La Rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés, en entrevista con Ramón Ulloa en T13 Radio, se refirió a la situación que se vive dentro del plantel desde el pasado miércoles 15 de mayo. La movilización, que se enmarca dentro de un movimiento global de estudiantes en favor de la causa Palestina, pide que la Casa de Bello rompa relaciones con universidades de Israel. Al respecto, la Rectora Devés señaló que “las universidades son muy importantes, en el sentido de que son muchas veces las últimas instancias de diálogo posible, de diálogo racional”, es por ello, que -reforzó- “romper relaciones con universidades de Israel es acallar las voces disidentes y las voces críticas. Creo que es un grave error y me preocupa que los estudiantes no lo vean así”.
“Hubo, sobre todo en el periodo temprano de la dictadura en Chile, muchas voces internacionales que quisieron romper relaciones con las universidades, especialmente con la Universidad de Chile, la universidad estatal por excelencia, con un rector delegado, que eran militares o de la Fuerza Aérea en su momento. ¿Quién, en el mundo académico internacional, lo podía respetar? Pero tuvieron más visión y dijeron ‘vamos a apoyar a los académicos y las académicas de esas universidades solidariamente, no vamos a cortar relaciones’. Y eso fue clave, porque la Universidad de Chile resistió gracias a la solidaridad internacional, porque la dictadura lo único que quería era destruirnos. Entonces, nuestro apoyo vino de la solidaridad internacional. ¿Cómo es que eso no lo entienden los jóvenes que hoy día están exigiendo que rompamos relaciones con un gobierno que, claramente, nadie respalda?”, contextualizó la Rectora Devés.
En ese contexto, la Rectora se definió como “una académica de la dictadura”. “Muchas veces tuvimos que defender la Universidad del ataque de las fuerzas policiales y de las fuerzas militares con cara pintada y con armamento pesado, en Independencia, en la Facultad de Medicina, donde yo estaba. Y lo que siempre hicimos fue quedarnos. Nunca nos fuimos. Nuestra defensa era estar ahí. No en acampes, por supuesto, que en ese momento no existían, pero tampoco en toma: en el laboratorio, en el trabajo, en el aula. Así nos defendíamos de la dictadura. Entonces, yo lo tengo en el alma, en los huesos, en el cuerpo”, relató.
Sobre el escenario actual en la Casa Central, la máxima autoridad de la Casa de Bello detalló que “tenemos una situación tranquila. La Casa Central está abierta. Lo ha estado todo el tiempo” y que se trata de “un acampe, es decir, hay estudiantes que están en el patio Domeyko de la Casa Central, con algunas carpas, y que también están ocupando uno de nuestros auditorios –una de nuestras salas de reunión más grandes– para pernoctar”.
Durante estas últimas jornadas, la propia Rectora junto a funcionarios han dormido también en la Casa Central, una decisión se tomó no tanto porque exista un riesgo, sino más bien para estar presentes. “Desde el momento en que estamos ahí, la Casa está habitada por quienes son responsables de la Universidad. Yo soy una representante de la Universidad, de toda la Universidad: de los profesores/as, funcionarios, de los estudiantes, y también de los estudiantes que están. Ellos y ellas son mis alumnos, no son personas extrañas. Es un símbolo, por supuesto, pero también es cumplir con el deber de estar siempre presente”.
Así, la Rectora relevó que durante este periodo ha habido un diálogo constante con los estudiantes, espacios encabezados por la Prorrectora Alejandra Mizala, y que estos intercambios “son instancias también de educación”.
"Nunca debe olvidar una Rectora –ni una Prorrectora, en este caso, ni ninguna de las autoridades– que se trata de nuestros estudiantes y, por lo tanto, no podemos tenerles miedo". Por ello, recalcó, "vamos a continuar con el diálogo y con esta relación que estamos teniendo", agregó.
La entrevista completa en video se encuentra disponible a continuación, y la transcripción íntegra adjunta.