Ariadna Biotti, hoy integra el equipo del núcleo patrimonial de la Casa de Bello y su trayectoria comienza en la misma institución al obtener el grado de Licenciada en Historia. Posteriormente, su travesía la lleva a Francia en donde realiza un máster y un doctorado en Historia y Civilizacion en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, y otro doctorado en cotutela con la Universidad de Chile.
Además de estos antecedentes, la profesional cuenta con una gran experiencia en docencia universitaria, investigación, coordinación de proyectos interdisciplinarios, extensión, difusión y puesta en valor del patrimonio histórico cultural por medio de la creación de contenido interpretativo.
Respecto a su labor en la Universidad de Chile, destaca la relevancia de trabajar para una institución pública. “Para mí existe un amor profundo por la Universidad y al mismo tiempo una necesidad de servir y creo que uno encuentra felicidad y realización cuando siente que ese conocimiento puede aportar a la sociedad”, detalló la historiadora.
- ¿Cómo conociste el Archivo Central Andrés Bello?
Llegué a este espacio buscando material sobre la historia de la Universidad de Chile en los años 80. Mucho tiempo después, la subdirectora del Archivo Central Andrés Bello me invitó a venir a investigar y desde ahí en adelante estuve consultando periódicamente los ejemplares que se encuentran aquí para efectos de investigación. El 2014 me incorporé a trabajar a honorarios en el proyecto Artificios, un escenario para el resguardo y difusión del patrimonio cultural, material e inmaterial de la Universidad, principalmente centrado en el campus Juan Gómez Millas.
- ¿Cuál es la labor del Área de Investigación Patrimonial?
Aquí realizamos fundamentalmente el trabajo historiográfico que tiene como objetivo acudir al rescate del patrimonio histórico para fortalecer la Política de Extensión y Vinculación con el Medio de la Universidad de Chile. El Archivo tiene un lugar dentro de la Vicerrectoría de Extensión y Comunicaciones porque contribuye a la actualidad de algún modo u otro. Buscamos desarrollar investigaciones que tengan contingencia y que sirvan para plantear nuevos problemas y respuestas a preguntas que hoy tenemos como sociedad. Eso es lo que se busca, contribuir y otorgar perspectiva a los problemas actuales.
En este momento, estoy trabajando sobre historia de las mujeres en la Universidad y la historia de la extensión en la institución, y realizamos colaboraciones con la Revista Anales de la U. de Chile en el dossier histórico. En el fondo, desde acá tratamos de poner en escena toda la trayectoria de la Universidad de Chile en la contribución al país, de su fuerte anclaje con lo social, de un gran vínculo y de responsabilidad con la comunidad.
- ¿Qué es lo que más te ha interesado de tu trabajo en el Archivo Central Andrés Bello?
A mí en lo personal me fascina todo, no podría decidir qué es lo que más me gusta. Sin embargo, lo que me apasiona es la sorpresa de las cosas, encontrar, buscar y sentir que en el fondo del Archivo hay una institución infinita, o sea, tiene tanta riqueza que uno nunca podrá decir que lo termino de explorar, siempre aparecen cosas nuevas, la misma percepción de uno frente a las cosas va cambiando.
- ¿Cuál consideras que es la labor más importante del Archivo para la comunidad?
Yo creo que es la conservación de los objetos patrimoniales, la preservación de los mismos, de los espacios. En especial, la puesta en valor integral de los objetos, que es un gran círculo, donde juega un papel importante la conservación, el orden archivístico, bibliotecológico, la restauración de la pieza, la investigación y la difusión, todo esto tiene un lugar aquí. Eso, yo creo, que es lo fundamental y lo central del Archivo Central Andrés Bello.
- ¿Cuál consideras que es el valor de tu trabajo en una institución pública?
Yo creo que la importancia del trabajo historiográfico es dar cuenta del presente, es decir, dar cuenta de las preguntas que hoy tenemos e interpelarlas con el pasado, con el descubrimiento, problemáticas que no son nuevas.
Tenemos muchas cosas que pensamos que asaltan en la actualidad y en realidad son problemáticas de largo aliento. La conciencia historiográfica nos brinda esa posibilidad de analizar los fenómenos en perspectiva. Por lo tanto, darles un análisis mayor y en la medida de esa profundidad, para contribuir a lo que es vital en la Universidad de Chile, que es la transformación social. Esto es, hacer una sociedad más justa, trabajar para que las cosas sean mejores, especialmente para los grupos marginados.
- ¿Cómo consideras que el Archivo Central Andrés Bello se ha adecuado a los nuevos desafíos en sus 30 años de historia?
Ha sido una labor permanente de ir actualizándonos, de incorporar nuevas perspectivas, métodos de trabajo, buscar la forma de dialogar en conjunto y de generar una labor interdisciplinaria. Yo creo que ahí está la clave, de cómo podemos seguir avanzando en mejorar esa labor en conjunto al adaptar e integrar nuevas disciplinas a nuestra perspectiva de análisis. Mientras más interdisciplinario sea el trabajo mayor riqueza va a tener.
- ¿Qué hace especial al Archivo Central Andrés Bello frente a otros con los que has interactuado?
Desde que conocí el Archivo fue maravilloso porque había un montón de cosas que no estaban en otros espacios, o si estaban, no te las pasaban. Por ejemplo, había un libro que yo buscaba y solo me lo pasaban en el microfilm y yo no quería eso, yo quería tocar el ejemplar, leerlo en formato físico, entonces aquí estaba y me lo prestaron.
Yo creo que este es un archivo importante porque el Estado y la Universidad de Chile son entidades indisociables en su historia hasta el año 1981 y la dictadura militar intentó desligarnos del país, pero solo fue un intento, porque nosotros seguimos siendo una institución fundamentalmente estatal y con una misión de país que cumplir y creo que eso está en nuestra esencia.
- ¿Cuál consideras que ha sido el trabajo más significativo en cuanto a investigación que has realizado aquí?
Sentí una realización muy importante cuando colaboramos en el trabajo de Titulaciones Póstumas, que significó la identificación de los estudiantes detenidos, desaparecidos y ejecutados en dictadura. A través de los Informes de Verdad y Reconciliación y de la búsqueda de ellos dentro de la Universidad. Eso significó ir a otras unidades para buscar sus registros de matrícula, este proceso contempló todo un rescate histórico a la vida de ellos.
- ¿Consideras que trabajar en la Universidad de Chile ha consolidado tu carrera?
Totalmente, yo vivía afuera, pero siempre estando en la Universidad. Yo creo que es un aprendizaje permanente, estar en esta institución es un desafío constante, hay que estar siempre estudiando, ir buscando cosas, es un aprendizaje eterno.
Para mí existe un amor profundo por la Universidad de Chile y al mismo tiempo una necesidad de servir y creo que uno encuentra felicidad y realización cuando siente que ese conocimiento puede aportar a la sociedad.
- ¿Qué invitación le harías a futuros investigadores e investigadoras para que se acerquen al Archivo?
Los invitaría a descubrir y fascinarse con las piezas que están, venir a explorar porque aquí hay mucho que decir en las distintas áreas del conocimiento. En este espacio está preservada la historia de cómo se ha trabajado en la Universidad. El desarrollo que tiene disciplinar se encuentra aquí en sus vestigios.