“Partió Manuel Salazar, el Chacha, de los mejores periodistas chilenos, sorprendente profe en Belgrado y generoso cada vez q acudíamos a él. Coautor de La historia oculta del régimen militar y muchos otros libros, fundador de La Época, reportero incansable. Q sea un buen viaje”, escribió en su cuenta de X la periodista Andrea Insunza.
Como el post de Insunza, se sucedió una retahíla de condolencias en redes sociales: excompañeros en medios de comunicación, periodistas de otras generaciones que admiraban su trabajo, lectores que alguna vez tuvieron enfrente algunos de sus libros; un trabajo prolífico que estuvo siempre centrado en la investigación. No sólo fue coautor de La historia oculta del régimen militar, también escribió Para entender al decano, La lista del Schindler chileno, Las Letras del horror y fue autor de las biografías de personajes como Manuel Contreras, Sebastián Piñera y Julio Ponce Lerou.
El director de la Escuela de Periodismo de la Facultad de Comunicación e Imagen, José Miguel Labrín, dijo que "Manuel Salazar encarnó los principios de esta escuela, como son la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión. Es una pérdida para el periodismo chileno, pero también deja un legado que inspirará a las futuras generaciones".
Faride Zerán, Premio Nacional de Periodismo y profesora titular de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, dijo que Salazar no sólo fue un referente por sus investigaciones. “El legado profesional de Manuel Salazar se inscribe en la mejor tradición del periodismo de investigación. Serio, valiente y con una escritura de gran nivel. Pero no son sólo sus libros lo que nos deja en el ámbito periodístico. También su aporte a la formación de nuevas generaciones de periodistas. Hoy, el buen periodismo, está de duelo”, cerró Zerán.
Salazar tenía 68 años y tal como destacó la prensa, “se encontraba aquejado de varias dolencias”. Durante sus últimos años escribió para Interferencia, medio digital en el que colaboró desde su creación, en la primavera de 2018.
El director de Interferencia, Víctor Herrero, relató que Salazar era casi “único en su especie”: una persona que respiraba periodismo. “Era un escritor prolífico. A veces, enviaba una o dos notas al día. El equipo más joven le tomó mucho cariño. Aunque firmaba nuestro medio, todas las últimas notas sobre Palestina las escribió él”, contó Herrero.
Pocas horas antes de morir, envió su última crónica a Interferencia. La nota llegó vía correo electrónico a 19:58 de la tarde del 21 de diciembre.
Su cuerpo será velado en la Sociedad de Escritoras y Escritores de Chile (SECH), en Almirante Simpson 7, Providencia. Posteriormente, su cuerpo será cremado.