A cargo del Observatorio de Educación Médica

Estudiantes presentan investigaciones sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje en la carrera de Medicina

Estudiantes de Medicina analizan experiencia educativa de esta carrera
Ya están en circulación tres boletines del Observatorio de Educación Médica
Ya están en circulación tres boletines del Observatorio de Educación Médica.
Los boletines “constan de un diagnóstico teórico y local de una problemática detectada relacionada con educación médica, investigaciones cuasi-experimentales con diseños mixtos, benchmarking, conclusiones y recomendaciones para mejorar las condiciones. Y, por cierto, se presentan bajo un diseño innovador; todo, creado por nuestro/as estudiantes”, explica el doctor Herrera.
Los boletines “constan de un diagnóstico teórico y local de una problemática detectada relacionada con educación médica, investigaciones cuasi-experimentales con diseños mixtos, benchmarking, conclusiones y recomendaciones para mejorar las condiciones. Y, por cierto, se presentan bajo un diseño innovador; todo, creado por nuestro/as estudiantes”, explica el doctor Herrera.
El logo del Observatorio de Educación Médica
El logo del Observatorio de Educación Médica.
Los estudiantes participantes en en el Observatorio de Educación Médica señalan que esta iniciativa los hace sentir escuchados y con la oportunidad de contribuir a su propia formación y la de sus compañeros.
Los estudiantes participantes en en el Observatorio de Educación Médica señalan que esta iniciativa los hace sentir escuchados y con la oportunidad de contribuir a su propia formación y la de sus compañeros.

Cada boletín muestra investigaciones en profundidad realizadas por equipos de estudiantes de la Escuela de Medicina de la U. de Chile, todos/as integrantes del Observatorio de Educación Médica, parte de la Unidad de Mejoramiento Continuo de la Educación de la carrera, la cual es coordinada por el doctor Álvaro Herrera Alcaíno, especialista en ginecoobstetricia de la Casa de Bello, máster en Educación del Tecnológico de Monterrey y alumno del doctorado en Educación y Sociedad de la Universitat de Barcelona, quien fundó este observatorio a fines de 2022.

Los boletines “constan de un diagnóstico teórico y local de una problemática detectada relacionada con educación médica, investigaciones cuasi-experimentales con diseños mixtos, benchmarking, conclusiones y recomendaciones para mejorar las condiciones. Y, por cierto, se presentan bajo un diseño innovador; todo, creado por nuestro/as estudiantes”, explica el doctor Herrera, quien además es coordinador de séptimo nivel en la Escuela de Medicina.

“Fundé el Observatorio de Educación Médica para realizar investigación en el área de la docencia e impactar positivamente en el proceso de enseñanza aprendizaje que experimentamos. Es un proyecto que involucra a alumnos y docentes y que, mediante investigación aplicada, busca mejorar el ambiente educativo, con participación protagónica del estamento estudiantil. Iniciamos a fines del 2022 de manera informal, y desde el 2023 lo establecimos como programa de ayudantía, trabajando de forma sistemática para lograr los objetivos propuestos”, señala.  

Respecto a los contenidos definidos para investigar, agrega, “de acuerdo a un diagnóstico académico de áreas críticas, solicitamos a los y las estudiantes del Observatorio que votaran por los temas que les parecían más relevantes. Así fue como llegamos a los temas que finalmente se publicaron. En base a las necesidades y motivaciones, investigamos para impactar positivamente en nuestro entorno, promoviendo el aseguramiento de la calidad educativa; esa es la lógica de nuestro observatorio”.

A ello, añade que “para investigar la experiencia educativa de la comunidad educativa es fundamental la dimensión cualitativa. Sin embargo, la dimensión cuantitativa también lo es, por tanto, utilizamos modelos mixtos y design thinking. De acuerdo a la temática, se escogieron las mejores fórmulas. Para eso, fue fundamental la articulación con el Centro de Enseñanza y Aprendizaje, dependiente de la Dirección Académica, con la participación permanente de un maestro de la educación superior, como es el doctor Óscar Jerez, quien dirige el CEA y que también lideró estos proyectos”.

