El trauma complejo se refiere a la exposición prolongada y repetitiva a eventos potencialmente traumáticos, generalmente de naturaleza interpersonal, como abuso físico, emocional o sexual, negligencia y violencia doméstica, que generalmente ocurren en la infancia. A diferencia del trauma simple, que suele ser un evento aislado como un accidente o un desastre natural, el trauma complejo tiene un impacto profundo y duradero en el desarrollo psicológico y emocional de una persona. “Es una sombra persistente que acompaña a muchas personas a lo largo de sus vidas y tiene importantes repercusiones en la psicopatología y los trastornos psiquiátricos”, comenta el Dr. Rodrigo Gillibrand, académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente de la Universidad de Chile.
“Este tipo de trauma afecta la capacidad de un individuo para regular sus emociones, formar relaciones saludables y mantener una autoestima positiva. En muchos casos, los individuos que han experimentado trauma complejo muestran síntomas más severos y persistentes en comparación con aquellos que han sufrido un trauma único”, agrega el Dr. Gillibrand, quien además es presidente de la Asociación Chilena de Estrés Traumático (ACET).
Las repercusiones del trauma complejo son vastas y variadas, señala el psiquiatra. Estas pueden incluir la aparición y desarrollo de trastornos de ansiedad, depresión, trastornos de estrés postraumático (TEPT) y sus variantes más severas son la aparición del Trastornos de Estrés Postraumático Complejo (TEPTc), trastornos disociativos, y trastornos de la personalidad, especialmente el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP).
“La investigación ha mostrado que alrededor del 80% de las personas que presentan un Trastorno Límite de la Personalidad han experimentado algún tipo de evento potencialmente traumático en la infancia. Además, aquellos que presentan un trauma complejo tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas de adicción y comportamientos autodestructivos”, plantea el Dr. Gillibrand.
Estudios internacionales indican que entre el 30% y el 50% de la población ha experimentado algún tipo de trauma en la infancia, y que una pequeña parte de los casos llegan a desarrollar traumas complejos. En términos de psicopatología, se estima que el 50% de los adultos con Trastornos de Estrés Postraumático Complejo han sufrido abusos prolongados durante su niñez. Además, un 90% de las personas con trastornos disociativos reportan antecedentes de trauma infantil severo. “Estos números son alarmantes y subrayan la necesidad de una intervención temprana y efectiva. En Chile, aunque no hay estadísticas exactas, se estima que las cifras son comparables a las internacionales, lo que indica una alta prevalencia de trauma infantil y sus repercusiones a largo plazo”, sostiene el especialista.
Capacitar para mejorar el diagnóstico y abordaje del trauma psíquico
Un estudio desarrollado en el 2006 evidenció que, en Chile, el 39,7% de la población ha experimentado trauma a lo largo de su vida. Esta proporción de personas aumentó substancialmente luego del terremoto del 2010 y tras la pandemia, ya que la demanda por atención de salud mental se incrementó producto del trauma que significó para muchos la confrontación con la muerte de familiares y/o cercanos.
Frente a este escenario y la necesidad de formar a profesionales que estén capacitados para tratar el trauma psíquico en sus diversas manifestaciones, el Dr. Rodrigo Gillibrand, que cuenta con años de experiencia y estudio en el origen y tratamiento de este problema de salud mental, decidió crear el Diploma de Postítulo “Diagnóstico y Tratamiento del Trauma Psíquico”, dictado por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, que ya va en su quinta versión. Hasta la fecha, este programa ha capacitado a más de 250 psicólogos y psiquiatras, tanto de Chile como del extranjero.
Al respecto, el psiquiatra comenta que “la formación especializada que reciben los estudiantes les permite ofrecer intervenciones más efectivas y sensibles al trauma, lo que se traduce en una mejor calidad de vida para los pacientes. Los participantes del diplomado aprenden sobre las últimas investigaciones y técnicas terapéuticas, lo que les permite abordar de manera integral y sensible los complejos problemas asociados con el trauma. Este enfoque no solo mejora la atención clínica, sino que también cambia ciertos paradigmas de la atención, fomenta la resiliencia y el empoderamiento de los pacientes”.
Sin embargo, indica el profesional, aún persisten desafíos significativos en esta área. “Uno de los mayores retos es la falta de acceso a tratamiento especializado, principalmente en comunidades con recursos limitados. Además, el estigma asociado con los trastornos mentales y el trauma complejo puede disuadir a las personas de buscar ayuda. Por ello, es crucial que continuemos trabajando para aumentar la concienciación y reducir el estigma, así como para ampliar el acceso a servicios de salud mental de alta calidad”.
Pero su visión a futuro es optimista. “Creo firmemente que, a través de la educación, la investigación y la colaboración, podemos mejorar significativamente la calidad de vida de aquellas personas afectados por el trauma complejo. Espero ver un aumento en la disponibilidad y accesibilidad de tratamientos especializados en todo el país, así como una mayor concienciación pública sobre la importancia de abordar el trauma infantil y sus repercusiones a largo plazo”, señala el Dr. Rodrigo Gillibrand.
Compartiendo experiencias y nuevas formas de abordaje
Con el objetivo de llegar a un mayor público interesado en conocer y formarse en este tema, el Dr. Rodrigo Gillibrand, presidente de la Asociación de Estrés Traumático (ACET), se encuentra organizando, junto a un sólido comité científico liderado por el Dr. Nicolás Rodríguez, la “VIII Jornada Internacional de Trauma Psíquico”, que se realizará desde el 2 al 5 de octubre de 2024 en el Campus Peñalolén de la Universidad Adolfo Ibáñez. Santiago. Este encuentro, patrocinado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y otras instituciones académicas, no solo ofrecerá una oportunidad única para actualizar conocimientos y compartir investigaciones, sino también para fomentar la colaboración y el intercambio de experiencias entre profesionales de distintas partes.
El programa del evento incluye una serie de actividades y talleres que serán dictados por especialistas en el tema, como las doctoras Bethany Brand y Debra Kaysen, reconocidas investigadores internacionales en el abordaje del trauma psíquico. Además, se desarrollarán simposios sobre psicoterapias basadas en la evidencia para el TEPT, investigaciones nacionales para el tratamiento del estrés traumático, y estrategias terapéuticas culturalmente competentes, entre otros. Asimismo, se presentarán nuevos tratamientos para el estrés traumático, se discutirán las emociones del trauma y se abordarán las intervenciones en trauma infantil y juvenil. También se explorará la co-ocurrencia de trastornos relacionados al estrés traumático con otros trastornos mentales, y se destacará el rol del psicoterapeuta en el tratamiento del trauma.
“El trauma complejo es una cuestión de profunda importancia que requiere atención y acción continuas. Gracias al trabajo incansable de muchos profesionales y organizaciones como la ACET, estamos avanzando hacia un futuro en el que las personas afectadas por el trauma complejo puedan recibir el apoyo y el tratamiento que necesitan para sanar y prosperar. La VIII Jornada Internacional de Trauma Psíquico de la ACET representa una oportunidad invaluable para continuar este importante trabajo, y esperamos que muchos se unan a nosotros en este esfuerzo vital”, finaliza el psiquiatra y líder del encuentro.
Para conocer más sobre la VIII Jornada Internacional de Trauma Psíquico e inscribirse, visita el siguiente enlace.