Tras una primera vuelta sorpresiva en las elecciones parlamentarias de Francia, en la que ganó la extrema derecha liderada por Marine Le Pen y Jordan Bardella, el resultado de este domingo sorprende aún más, luego que la izquierda diera vuelta los comicios y quedara primera, relegando a la Agrupación Nacional (AN) al tercer lugar en unas elecciones que, además, fueron convocadas de manera anticipada por el Presidente Macron luego que AN se impusiera en los comicios de la Unión Europea.
El profesor de la Unidad Académica de Relaciones Internacionales y Políticas Públicas Globales del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, Miguel Ángel López, explica que el Frente Popular, que sacó la mayor cantidad de escaños del parlamento francés, “está integrado por el Partido Socialista, los Ecologistas, el Partido Comunista francés, que logró unirse junto con algunos moderados más de centro, centro derecha, que rechazaban a la extrema derecha francesa. Ellos se unieron y crearon un conglomerado que se llamó el Frente Republicano, que se creó especialmente en esta segunda vuelta para oponerse y bloquear a que la extrema derecha llegue al poder”.
“Todo está vinculado a la creación de un gran conglomerado creado para evitar que el Frente Nacional, el partido de Le Pen, llegue al poder”, detalla el profesor López, quien plantea que para esto “pactaron candidaturas unitarias. Algunos candidatos de centro se bajaron, otros de la izquierda también se bajaron, para unificar el voto y, de esta manera, lograr vencer a la extrema derecha”.
Gilberto Aranda, profesor de la misma unidad académica, añade que “la izquierda ganó la primera mayoría relativa porque tuvo el apoyo del centro, hay que ser bien claro en esto. De no haber llegado a un acuerdo con el centro, la historia podría haber sido bien distinta, tal vez en un segundo lugar, lo más probable, pero no la primera mayoría relativa que fue”.
“Este resultado, tanto el de la izquierda como primera mayoría relativa y el macronismo como segundo, este revés de la ultraderecha que parecía avanzar y que, de hecho, ganó más escaños, pero quedó en tercer lugar, se debe a este acuerdo. El tema es que este acuerdo es electoral y va a ser necesaria una gran habilidad para transformarlo en un acuerdo de gobernabilidad mínimo”, asegura Aranda.
¿Hay temor a la extrema derecha en el poder?
El profesor Aranda sostiene que “la ultraderecha cometió muchos errores no forzados que al final despertaron miedo en la población, particularmente en franceses de doble nacionalidad, en hijos de migrantes, etc.(...) Hay un miedo y los adversarios de la ultraderecha sacan partido también de ese miedo, en otras palabras, lo utilizan en determinadas coyunturas. El miedo es porque se trata de un partido postfascista, derecha radical y populista, que tiene un discurso, si bien se ha abierto en algunos ámbitos, como la diversidad sexual o incluso no es tan firme para exigir la salida de Europa como en antaño, todavía tiene demasiados vicios islamofóbicos, todavía es muy euroescéptico. Para la ultraderecha los mayores enemigos son las instituciones unitarias de Bruselas y el islam”, indica.
Señala, asimismo, que la disputa en que Marien Le Pen se enredó con el futbolista francés Kylian Mbappé, donde lo trató como élite, fue un error. “Cometió un error porque tiene muchos seguidores y, además, decir que se iban a prohibir los cargos públicos de franceses con doble nacionalidad o que se iba a revisar el que los hijos de padres no franceses nacidos en Francia tuvieran la nacionalidad automática, despertó dudas en una parte importante de la población”.
El académico Miguel Ángel López añade que, tras los triunfos de la extrema derecha en las elecciones de la Unión Europa y la primera vuelta francesa, “el temor era muy fuerte, porque generalmente todos los partidos de izquierda tenían mucho apoyo en los sectores más pobres, en los arrabales de París, por ejemplo. Pero muchos de ellos no votaban y lo que lograron fue atraer a mucha gente de la periferia de París, donde generalmente hay mucha tensión y todos ellos acudieron a votar para frenar el reagrupamiento nacional de extrema derecha”.
“Francia generalmente ha sido de centro, centro izquierda, nunca ha sido tanto de derecha. Entonces, realmente sorprendió mucho el resultado en la primera vuelta y frente a eso, claro, vinieron todas las medidas para evitar que la extrema derecha llegue al poder”, concluye López.