Es octubre de 2005 y el festival de música electrónica Aimaako celebra su quinta edición. En este espacio, aficionados y referentes de la música electroacústica se encuentran por unos días en una escena que mezcla paneles de conversación con presentaciones de música electrónica en vivo. Sin embargo, esa edición tuvo una gran particularidad entre sus invitados. En medio de los habituales asistentes al festival aparece una figura de 72 años, austera y de caminar relajado. Una vez presente en el recinto, nadie puede dejar de estar sorprendido con su presencia. Se trataba de José Vicente Asuar, gran gestor de la música electroacústica en Chile y Latinoamérica, quien aparecía por primera vez en esta instancia.
Así lo recuerda actualmente Federico Schumacher, profesor del Departamento de Sonido de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y gestor de esa edición del Festival Aimaako. “Yo creo que estaba bastante sorprendido en general de lo que había sido el avance de la electroacústica, mientras él, digamos, había estado ausente”, comenta el académico. Es que en 1989 Asuar tomó la decisión de alejarse del mundo de la música electroacústica tras dedicarle 30 años de su vida, siendo reconocido por muchos como el padre de esta disciplina en gran parte de Latinoamérica.
Francisco Miranda, tecnólogo en sonido encargado de la Mediateca de la Universidad de Chile y del Archivo José Vicente Asuar, un espacio dedicado a digitalizar gran parte de las obras de compositor chileno, destaca sobre su trabajo no solo la gran visión que tuvo al crear los equipos necesarios para sintetizar el sonido, sino también la atemporalidad de sus composiciones. “Nos enfrentamos a un visionario. Él logró ver, adelantarse, y a pesar de que trabajó con elementos discretos como transistores y algunos circuitos integrados de la época, logró generar lo que nosotros ahora vemos como música electrónica y que está incorporada en un chip, por ejemplo. Él lo logró programar usando las máquinas que estaban en ese momento” expresa el funcionario del Archivo Asuar.
“Los fines de semana, después de almuerzo, se encerraba en su estudio (….) Lo que se escuchaban eran explosiones, terremotos y rayos. Pero yo desde chico ya estaba acostumbrado” relata su hijo menor Claudio Asuar, recordando la afición de su padre, quien falleció el año 2017.
Un computador musical
Si bien profesionalmente era ingeniero, José Vicente Asuar siempre manifestó su gusto por la música. Fue así que en 1958 hizo su tesis sobre las aplicaciones musicales del computador, una investigación que se convertiría en su primer disco y piedra angular para la electroacústica en Chile “Variaciones Espectrales”.
Ese fue el rumbo que siguió el, en ese entonces, desconocido mundo de los sintetizadores. Viajó al extranjero para seguir estudios de música electrónica en la Universidad Técnica de Karlsruhe, Alemania, y en el Instituto de Cultura y Bellas Artes de Caracas, Venezuela. Durante ese período, en 1969, fue invitado por la decana de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile, Elisa Gayán, para impulsar la, en ese entonces, carrera de Tecnología del Sonido, actual Ingeniería en Sonido.
“La formación tanto en Alemania como en otros países por parte de Asuar le dio la posibilidad de hacer ciencia, de utilizar sintetizadores análogos para la creación de nuevos sonidos y eso poder aplicarlo a lo que yo encuentro que fue muy visionario de la decana Gayán, de ver que acá había un potencial creativo para que se creara una carrera con formación tanto técnica como artística” destaca Javier Jaimovich, director de Postgrado de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile.
En esta época, junto a alumnos de la recién creada carrera y del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, lograron sacar el primer Long Play de música electroacústica, “El Computador Virtuoso”(1973), una obra llamativa, cuyos sonidos fueron realizados usando un ordenador IBM 360 PDP-8.
Sin embargo, fue en 1978 cuando logró su mayor hito al desarrollar desde cero un sintetizador. Se trata del Comdasuar, sigla de “Computador Musical Digital-Analogico ASUAR”, capaz de expresar música a través de un teclado QWERTY y un lenguaje de programación Alfanumérico. El dispositivo fue construido en base al microprocesador INTEL 8080, de 7 Kilobytes de memoria, de los cuales dos eran destinados para la RAM del dispositivo. Aquello le permitía trabajar con 6 voces en simultáneo y con sonido estéreo. Esto fue posible apreciarlo en su disco “Así Habló el Computador” lanzado en 1979.
Si deseas saber más sobre la obra de Asuar y escuchar algunas de sus composiciones, te invitamos a revisar el capitulo de esta semana de Universidad de Chile Podcast en Tantaku, Spotify y Youtube.