Durante tres días se realizará el encuentro internacional “Resonancias trasandinas: Memorias de futuro”, cita internacional que reunirá a académicas, académicos y artistas de diversas áreas para reflexionar en torno a los puntos que unen la historia que comparten tanto Chile como Argentina en torno a sus dictaduras y posteriores procesos de retorno a la democracia. El seminario coincide con dos hitos fundamentales para ambas naciones: la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de Chile y los 40 años de democracia en Argentina.
La actividad es co-organizada por la Universidad de Chile, a través de la Facultad de Filosofía y Humanidades, la Dirección de Relaciones Internacionales, y el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), la Universidad Nacional Tres de Febrero (UNTREF); la Universidad de Buenos Aires, a través de su Facultad de Filosofía y Letras; y la Embajada de Argentina en Chile, y busca invitar a la reflexión crítica conjunta en el marco de esta fecha histórica.
Para dar la bienvenida, la Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, se refirió al compromiso con la memoria y con el rol del plantel respecto al desafío de educar para la democracia, que es también el lema de esta conmemoración para la institución. "Si bien en las décadas pasadas hemos recuperado un camino ajustado al Estado de Derecho, en el presente volvemos a reconocer con preocupación la creciente desvalorización de la democracia en el continente”, afirmó la máxima autoridad universitaria. Este escenario, agregó, “nos convoca a reflexionar sobre el pasado para proteger las instituciones que nos permiten desarrollar una convivencia pacífica, donde la diferencia política no sea sinónimo de persecución o de injusticia y, por sobre todo, nos comprometa a educar para la democracia”.
“La libertad, como la paz, requieren de procesos y acciones permanentes para su mantención, y es por eso que las distintas generaciones deben participar en la promoción y protección de los derechos humanos. Este seminario, que es un compromiso con la memoria y la democracia, es también un compromiso con la libertad y la paz", añadió.
El decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Manetti, destacó la importancia de las políticas de memoria y de la conmemoración de los quiebres democráticos por golpes de Estado en el Cono Sur. “Pensamos en esta resonancia que habla de un hito, lo que significaron y lo que sigue significando el golpe militar en 1973, y también conectarlo con la recuperación de la democracia en Argentina”, dijo.
En torno al rol de la educación y cómo los hechos del pasado afectan a las nuevas generaciones, comentó que “también atravesamos situaciones traumáticas que tienen que ver con aquellos hechos que acontecieron en nuestras dictaduras militares, donde aparecieron términos como desaparecidos, términos que son necesarios no olvidar”. “No existe la posibilidad del olvido si existe el recuerdo. Es una situación paradojal que indica que siempre es necesario recordar”, agregó.
Además, Manetti mencionó la Cátedra Libre de Derechos Humanos y el programa de Memoria y Dictadura, y el muro del aula 108 que cuenta con imágenes de todas y todos los desaparecidas y desaparecidos. “Son esas imágenes que nos acompañan y cada momento en que se dicta clases, que alguien se gradúa de magíster o doctor, o doctora, están presentes esas compañeras y compañeros. Esa es una responsabilidad política, la responsabilidad de la pervivencia de esas imágenes”, afirmó.
El profesor Anibal Jozami, rector Emérito de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, expresó la vocación latinoamericana del plantel que representa y comentó que “estamos en el mejor momento en esta época de conmemoraciones, para Chile triste, para la Argentina de celebración, para retomar los vínculos lo más intensos posibles entre universidades chilenas y argentinas”. Ahondando en el rol de las universidades como un motor para avanzar en prácticas democráticas, el rector Emérito destacó también la Bienal Sur, proyecto que nace para utilizar el arte como una forma de construir relaciones con otras universidades y a través de la cultura llegar a la mayor parte de la población.
Por su parte, Daniel Cruz, director del MAC y miembro del comité organizador del seminario, comentó que el sentido de este encuentro viene dado por la vocación de lo público y de aprender de lo que hermana a estos dos pueblos. “Debemos seguir aprendiendo y fomentando la producción de un pensamiento sensible que emerge de las complejidades de nuestra contemporaneidad”, dijo Cruz. “Nos hemos acompañado a lo largo del tiempo, estamos aquí para buscar nuevos puntos de contacto, nuevas narrativas que reconozcan nuestras diversidades y este es un año de conmemoración que requiere de nosotros, de poder nombrar lo que no ha sido dicho y de recordar lo que ha sido olvidado”, agregó.
La disputa por la memoria es la disputa por narrar
El seminario internacional comenzó con la conferencia “Política y memoria: Desafíos de la transmisión generacional”, a cargo de Daniel Feierstein, sociólogo y académico de la Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional de Tres de Febrero, cuya presentación estuvo a cargo de Faride Zerán, profesora titular de la Facultad de la Comunicación e Imagen (FCEI) y Premio Nacional de Periodismo 2007.
En su intervención, la académica comenzó trayendo al imaginario a la artista argentina-chilena Delia del Carril, quien respondía que “todo debe ser demasiado” cuando le preguntaban por sus exagerados trazos. “Parto con este recuerdo para decir que esa frase puede ser un mandato que cruce el intercambio y la reflexión crítica e intelectual entre Chile y Argentina, no solo por las cercanías geográficas, culturales, históricas o sociales comunes”, dijo.
Además de los puentes que hermanan a Chile y Argentina, en esta doble conmemoración al sur de Latinoamérica, también existe una historia de horrores comunes. Ante ello, para la profesora “todo debe ser demasiado en el diálogo intelectual y académico efectuado desde nuestras universidades y centros de pensamiento, especialmente entre quienes han investigado en torno a temas cruciales, como lo son los genocidios y las masacres que marcaron parte del siglo XX y cuyas heridas interpelan nuestro presente”.
Frente a una audiencia de estudiantes, académicas, académicos y artistas, el profesor Feierstein se propuso analizar de forma crítica algunos puntos de contacto –o no– entre las experiencias argentina y chilena tras las dictaduras que asolaron a estas naciones, los crímenes contra los derechos humanos, la memoria, las violencias, el negacionismo, los discursos de odio y cómo se afectan las diferentes generaciones a lo largo de la historia.
Según Feiersten, “la construcción de la memoria social requiere un elemento fundamental de transmisión, que por un lado es dinámico y cobra una lógica distinta en cada momento, por lo tanto lo que produce efectos distintos en todas las décadas”.
De acuerdo al análisis del académico, especialista en el estudio de prácticas genocidas, una de las principales diferencias entre los sucesos políticos acontecidos en cada uno de los países separados por la cordillera de Los Andes se relaciona con su duración, pues mientras la dictadura de Chile duró 17 años, la de Argentina fue de siete años. A pesar de que ocurrieron en épocas similares, la longitud de cada una determinó la forma de los siguientes hechos y rebeliones, pero además, en el caso de Chile trascendió las vidas de más de una generación. “No hay nada mas fuerte que un genocidio, y vale para nuestros procesos históricos también, tanto en Argentina como en Chile”, comentó.
“No se trata de recordar versus olvidar. Nadie se olvida definitivamente de un hecho, son formas de narrar, por eso el arte entra ahí”, señaló el autor de “El genocio como práctica social” (2007) y “La construcción del enano fascista” (2019). “La disputa por la memoria es la disputa por las formas de narrar, y no hay solo una manera, ni dos. Lo que se disputa en los ciclos es como se le da sentido a todo lo que se atraviesa”, terminó.