Cada día aumentan más las ofertas culturales para todas las edades y los conciertos se han convertido en una alternativa más para toda la familia ¿Pero es adecuado ir con niños a shows de música en vivo? Para el director académico del Laboratorio Neurobiología de la Universidad de Chile, Paul Délano, lo más recomendado es siempre “evitar la exposición a ruidos intensos”, ya que “el efecto deletéreo sobre el oído es acumulativo”, asegura
El académico del Departamento de Neurociencia de la Facultad de Medicina sostiene, además, que no hay una edad segura para este tipo de exposición. Asimismo, enfatiza que también hay que tener precaución con los aparatos tecnológicos porque son “otra fuente de trauma acústico muy frecuente en los niños, como los reproductores de música o celulares con la intensidad del sonido muy elevada y por mucho tiempo. Cada vez es más frecuente encontrar adolescentes con pérdidas auditivas permanentes relacionadas al trauma acústico”.
Si bien en Chile no existe un protocolo al respecto y cualquier niño de cualquier edad puede ingresar a un concierto -solo con la condición de ir acompañados- algunas productoras se reservan el derecho de admisión cuando se trata de menores expuestos sin protección -como audífonos- a espacios que pueden resultar peligrosos, no solo en lo auditivo, sino que también donde pueden exponerse a posibles golpes o impactos lumínicos.
Sin embargo, para el profesor Guillermo Zepeda, neumólogo pediatra del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, tampoco es recomendado exponerlos con protección auditiva porque “no es claro que un niño pequeño se quede tranquilo usando audífonos, ya que la habitual curiosidad de los niños predispondría a que se los sacaran continuamente, especialmente si no están acostumbrados a su uso”.
El especialista detalla que, “en general, no se recomienda que vayan lactantes o preescolares muy pequeños a conciertos en espacios cerrados con música muy estridente y/o con aglomeraciones de gente”, ya que “el contacto cercano con otras personas en época de virus respiratorios estacionales puede predisponer a enfermedades respiratorias”.
Paul Délano, por su parte, plantea que “existen protectores auditivos de varios tipos, desde simples tapones de espuma, hasta protectores tipo 'headphones' y atenuadores controlables. Estos dispositivos atenúan -en general- entre 20 dB a 30 dB. Su uso es obligatorio en trabajos con exposición a ruidos intensos, y debiese ser utilizado por músicos y en general por la población que se expone a ruidos intensos”.
Sobre si hay diferencia entre espectáculos al aire libre o en espacios cerrados, ambos expertos coinciden en que todo dependerá de la intensidad con que se emita la música, pero que en espacios cerrados puede tender a ser más peligroso.