La discriminación, violencia, exclusión e invisibilización histórica y sistémica de las diversidades y disidencias sexuales y de género continúa siendo un problema tanto en Chile como en el mundo. A nivel nacional, según un estudio realizado por la Subsecretaría de Prevención del Delito en 2021, el 89,3% de las personas encuestadas ha vivido al menos una experiencia de discriminación por motivos de orientación sexual y/o identidad de género, y el 62,5% ha sufrido al menos una victimización por delitos y acoso.
En este contexto, el jueves 26 de octubre el Senado Universitario aprobó la Política de Diversidades y Disidencias Sexuales y de Género, cuyo objetivo es reconocer y reparar las discriminaciones, desigualdades y violencias que operan en los marcos institucionales y en el desarrollo de la vida en comunidad en la Universidad de Chile. Asimismo, busca asegurar la participación y brindar recursos políticos, económicos y simbólicos a estos grupos e identidades históricamente marginados.
Para la Rectora Rosa Devés, "en consistencia con los programas para erradicar cualquier forma de discriminación y violencia de género en nuestra Universidad, esta Política reconoce la importancia de visibilizar y reparar las dificultades que enfrentan las diversidades sexuales a nivel institucional (...) Es también una forma de comprometerse con la igualdad sustantiva al interior de nuestra comunidad y de valorar la diversidad en todas sus expresiones. Debemos seguir construyendo una Universidad donde el respeto y la confianza mutua sean siempre la base de nuestras relaciones interpersonales", planteó.
Por su parte, Fernanda Marambio, presidenta de la Comisión de Género y Diversidades del Senado Universitario, señaló que “es una deuda histórica el seguir avanzando en reconocer a cada une de les integrantes de la comunidad y que esta Universidad sea un espacio para todes, todas y todos (...) Con esta iniciativa buscamos que no exista diferenciación en la casa de estudios y que esta Política trabaje por la igualdad sustantiva de todes sus integrantes”, dijo.
Desde y para la comunidad universitaria
Este instrumento, elaborado en conjunto por la Comisión de Género y Diversidades y la Dirección de Igualdad de Género de la Universidad (DIGEN), fue producto de un proceso participativo que contó con el apoyo de la Secretaría de Diversidades y Disidencias Sexuales y de Género de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, que colaboró activamente en la redacción del proyecto. La comisión realizó también una serie de reuniones con otras organizaciones estudiantiles que trabajan el tema en la Universidad para recibir sus comentarios sobre la política.
Como insumo para la creación del documento, fue fundamental el Formulario de Caracterización Estudiantil (FOCES), instrumento a cargo de la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil que se aplica en el proceso de matrícula, y que desde 2021 incorpora algunas preguntas sobre temas de sexualidad e identidad de género. Además, la Oficina de Equidad e Inclusión ha realizado desde 2022 una encuesta que permite caracterizar a los/as estudiantes que declaran en su formulario FOCES pertenecer a la comunidad de diversidades y disidencias sexuales y de género.
Dado que no existen datos ni mecanismos para conocer a los/as integrantes de los estamentos de académicos/as y funcionarios/as de la Universidad que pertenecen a la comunidad de diversidades y disidencias sexuales y de género, la Comisión de Género y Diversidades del Senado Universitario elaboró un formulario de caracterización a la experiencia laboral en la Universidad de Chile. La información recabada es un primer acercamiento para comenzar a delinear las perspectivas y necesidades de ambos estamentos.
Rol protagónico de la Dirección de Igualdad de Género
La implementación de la Política estará a cargo de la DIGEN, que deberá convocar al trabajo coordinado con los organismos que estime pertinentes para garantizar su mejoramiento continuo y buena ejecución. La dirección también incluirá la temática de manera transversal en el trabajo que ya realiza.
