La jefa de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente (MMA) y académica del Departamento de Geografía de la U. de Chile, Daniela Manuschevich, destaca la importancia de la nueva “Ley para la Naturaleza”, marco normativo que reconoce como un aporte significativo para la protección de la biodiversidad dentro y fuera de áreas protegidas. En relación a los elementos que quedaron pendientes en la nueva legislación, la especialista plantea que se debe transitar hacia un modelo de desarrollo más sustentable, encontrando sintonía en su aplicación con el fortalecimiento de un turismo con y para los habitantes de cada una de las regiones de Chile, es decir, no extractivista.
La doctora en Políticas Ambientales de Manejo de Recursos Naturales de la Universidad Estatal de Nueva York y licenciada en Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica ingresó como académica a la Universidad de Chile el año 2020, a través de un concurso público abierto por el Departamento de Geografía de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de nuestro plantel. La profesora Manuschevich, además, se unió al Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR2) y al Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) el año 2021, con el objetivo de profundizar sus habilidades en la creación de políticas públicas, participaciones que dejó al asumir su actual cargo en el Ministerio de Medio Ambiente.
Desde entonces, la especialista ha transmitido su conocimiento sobre el modelamiento espacial del uso del suelo, considerando los servicios ecosistémicos y los lazos con las políticas públicas en los distintos territorios.
Un abordaje a la crisis medioambiental
El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la degradación del medio ambiente exigen una acción institucional inmediata. En ello, la sostenibilidad se presenta como un enfoque clave para equilibrar las necesidades presentes y futuras, promoviendo el uso responsable de los recursos naturales y la protección del medio ambiente con visiones territorialmente pertinentes. En este sentido, adoptar prácticas sostenibles en todas las áreas es fundamental para garantizar un futuro saludable y próspero para todos. Para ello, la académica sostiene que es necesario tomar medidas audaces y colaborativas para preservar y restaurar nuestro entorno natural.
De acuerdo a Manuschevich, para abordar la crisis “muchas veces necesitas personas que no solamente sean capaces de entender clasificación de especies, sino que también de sistemas de información geográfica, de proceso administrativos y de actores territoriales. Ahí es donde necesitas el conocimiento interdisciplinario”. En este sentido, comenta que “al ser académica de la U. de Chile y, en particular, del Departamento de Geografía, tengo la posibilidad de integrar y mostrar el valor académico que tienen la vinculación de distintas disciplinas y conocimientos en cosas concretas dentro del Ministerio”, comenta Manuschevich.
Conscientes de su profesionalismo y experiencia en la materia, el Ministerio de Medio Ambiente (MMA) llamó a la investigadora a formar parte de él en 2022, liderando la división de Recursos Naturales y Biodiversidad. Sobre esta labor, la especialista indica que “ser parte del Ministerio del Medio Ambiente ha sido una experiencia enriquecedora. Por un lado, es un rol que tiene un perfil técnico importante, pero también necesita de otras habilidades que he ido adquiriendo a través de mis estudios de postgrado, de la lectura y la observación de cómo se hacen las políticas públicas y cómo se aplican en los territorios, y cómo el Estado enfrenta estos problemas”.
Nueva “Ley para la Naturaleza”
El pasado miércoles 14 de junio fue aprobada por el Congreso Nacional la llamada “Ley Para la Naturaleza”. Esta iniciativa busca centralizar y potenciar las funciones de cuidados y mantención de las áreas protegidas del país, creando el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP). Este organismo público estará a cargo del Ministerio del Medio Ambiente, lo que permitirá fortalecer el cuidado y protección de la biodiversidad que se encuentran dentro y fuera de las áreas protegidas del país.
Ante la relevancia de este hito, la jefa de la División de Recursos Naturales y Biodiversidad del Ministerio destacó el abordaje de la triple crisis medioambiental que realiza la normativa. “Debido a la inserción de Chile en la discusión global y el cumplimiento de diversos acuerdos internacionales, el país tenía una deuda con respecto a contar con una institucionalidad más robusta en materia medioambiental”, señala.
En esta línea, el SBAP se establece como un organismo dedicado exclusivamente al manejo y conservación de la biodiversidad dentro de áreas protegidas, pero también fuera de ellas, con otro tipo de instrumentos. “Sabemos que la pérdida de hábitat es una de las principales amenazas a la biodiversidad, pero también lo son las especies exóticas invasoras. Entonces, los instrumentos que va a traer este nuevo servicio de áreas protegidas y biodiversidad serán clave para definir cómo nos hacemos cargo de estas amenazas dentro y fuera de las áreas protegidas”, agrega Manuschevich sobre las tareas asociadas a esta nueva institucionalidad.
En efectos prácticos, explica la académica, la nueva normativa entrega un respaldo al Ministerio del Medio Ambiente al duplicar el presupuesto para contar con mecanismos y profesionales para la conservación. “Hoy existen muy pocas herramientas para la gestión de amenazas a la biodiversidad. Entonces, contar con nuevas herramientas y áreas protegidas más robustas es algo que va a entregar este nuevo servicio. Contamos con muchas herramientas tecnológicas que antes no existían, entonces también es una oportunidad para que los sistemas de monitoreo y la evidencia científica sean una parte integral en la gestión de biodiversidad”, recalca la investigadora.
Finalmente, Manuschevich confirmó la necesidad de seguir avanzando la representatividad ecológica de las áreas protegidas del país, especialmente en el centro y norte del país, donde -a su vez- ocurre la mayor cantidad de amenazas a biodiversidad. “Tenemos que avanzar en una política para mejorar lo que se llama ‘representatividad ecológica’, es decir, que los distintos tipos de ecosistemas estén efectivamente conservados, lo cual además es una meta que tenemos que cumplir por las obligaciones internacionales del marco global de biodiversidad, actualizado en Canadá en diciembre 2022”, concluye.