Vitrinas vacías con fichas de piezas que ya no están y documentos de archivo que dan cuenta de su pérdida son el eje de “Memoria robada”, exposición que el Museo de Arte Popular Americano Tomás Lago (MAPA) de la Universidad de Chile organizó con motivo de los 50 años del golpe de Estado. La muestra busca transmitir parte del contexto vivido por este museo durante los años de dictadura, mostrando los procesos de expoliación acaecidos en este período.
“La concepción de esta muestra surge hace ya algún tiempo bajo la dirección de Nury González, curadora de esta exposición, que se enmarca en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado”, explicó Constanza Urrutia, directora del MAPA. “Memoria robada es el nombre de una muestra particularmente sensible en cuyo título se ponen en tensión dos conceptos fundamentales. El primero alude a la misión de un museo que debe salvaguardar y relevar el patrimonio que construye la identidad y memoria de los pueblos. El segundo, a ello que es imposibilitado, arrebatado, borroneado, robado, reflejo y gesto simbólico de aniquilamiento social, que en el marco de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado se debe recordar”.
En el trabajo cotidiano de quienes laburan en el museo, más de una vez se encontraron con cartas, inventarios, publicaciones y fotografías que daban cuenta de objetos que fueron parte del acervo del MAPA y que actualmente no se encuentran en su colección. Con el objetivo de evidenciar aquello en el marco de los 50 años del golpe de Estado, es que esta exposición tiene como protagonistas a un conjunto de vitrinas vacías en las que se incluye las fichas de aquellas piezas de las que se tiene más información -ya sea tipologías, materialidades, medidas y motivos iconográficos- para que, quienes recorran la muestra, puedan al menos imaginar cómo los objetos podrían haberse visto hoy.
“Con la intervención militar a la Universidad de Chile, acaecida tras el golpe de Estado, el MAPA, como unidad de su Facultad de Artes, sufrió, entre otras consecuencias, la disolución de su proyecto a través de la desarticulación de su equipo, el descuido y abandono de su infraestructura, así como el de sus colecciones, llegando a producirse la pérdida de parte del patrimonio que custodiaba”, señaló el decano de la Facultad de Artes, Fernando Carrasco. En esta línea, destacó que hoy “cabe hacer presente -dentro de un edificio que también sufrió los embates del régimen- esta trama constituida por ausencias, para no repetir ni lamentar los despojos que dejó este oscuro capítulo de la historia reciente del país, y vindicar la memoria de lo que ya no puede comparecer ante nosotros”.
Por su parte, la subsecretaria de las Culturas y de las Artes, Noela Salas, declaró que “parte de nuestros desafíos como gobierno están en ampliar la participación cultural, no solo en el sentido del acceso, sino que también en el sentido de pertinencia. En el marco de una fecha tan sensible como lo son los 50 años del golpe de Estado, es muy simbólico que una pieza artística que desapareció en ese contexto hoy pueda volver de una manera resignificada a través del arte, y transformar así ese gesto cruel de arrebatamiento para hacerse permanente en el tiempo. No hay ninguna posibilidad de proyectar un futuro si no defendemos con fuerza la democracia y es ahí donde el arte y la cultura son tan importantes en la elaboración colectiva de las memorias”.
Salvaguardar la memoria popular
“Memoria robada” considera, además, la exhibición de documentos de archivo que dan cuenta de piezas dadas de baja durante el periodo y otros que constatan aquellos objetos perdidos, imágenes impresas de algunas de las pocas piezas de las que se tiene registro fotográfico, un video construido a partir de fichas y material de archivo correspondiente a inventarios de piezas dadas de baja de 1980 y 1982 y, por último, una pieza audiovisual que reconstruye, con inteligencia artificial y en 3D, a partir de los escasos datos con los que se cuenta, un aguamanil (jarra) que fue parte de la colección del MAPA.
Junto a esta muestra, MAPA también inauguró “Patrimonio en marcha”, exposición que reúne una serie de piezas recibidas entre el 29 de noviembre de 2019 y el 20 de octubre de 2020, en el marco de la convocatoria homónima realizada por el museo, donde se publicó un llamado abierto para la donación de trabajos producidos en el contexto de la revuelta iniciada el 18 de octubre de 2019. En esta muestra se exhibe una selección de obras junto al registro fotográfico de las piezas que conforman la colección, que dan cuenta de la multiplicidad de interpretaciones y perspectivas colectivas e individuales motivadas por el impulso creativo de plasmar y reflexionar sobre este momento sociopolítico, efímero en su accionar, pero persistente en sus efectos hasta el presente.
“Las dos muestras buscan, en este contexto de conmemoración, que no se vuelva a olvidar que salvaguardar la memoria popular es la misión de todas, todos, y por cierto del MAPA, museo que cautela una colección de más de 8 mil piezas de pueblos de todo Latinoamérica y que día a día hace esfuerzos por mantener este patrimonio y democratizarlo”, señaló Constanza Urrutia.
Con entrada liberada, “Memoria robada” y “Patrimonio en marcha” se podrán visitar de martes a viernes, de 10:00 a 20:00 horas, y sábado, domingo y festivos, de 11:00 a 20:00 horas, hasta el 19 de noviembre en la Sala MAPA GAM (ubicada en Av. Libertador Bernardo O'Higgins 227, Edificio B, Nivel -1, Santiago).