Enrique Aliste, Vicerrector de Investigación y Desarrollo UCH:

“El conocimiento como herramienta para el desarrollo del país”

“El conocimiento como herramienta para el desarrollo del país”
Enrique Aliste, Vicerrector de Investigación y Desarrollo UCH
Enrique Aliste, Vicerrector de Investigación y Desarrollo UCH
Una de las virtudes fundamentales de la ciencia y el conocimiento es ofrecer soluciones a problemas relevantes para la sociedad.
Una de las virtudes fundamentales de la ciencia y el conocimiento es ofrecer soluciones a problemas relevantes para la sociedad.
Durante décadas, la Universidad de Chile ha cultivado y desarrollado estas capacidades y hoy las pondremos al servicio del país con una visión de futuro clara.
Durante décadas, la Universidad de Chile ha cultivado y desarrollado estas capacidades y hoy las pondremos al servicio del país con una visión de futuro clara.
Es crucial destacar el compromiso de acercarnos al 1% del gasto PIB destinado a ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, pues es un paso indispensable para promover el bienestar de la población.
Es crucial destacar el compromiso de acercarnos al 1% del gasto PIB destinado a ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, pues es un paso indispensable para promover el bienestar de la población.

Una de las virtudes fundamentales de la ciencia y el conocimiento es ofrecer soluciones a problemas relevantes para la sociedad. Algunas de ellas son perceptibles en el corto plazo, otras se toman su tiempo y muchas otras solo son comprendidas y tienen sus efectos en el largo plazo. Pero todas, sin excepción, coindicen en la búsqueda de mejorar la vida cotidiana de las personas en todas las dimensiones, ya sea al crear tecnologías, mejorar la salud, comprender el medio ambiente, apoyar la socialización y los aprendizajes, descubrir propiedades de los recursos naturales o al expandir la riqueza cultural.

Hoy, enfrentamos desafíos urgentes que requieren de la colaboración e interacción de diversas formas de conocimiento. La crisis climática, la organización y futuro de las ciudades, las aplicaciones y efectos de la inteligencia artificial y el acceso a la información, la transición energética y ecológica, las nuevas formas de organización social, el futuro de la democracia, entre otros temas, nos demandan tomar decisiones basadas en la evidencia científica, procurando razonado y fundamentado para proyectar nuestro futuro como sociedad, así como los pasos clave para avanzar hacia un modelo de desarrollo productivo sostenible.

Bien sabemos que el escenario latinoamericano no es del todo alentador, pues según la CEPAL, la región se encuentra particularmente rezagada en comparación a otros continentes, situación que ha puesto en alerta a la comunidad especializada que, en Chile, se aloja principalmente en aquellas universidades que desarrollan investigación.

En efecto, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en la región solo llega al 0,7% del Producto Interno Bruto promedio, mientras que en Chile también se ha mantenido muy por debajo del 1%, alcanzando apenas el 0,34% en promedio durante los últimos 10 años.

Como Universidad de Chile, somos plenamente conscientes de la situación actual. Por ello, recibimos con entusiasmo el reciente anuncio del Presidente Gabriel Boric durante su cuenta pública en 2023, en el que se comprometió a duplicar el presupuesto destinado a Investigación y Desarrollo (I+D).

Es crucial destacar el compromiso de acercarnos al 1% del gasto del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a ciencia, tecnología, conocimiento e innovación, pues es un paso indispensable para promover el desarrollo y el bienestar de la población. Además, esta medida no solo reconoce el papel fundamental de la generación de conocimiento en las políticas de cohesión social que nuestro país necesita, sino que también reconoce el valioso trabajo realizado por las universidades y busca fortalecerlas a nivel nacional.

Sabemos que la generación de conocimiento conlleva una gran responsabilidad, estrechamente ligada a nuestra capacidad de brindar una educación de vanguardia que aborde estos desafíos como parte esencial de nuestra misión formativa.

Durante décadas, la Universidad de Chile ha cultivado y desarrollado estas capacidades y hoy las pondremos al servicio del país con una visión de futuro clara para que, de manera responsable y conjunta, podamos aprovechar plenamente el potencial científico de nuestro país.