El edificio de Torre 15, ubicado en Diagonal Paraguay 265 de la comuna de Santiago, representa el corazón de los Servicios Centrales de la Universidad de Chile. Entre sus pisos y pasillos se hallan algunos integrantes fundamentales dentro de la administración central de la institución. En este recinto confluyen múltiples servicios que van más allá de la docencia, pero que reflejan una parte importante de lo que también es la universidad. Así lo plantea Iván Silva, funcionario histórico y jefe de gabinete de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos, quien se desempeña en el piso 21 de la Torre 15.
- ¿Cómo fue su ingreso a la Universidad?
Yo entré a la Universidad como estudiante el año 1969. Cuando estaba en 4º año, tomé un cargo de ayudante de una cátedra de práctica de idioma inglés en la Facultad de Filosofía, de Educación Ciudadana. En esa época y ese mismo año postulé y obtuve un cargo de ayudante de investigación en la Oficina de Planificación de la Universidad, que en esa época estaba a cargo de hacer un plan de desarrollo de la Universidad luego de la reforma de 1968.
- Posteriormente vino el golpe de estado y la posterior intervención de la Universidad ¿Cómo le tocó vivir eso?
Sí, fue una intervención política muy fuerte, exoneraciones, compañeros desaparecidos y todo lo que significó esa época. O sea, La Chile siempre ha sido un reflejo de la sociedad en la cual está inserta, por lo tanto, la Universidad tuvo una época bastante dura posterior al golpe. Nosotros seguimos trabajando, ahora con un Rector delegado, que pedía cosas. Nosotros recopilamos información para las bases de un plan de desarrollo, por lo tanto, la información era muy relevante y -afortunadamente- no nos echaron, como echaron a muchas otras personas del nivel central.
Nos cambiaron a los jefes. Por supuesto, esto fue muy duro. Afortunadamente, yo el año 80 postulé y me gané una beca e hice un posgrado en el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica Social, ya que estaba en planificación e hice un programa de planificación y política económica. Pero cuando volví en 1981 la universidad había tenido otro terremoto.
- ¿La pérdida de las sedes regionales?
Exactamente, el 81, en que la Universidad perdió todas sus sedes regionales y el Pedagógico de Santiago y quedamos mucho más reducidos. Eso también causó un gran problema al interior de la Universidad, porque todos los sistemas de información empezaron a moverse, incluso los centros de alumnos se complicaron. El presidente de la FECh de ese entonces era del Pedagógico, por ejemplo.
Luego hicieron que la Oficina de Planificación desapareciera, porque los militares pensaban que la planificación centralizada era un invento soviético, como los planes quinquenales de los rusos de esa época. Entonces, a mí me destinaron a la Vicerrectoría de Asuntos Académicos, específicamente al Gabinete, en el año 1985, donde me encuentro hasta ahora.
- ¿Cómo fue cuando volvió la democracia a la Universidad?
Ahí tuve un par de curiosidades interesantes, porque al irse el ultimo Rector delegado civil, que fue Juan de Dios Vial Larraín, la Universidad quedó acéfala, asumiendo un Rector que era el Rector subrogante por derecho propio, entonces estaba todo muy revuelto. Se le preguntó al presidente Aylwin, tras ser elegido, como quería vincularse con la Universidad, y dijo “bueno, ustedes tienen que hacer elecciones para elegir directamente a un Rector”.
Entonces, por esas curiosidades, ese año 90 asumí como jefe de Gabinete de la Rectoría con el propósito de ser secretario de la Junta Electoral Central, que finalmente se armó junto con los vicerrectores de la época. Ahí se coordinó que las elecciones se efectuaran en mayo del año 90, en donde asumió el Rector Jaime Lavados en junio. Entonces, posterior a eso, a mí me destinaron con el nuevo vicerrector, ahora elegido democráticamente, que fue Luis Merino, y yo me convertí en jefe de Gabinete de la Vicerrectoría Académica en el año 1990, a mediados del 90. Así llevo ahora 30 años en el cargo.
- ¿Cómo se siente tras llevar 51 años al servicio de la Universidad?
Mira, una de las curiosidades de mi vida es que yo siempre fui funcionario del régimen anterior, entonces yo estaba aquí cuando fue el golpe y era funcionario del régimen anterior al golpe. Cuando volvió a la democracia era un funcionario anterior también, entonces siempre fui el funcionario anterior de todo.
Yo diría que la Universidad ha evolucionado mucho y muy bien. Tú ves los rankings y estamos en los primeros lugares de América Latina y del mundo. Incluso estamos entre las 400 mejores universidades del mundo. Yo creo que ha evolucionado muy bien y que esta última Rectoría también ha hecho lo suyo. Ayer lo escuché de una cita ante la Rectora, que decía que la Universidad estaba al servicio de Chile y de su pueblo. Eso es lo que está haciendo la Universidad desde hace mucho tiempo. Lo está haciendo y lo está haciendo bien. Aquí entra todo tipo de personal, no hay discriminación de raza, de sexo, de edad, de nada. La gente puede entrar aquí libremente a estudiar lo que usted ha basado simplemente en su calidad académica. Eso es una cosa que la Universidad Chile ha mantenido.
Si deseas saber más, te invitamos a escuchar el capítulo completo de Iván Silva de En Función de los Hechos, ya disponible en Spotify y Youtube.