Generar los cambios

Amanda Orellana, Nicolás Lavados, Javiera Valdés y Joaquín López son algunos de los alumnos de esta iniciativa que fueron coautores de estos boletines. Respecto a la participación que el Observatorio les da en términos de su propia formación profesional, Nicolás opina que “pudimos establecer un nexo más directo con nuestra escuela, conocer de mejor manera a nuestro/as docentes y su labor educativa, presentarles nuestras inquietudes académicas y trabajar para mejorar las circunstancias. Lograr establecer ese nivel de nexos y poder investigar, incluso llegando a publicar estudios científicos en docencia, es algo muy beneficioso para nosotro/as. Potenciamos la probabilidad de ser escuchados no solamente en Chile, sino también a nivel de Latinoamérica y el mundo, de tal forma de poder plantear problemáticas importantes y transversales en las carreras de medicina. El empuje que provocó el Observatorio en el ámbito de la docencia médica, también promovió la participación en otras iniciativas a nivel de escuela, como, por ejemplo, los electivos de Educación Médica y de Investigación en Educación Médica”.

Por su parte, Joaquín cuenta que integra esta iniciativa por su interés en contribuir a cambiar lo que cree que debe mejorar. “Durante estos años que he estado en la Universidad, no se nos ha preguntado a los estudiantes si consideramos justas o no las metodologías de evaluación, entre otras cosas. Entonces, participar es no quedarme solamente con decir las cosas, con quejarme, sino que hacer el cambio. Este año me propuse hacer algo, participar, dar mi opinión, investigar sobre el tema y me di cuenta de que ciertas evaluaciones son mejores que otras, ciertos tipos de docencia son mejores que otros. Por ejemplo, dado que el internado es una experiencia súper fuerte, con mucha carga académica y laboral, se propuso y decidió que este 2024 será nuestro tema de investigación. Estos proyectos, que derivan en recomendaciones para la mejora continua, nos beneficiarán directamente en el futuro, porque si con ello podemos facilitar las condiciones para los que hoy o mañana cursan el internado, significa que para cuando nos toque a nosotros/as, vamos a tener una mejor experiencia”.

- ¿Esto devela en ustedes la vocación docente?

Nicolás: Creo que todos los que estamos en el Observatorio tenemos ese interés docente, justamente por las ganas que tenemos de cambiar cómo se están dando las cosas en este momento, en distintas asignaturas, porque siempre se puede hacer mejor y esa es la consigna. En mi caso en particular, por ejemplo, he participado en varias iniciativas de docencia: estuve en el preuniversitario popular Eloísa Díaz en todo mi primer año. Ya en el segundo semestre ingresé al Programa de Ayudantes Docentes, del cual todavía soy parte. Me interesa estar en el tema, me interesa cambiar las cosas, aportar al aprendizaje de mis pares y también al de futuros médicos.

Amanda: Nosotros nos incorporamos cuando estábamos en segundo año y fue desde la motivación de darse cuenta de que, en primer año, vimos algunas cosas que están muy bien hechas y que hay que reforzarlas, y otras que quizás podrían ser mejor, o que no nos favorecían como alumnos/as. Pensamos que quizás las y los profesores no lo saben o no se habían dado cuenta, porque ello/as no son los que están en nuestra vereda. Esta es una instancia en la que podemos ser escuchado/as y participar de forma activa en nuestro proceso educativo, sin necesariamente querer hacer clases, pero sí mejorar la forma en que se enseña.

Dr. Herrera: Los que estamos en el Observatorio y en todas estas instancias de educación médica queremos que estos estudiantes, además de ser nuestros próximos docentes, sean nuestros próximos y próximas líderes. Creemos que poniendo las fichas en ellos/as es donde realmente podemos hacer el cambio. No va a ser en el corto plazo, sino que a mediano y a largo plazo, pero va a ser un cambio duradero, de raíz, que significará tener egresado/as con vocación docente y un camino recorrido en educación médica como disciplina. Creemos que estos jóvenes van a poder impactar con toda esa fuerza propia de la adultez emergente de manera muy potente en distintos niveles. Por supuesto, la idea es que sigan motivado/as con esta disciplina y puedan contribuir a mejorar la experiencia educativa en nuestro país, y quien sabe, en cualquier lugar del mundo. Nuestro/as estudiantes tienen mentes brillantes y tenemos que aprovecharlas para crecer.