“La Política de Diversidades y Disidencias Sexuales y de Género que acaba de ser aprobada por el Senado constituye un hito muy importante, ya que va a permitir visibilizar las problemáticas y discriminaciones que viven las personas de las diversidades, como también combatir los prejuicios y desarrollar acciones antidiscriminatorias. Para la DIGEN es una gran responsabilidad coordinar la implementación de esta Política, para lo cual esperamos contar con la voluntad y la acción decidida de las autoridades y de todas las facultades y vicerrectorías, de manera de poder tener, ojalá en el corto plazo, resultados concretos en materia de reducción de la discriminación y de cualquier tipo de desigualdad que estén enfrentado estas comunidades”, indicó Carmen Andrade, directora de Igualdad de Género de la Universidad de Chile.
Esta Política se suma a otras medidas adoptadas por la Universidad para intentar subsanar la discriminación, violencia, exclusión e invisibilización que enfrentan las diversidades y disidencias sexuales y de género, tales como el Instructivo Mara Rita, que permite a las personas trans utilizar su nombre social dentro de la institución; el Protocolo de Actuación ante Denuncias sobre Acoso Sexual, Violencia de Género, Acoso Laboral y Discriminación Arbitraria; y la Política de Igualdad de Género, que también fue elaborada por el Senado Universitario junto a la DIGEN.
Nueva perspectiva institucional
Si bien las medidas previamente adoptadas significaron un avance, la Política llega a resolver la necesidad de abordar el tema de un modo integral, a través de medidas transversales, exigibles y que abarquen todos los ámbitos del quehacer universitario. En este sentido, los ámbitos de acción de la iniciativa contemplan la formación, docencia, y aprendizaje; investigación, innovación y creación; comunicación, extensión y vinculación con el medio; y gestión.
Entre las acciones que plantea el documento, se encuentran generar un proceso participativo y triestamental de actualización de definiciones estratégicas y normas asociadas a la misión fundamental de la Universidad para responder a criterios de respeto y resguardo de la dignidad y derechos de todas las personas, independiente de su condición, identidad de género u orientación sexual; incorporar de manera institucional un protocolo común de uso del lenguaje inclusivo y neutro con respecto al género; y elaborar instrumentos de información que permitan identificar, cuantificar, caracterizar y analizar las inequidades basadas en asuntos de orientación e identidad sexual y/o de género.
Además, se establece innovar las prácticas docentes, los perfiles de egreso y los planes de estudios de las carreras de la Universidad para asegurar la presencia de la perspectiva de los derechos de las diversidades y disidencias sexuales y de género, la no discriminación y el respeto por la diversidad; crear y/o fortalecer mecanismos especiales que favorezcan políticas de inclusión y participación equilibrada dentro de la Universidad; y generar procesos específicos de evaluación para cada una de las acciones emprendidas en la implementación de la Política.
Diversidades y disidencias
Existen múltiples términos para caracterizar a las personas y movimientos vinculados a orientaciones sexuales y/o afectivas, identidades y expresiones de género diversas y diversidad corporal. En el contexto de la Política, la elección del concepto de “diversidades y disidencias sexuales y de género” dice relación con el reconocimiento de la autoidentificación como principio regente, ya que este se considera el entendimiento más inclusivo posible en el marco de los derechos humanos, abarcando todas las identidades que desafían las normas tradicionales de género, sexualidad y corporalidad. Esto incluye a personas lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersex, asexuales, queer, no binarias, y cualquier otra sexualidad, expresión o identidad no normativa.
Ximena Azúa, secretaria de la Comisión de Género y Diversidades del Senado, aseveró que como comisión quisieron ser respetuosos/as “respecto a las reflexiones de una comunidad que ha sido históricamente segregada y ha sufrido vejámenes y represiones (...) Queríamos que pudiera sentirse identificada y respetada, ya que muchos integrantes de estas comunidades no se establecen como diversidad en su reconocimiento genérico sexual, sino como una disidencia respecto a lo existente y formulado tradicionalmente”, añadió.