericano del Instituto Una Salud de UC Davis.

Perros, ovejas, zorros y otros factores

Para el estudio, el equipo de investigación realizó un muestreo de 356 perros domésticos y entrevistaron a dueños y trabajadores de 45 estancias ganaderas a lo largo de Tierra del Fuego. Los análisis de las heces de los perros para detectar el parásito, en tanto, fueron realizados en instalaciones de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias (Favet) de la Universidad de Chile, en Santiago.

El trabajo fue impulsado “gracias a una colaboración internacional y no hubiera sido posible sin la participación de los estancieros de Tierra del Fuego. Estos resultados evidencian la importancia de enfrentar las amenazas sanitarias desde la perspectiva de Una Salud, considerando la salud humana, animal y ambiental”, sostuvo el Dr. Cristóbal Briceño, académico de Favet y autor senior del estudio, que fue financiado por el Fogarty International Center of the National Institute of Health y el Global Health Institute de la Universidad de California.

De acuerdo a los resultados, la prevalencia de equinococosis canina fue más alta en estancias donde los entrevistados reportaron desparasitación poco frecuente. Además, la población ovina, la frecuencia de sacrificio de ovejas y la alimentación de perros con sus vísceras, así como otras características de manejo en las estancias, también influyeron en la prevalencia del parásito.

La permanencia de la infección también se asoció con reportes de presencia de zorros culpeos. Todos los cánidos presentes en la isla, incluyendo el culpeo nativo y los zorros chilla introducidos, pueden ser portadores de la enfermedad.

El Dr. Alejandro Vila, co-autor del estudio y coordinador regional del Programa para el Cono Sur de la Wildlife Conservation Society, indica que “considerando el aumento de presencia de perros asilvestrados en Tierra del Fuego, es importante desarrollar un programa de manejo ético para reducir el potencial riesgo de dispersión de Echinococcus sp. y otros patógenos que pueden afectar la salud de las personas y de la vida silvestre en la isla”.

Entre los autores del estudio figuran, además, Eric Eisenman, Ralph Vanstreels y Jonna Mazet del Instituto Una Salud de la Escuela de Medicina Veterinaria de UC Davis y a Alejandro Kusch de la Wildlife Conservation Society-Chile.