- ¿Se sienten escuchados en términos de la investigación y de los datos que están entregando para establecer posibles cambios en docencia?

Joaquín: Yo tengo dos miradas. Una, es que siento que somos observados por académicos importantes, porque cuando dimos a conocer nuestras investigaciones en la Jornada de Educación Médica –realizadas en diciembre de 2023, Jornadas de trabajo en educación médica: modernizando las formas de enseñanza- las presentamos a los encargados de internado y de asignatura, y ellos comentaron que era muy importante lo que estábamos haciendo. Pero, por otra parte, cuando hemos presentado estos temas a nuestros compañeros, algunos se interesan, pero cuando les pedimos ayuda para recolectar algunos datos, por ejemplo, muchos presentaban negativas, señalando que requería mucho tiempo hacerlo. Hay poca participación de parte de los estudiantes en investigación y este trabajo, como yo lo veo, es para ellos también, porque pensamos que hay una deficiencia que se debe mejorar y la única manera de hacerlo es con argumentos sólidos, con insumos cuantitativos o cualitativos sobre qué es lo que podríamos cambiar. Creemos que debe mejorar la participación estudiantil en estas temáticas y colaborar, desde adentro, a mejorar ciertas condiciones relacionadas con educación.

Nicolás: Yo creo que sí somos escuchados. Dirigí el proyecto de “Percepción del Impacto de la Unidad de Evaluación” junto con el profesor Óscar Jerez y lo presentamos en esa jornada. En esa instancia, se nos acercó la doctora María Trinidad Madrid, de Geriatría del Hospital Clínico, para preguntar cómo podía su asignatura formar parte de la Unidad de Evaluación, justamente debido a que le llamó mucho la atención el impacto que puede lograr, y así mejorar el sistema de evaluación que se utiliza en su disciplina. Entonces, yo siento que si un/a docente, o un/a profesora encargada de curso de algún ramo le llama la atención nuestra iniciativa, nuestro boletín y nuestra investigación, y quiere formar parte de lo que estamos exponiendo, para mí con eso ya es suficiente para decir que sí estamos siendo escuchados.

Atractivo diseño

Los boletines cuentan con un innovador diseño gráfico. Al respecto, el doctor Herrera cuenta que “el trabajo del Observatorio fue y es súper flexible. Cuando estábamos armando el manuscrito que queríamos entregar, y estábamos viendo cómo presentar este material, elevamos una postulación, a través del Instagram de la Escuela de Medicina, para que estudiantes con motivaciones artísticas pudieran colaborarnos con su trabajo mediante el diseño de los boletines, con el compromiso de hacerlos parte de nuestra iniciativa. De esta forma llegó Josefa Alfaro, alumna de la carrera de Medicina, quien hizo toda la parte gráfica, dialogando con los intereses de los y las estudiantes investigadores; así trabajaron y decidieron. Cuando me mostraron el resultado, me encantó, lo encontré hermoso y llamativo, e impactante presentar documentos académicos de esa forma, con el fin de poder llegar a más personas. No queríamos publicar los típicos papers. Cabe destacar que lo presentamos al finalizar la Jornada de Educación Médica, donde convocamos a profesores encargados de curso, al Centro de Estudiantes y a la Academia Científica de Estudiantes de Medicina y a todos les fascinó”.

Por último, especto a una posible réplica de este Observatorio de Educación en otras carreras, el doctor Herrera afirma que la Dirección de Pregrado ha mostrado interés de manera informal, así como docentes de distintas escuelas que participan del DECSA. “Están muy atraídos por la idea de generar estos núcleos de investigación en docencia que comienzan y que se viven desde el estudiantado, porque así además estamos más unidos a ellos/as, desde la esencia misma, intentando cambiar las cosas, preocupándonos de hacer diagnósticos precisos, generar cambios y medir su impacto. Creemos que es la forma correcta de hacer las cosas en la academia, por lo tanto, poder reproducirlo es fundamental. Además, es sumamente estratégico para la Universidad, en términos de cohesionar al estamento estudiantil y docente y para tributar a los nuevos criterios de acreditación. Poder decir que tenemos núcleos de investigación en docencia sistematizados, donde participan estudiantes y docentes en cada una de sus carreras, es una tremenda oportunidad para nuestra Facultad de Medicina”.