Aborda relación con severidad y susceptibilidad a la enfermedad

U. de Chile participa en nuevo mapa sobre la genética humana del COVID-19 publicado en revista Nature

U. de Chile participa en nuevo mapa de la genética humana del COVID-19
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El documento corresponde a una actualización del mapa de la arquitectura genética humana del COVID-19 publicado en revista Nature el 2021, que además aborda su relación con la severidad y susceptibilidad a la enfermedad producida por el virus SARS-CoV-2.
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El trabajo dio a conocer variaciones en 51 genes distribuidos en todo el genoma, lo cual representa 28 variantes genéticas más respecto a la publicación anterior del 2021.
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Esta labor ayudó a identificar tres vías biológicas principales que están involucradas en la susceptibilidad y la gravedad de esta enfermedad: Entrada viral, Defensa de las vías respiratorias e Interferón tipo I.
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"Logramos articular un grupo de trabajo cohesionado y coordinado que rápidamente adquirió las competencias necesarias para desarrollar un trabajo interdisciplinario de alta calidad", destaca la Dr. Alicia Colombo Flores, directora científica del Biobanco de Tejidos y Fluidos de la U. de Chile.
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El Biobanco de Tejidos y Fluidos de la Universidad de Chile (BTUCH) desempeñó un papel vital en el reclutamiento de participantes desde las 5 macrozonas de Chile.

“The COVID-19 Host Genetics Initiative (COVID-19 HGI)” es el nombre de la iniciativa que publicó un nuevo mapa de la arquitectura genética humana del COVID-19 en la revista Nature, uno de los medios científicos más prestigiosos del mundo. El documento, titulado "A second update on mapping the human genetic architecture of COVID-19", presenta una actualización del artículo publicado en 2021 y aborda su relación con la severidad y susceptibilidad a la enfermedad producida por el virus SARS-CoV-2.

El proyecto contó con la participación de la Red Genómica COVID-19, un grupo de investigación chileno conformado por diversas instituciones y que es liderado por la Universidad de Chile. En total, fueron más de 35 países los que participaron en este estudio científico, que realizó un metaanálisis de 219.692 muestras de sangre de personas que tuvieron COVID-19 y 3 millones de controles, encontrando una variación en 51 genes distribuidos en todo el genoma, lo cual representa 28 variantes genéticas más respecto a la publicación anterior del 2021.

Esta labor ayudó a identificar tres vías biológicas principales que están involucradas en la susceptibilidad y la gravedad de esta enfermedad:

  • Entrada viral: Se descubrieron 5 regiones del genoma que contienen genes relacionados con la entrada del virus, incluyendo SLC6A20, ABO, SFTPD, ACE2 y TMPRSS2. Este último gen cuando presenta una variante genética específica (rs9305744:G>A), evidencia manifestaciones menos graves de la enfermedad. De manera similar, algunas variantes en el gen ABO proporcionan un factor protector contra la severidad de la COVID-19.
  • Defensa de las vías respiratorias: Se identificaron 4 loci que albergan genes relacionados con la defensa del mucus en las vías aéreas. Esto incluye genes previamente reportados como MUC1/THBS3 y MUC5B, así como nuevas variantes genéticas ubicadas en los genes MUC4 y MUC16. Algunas de estas variantes aumentan el riesgo de infección por el virus SARS-CoV-2, mientras que otras disminuyen el riesgo de hospitalización por la enfermedad COVID-19, aunque no de la infección misma.
  • Interferón tipo I: Se encontraron 6 regiones del genoma que contienen genes relacionados con la vía del interferón tipo I, que participa en la regulación del sistema inmune. Las variantes genéticas, como las del gen IFNA10, localizado en el cluster INF-alpha, se asociaron a un mayor riesgo de severidad del COVID-19.

La colaboración científica interdisciplinaria no solo se limita a la esfera internacional, sino que también involucra activamente a la comunidad científica chilena. La Red Genómica COVID-19 desempeñó un papel esencial al contribuir con 2,200 muestras de chilenos al estudio. Este grupo de científicos formaron parte de un esfuerzo conjunto financiado por los proyectos ANID COVID0961 y ANID ACT210085, cuyo director es el Dr. Ricardo Verdugo y la directora alterna la Dra. Alicia Colombo. Estos fondos, permitieron no solo el reclutamiento y la genotipificación de casos en la etapa aguda del COVID-19, sino también el estudio de las manifestaciones de COVID-19 persistente.

Frente a ello, la Dr. Alicia Colombo Flores, directora científica del Biobanco de Tejidos y Fluidos de la Universidad de Chile, comenta que “los mayores desafíos fueron más a nivel nacional que internacional, ya que el trabajo colaborativo e interdisciplinario es una cultura que en el mundo científico internacional es muy habitual. Además, los estándares respecto a la recolección de muestras y de datos son bastante elevados. Sin embargo, el grupo de investigación y el equipo técnico-profesional que conforma la Red Genómica COVID-19 (C19-GenoNet), de la cual el Biobanco de Tejidos y Fluidos de la Universidad de Chile es parte, logramos articular un grupo de trabajo cohesionado y coordinado que rápidamente adquirió las competencias necesarias para desarrollar un trabajo interdisciplinario de alta calidad”.

El Biobanco de Tejidos y Fluidos de la Universidad de Chile (BTUCH) desempeñó un papel vital en el reclutamiento de participantes desde las 5 macrozonas de Chile, generó los procedimientos operativos estándar y capacitó a todo el personal asociado a los proyectos mencionados. Además, almacena las muestras y datos de la cohorte COVID-19 para que sean utilizados en este estudio o en investigaciones futuras. El BTUCH también coordinó la implementación de la primera Red Nacional de Biobancos C19-GeNonet y articuló la generación del primer Catálogo del Biorepositorio de la Red Genómica COVID-19 (https://redcovid.uchile.cl/).

Es un logro muy importante ser parte de una publicación en la revista Nature, pero creo que este trabajo ha sido un esfuerzo colaborativo a gran escala, de muchos investigadores a lo largo de todo nuestro planeta. La pandemia nos dejó una enseñanza muy importante que espero no olvidemos, especialmente como investigadores. La cooperación interdisciplinaria es fundamental para el avance de la ciencia y enfrentar un desafío tan grande como una nueva enfermedad. Nuestra responsabilidad cómo científico/as del área de la investigación biomédica es estar a disposición de las necesidades emergentes para lograr con la mayor rapidez avances en medicina y salud, labor que se alinea perfectamente con el rol de los biobancos”, concluye la Dra. Alicia Colombo.