El pasado 20 de marzo, la Comisión Presidencial de Medición de la Pobreza, liderada por el economista Osvaldo Larrañaga, recibió la visita de la directora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Dra. Lorena Rodríguez, y el académico de la Facultad de Medicina del mismo plantel, Daniel Egaña, quienes presentaron los fundamentos para remirar la actual canasta básica de alimentos con una perspectiva más saludable y sostenible.
La presentación de ambos especialistas, integrantes del Grupo Transdisciplinario para la Obesidad (GTOP) de la U. de Chile, abordó un componente principal de la línea de pobreza por ingresos, que es el costo de una canasta básica de alimentos, que se deriva de la información de la Encuesta de Presupuestos Familiares ajustada por consideraciones normativas.
En este sentido, la Dra. Rodríguez señaló que la invitación fue para conocer la opinión sobre cuál sería una canasta saludable de alimentos y su eventual aplicación. “Presentamos los fundamentos para remirar la actual canasta básica de alimentos con una perspectiva de que sea más saludable y más sostenible, que es lo que hoy día se está hablando en muchos países. Por ejemplo, Brasil acaba de sacar por decreto la nueva canasta básica de alimentos, que va a ser saludable y sostenible, la que se inspira en las guías alimentarias poblacionales de su país, misma cuestión que deberíamos hacer nosotros, eliminando, por ejemplo, de esa canasta básica los alimentos ultra procesados, que ya se ha demostrado que son dañinos para la salud de las personas y para la salud del planeta”, detalló.
Por su parte, el profesor Daniel Egaña, académico del Departamento de Atención Primaria y Salud Familiar de la Universidad de Chile, explicó que la canasta básica de alimentos se construye a partir del consumo aparente que entrega la encuesta de presupuestos familiares. “La actual canasta se hizo en 2012 y entre otros problemas que tiene, aparte de estar desactualizada, es que incluye una serie de alimentos para construir este valor/dato económico, que son alimentos no saludables. Entonces, lo que hemos estado haciendo desde GTOP -independiente de esta comisión- es hacer un cálculo de la canasta que estuviera compuesta por alimentos saludables”.
Según explicó el antropólogo, es necesario que la propuesta de nueva canasta sea saludable y cumpla con ciertos criterios, “es decir, que esté acorde a las guías alimentarias de Chile, que esté acorde a la propuesta de la Comisión Lancet para que las dietas sean sostenibles y saludables, pero además que elimine todos aquellos alimentos que tiene el actual cálculo de la canasta y que no son saludables, por ejemplo, tortas o completos”. Por lo mismo, agregó, “nosotros presentamos esta información y, a su vez, argumentamos de por qué era importante que se ocupara una canasta saludable, pues actualmente se mide una línea de la pobreza en que alguien que está sobre ella no tiene el dinero suficiente para proveerse una alimentación saludable y, por lo tanto, aun estando sobre la línea de la pobreza tiene un riesgo basal de malnutrirse y principalmente ser obeso”.
Cambios sociales y económicos de los chilenos
La Comisión Presidencial de Medición de la Pobreza está integrada por 10 expertos y expertas en pobreza, estratificación social y políticas públicas. Esta comisión se encargará de proponer al Presidente Gabriel Boric mejoras en la medición de la pobreza por ingresos y la pobreza multidimensional, considerando los cambios económicos y sociales en Chile. La creación de esta comisión responde a recomendaciones de la última comisión asesora presidencial y busca revisar la metodología utilizada para la Encuesta Casen.
En el marco de este trabajo surgió la idea de invitar a ambos especialistas, una iniciativa que fue valorada la directora de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile. “Los integrantes de la Comisión estaban muy interesados en el tema, hicieron muchas preguntas de cómo podría aplicarse en Chile una canasta de estas características y quedamos vinculados, tanto como GTOP como Escuela de Salud Pública, dispuestos para colaborar en cualquier instancia posterior que requieren en este proceso”.
Egaña añadió, asimismo, que “los integrantes de la Comisión se mostraron muy interesados en esta propuesta, les parece sensato lo que nosotros percibimos y hay un intento por mejorar la medición en el futuro. Desde luego, hay un cierto consenso en que es necesario darle una remirada a la canasta básica de alimentos que actualmente existe y proponer una que sea acorde a los tiempos, ya que ha cambiado el tipo de consumo, pero también que cumpla con estándares de calidad más altos que los que actualmente tiene”, finaliza el académico.