El Salón de Honor de Casa Central fue el escenario de la tercera y última jornada del “Primer Seminario de Convivencia Universitaria: Salud Mental, Género y Comunidad”, evento organizado por la Universidad Alberto Hurtado, la Universidad Diego Portales, la Universidad Tecnológica Metropolitana y la Universidad de Chile, que además contó con el patrocinio del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCh).
La instancia, que se desarrolló en las cuatro casas de estudios los días 11, 12 y 13 de octubre, contó con cuatro ejes temáticos, abarcando un amplio espectro de experiencias en la materia: “Malestar en la convivencia universitaria ¿De quién es la responsabilidad?”, “Alcances y límites del punitivismo en el abordaje de la convivencia universitaria”, “Convivencia social, participación y comunidad” y “Salud mental y convivencia universitaria”.
La actividad fue encabezada por la Rectora Rosa Devés y la vicerrectora de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios, Josiane Bonnefoy, quien al inicio de la última jornada recordó que este seminario fue organizado en un contexto en que la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), a partir del 1 de octubre, dispuso nuevos criterios de acreditación institucional, los que incorporan una mención específica a la “Gestión de la Convivencia, Equidad de Género, Diversidad e Inclusión”.
“Celebro este cambio que ha hecho la CNA y este seminario que nos ha permitido abordar estos aspectos que harán de nosotros mejores comunidades universitarias. Es importante conocer estas experiencias innovadoras, tanto de académicos como de estudiantes, siendo una oportunidad para inspirarnos y aprender de soluciones creativas y empáticas para los desafíos que enfrentamos en la salud mental y la convivencia universitaria”, comentó la vicerrectora.
Por su parte, la Rectora Devés destacó la colaboración interinstitucional: “Cada vez trabajamos más en conjunto. Creo que las universidades estamos aprendiendo también a ser comunidad en el sentido más amplio, porque es clave dar el ejemplo de que podemos entendernos y que estamos preocupados de la educación superior en el país en general. Porque tenemos especificidades y responsabilidades particulares acordes a su naturaleza e historia, pero sabemos que finalmente tenemos que trabajar juntos y juntas por las y los jóvenes que recibimos”.
La conversación central del último día estuvo marcada por la mesa redonda “Salud Mental y Convivencia Universitaria”, en la que participaron contando sus experiencias las organizaciones estudiantiles: Manitos de Confianza, de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile; Sintiencia Simbiótica, de la Universidad Católica de la Santísima Concepción; y la Mesa de Salud Mental, de la Universidad Diego Portales, equipos que fueron acompañados por la académica Ana Barrera, investigadora del Núcleo Milenio Imhay, y del académico Cristóbal Hernández, del Instituto Milenio para la Investigación de la Depresión (MIDAP). Este espacio, además, contó con la moderación de la periodista de CNN Chile, Mónica Rincón.
La profesora de la Universidad Católica de Temuco, Ana Barrera, destacó el concepto de adultez emergente, que se refiere a la etapa de vida entre los 18 y 29 años en el que las personas no se sienten ni adolescentes ni adultos y donde la salud mental tiene una gran importancia. “Es importante para todos los estamentos conocer este concepto, porque muchas veces se piensa que los estudiantes al ingresar a la universidad ya son adultos y esto no es necesariamente así, y convertirse en adultos no es fácil, lleva años y existe un periodo donde puedes aprender de ti mismo, pero también de la comunidad. Entonces, las universidades quizás ya lo hacen, pero deben favorecer espacios de colaboración y de desarrollo personal de las y los estudiantes”, afirmó.
Tiare Pavez y Cesar Quiroz, integrantes de Manitos de Confianza, destacaron la necesidad de que se concientice en el salón de clases sobre salud mental, tanto a profesores, ayudantes y estudiantes, así como también la importancia de ser escuchadas y escuchados: “Vemos la necesidad de tener una escucha activa. De tener un compañero o compañera con el que puedas conversar de lo que sientes. Por la pandemia, muchos empezaron las clases online y luego tuvieron que reingresar y conocer muy rápido lo que era la universidad de antes y eso hizo que se perdiera el saber cómo poder comunicarte con tus pares”, señaló la estudiante de tercer año de la carrera de Contador Auditor.
La máxima autoridad de nuestra Universidad también valoró la presencia de las y los estudiantes en el panel, agradeciendo su participación y su solidaridad para compartir sus experiencias, ya que desde su mirada siempre "debemos aprender unos de otros. No parar nunca de aprender. Eso no termina nunca. Yo todos los días siento que voy a aprender y aprendí de ustedes hoy día, de este panel, por eso anotaba con tanta seriedad”.
Tras el cierre de este primer bloque, las y los asistentes compartieron un café y fueron parte de la presentación de “5 Límites”, el debut EP de Hani Theeb, estudiante de Ingeniería en Sonido de la Universidad de Chile, que tuvo la colaboración de las y los estudiantes Diego Franco y Vale Bello en voz, y de Elisa Badal y Alisson González en la coreografía. Además, se presentó una Muestra Temporal de las obras de las y los estudiantes de Artes Victoria Queizal Camino, Aldo Pizarro, Aira Ruidos, Alejandra Lermanda e Isadora Castro, quienes respondieron a la convocatoria abierta que realizó la Dirección de Asuntos Comunitarios junto al Centro Cultural Espacio Elefante, la cual buscaba piezas artísticas que abordaran como tema principal los diferentes ámbitos de la salud mental.
El cierre de este Seminario estuvo a cargo de integrantes del equipo organizador, espacio que desde nuestra institución estuvo representado por la Dirección de Asuntos Comunitarios de la Universidad de Chile. Les cuatro expositores realizaron una síntesis de los tres días, pero también entregaron proyecciones y desafíos futuros.
“El seminario nos permitió visibilizar elementos que hace años han estado presentes en diversas políticas universitarias y refuerza también nuestro compromiso con estos, como lo son la diversidad, la igualdad de género, la democracia universitaria y el diálogo, entre muchos otros. Es necesario que constantemente pongamos en valor estos principios como elementos enriquecedores de las interacciones universitarias, a la vez que nos sigue desafiando a ver de qué manera damos cabida a esa diversidad sin excluir a nadie, porque la comunidad somos todos y todas y la convivencia es un ejercicio diario que se nutre de nuestra buenas prácticas, acciones cotidianas y pequeños gestos, que son los pilares para el desarrollo de una comunidad que vive en armonía, respetando y reconociendo al otre”, comentó Leyla Hauva, jefa de Desarrollo Comunitario de nuestro plantel.