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Samuel Valdebenito, gerente técnico de Veterquimica: “Chile es un escenario interesante para poder producir vacunas”

Samuel Valdebenito, gerente técnico de Veterquimica

A Samuel Valdebenito siempre le ha encantado la ciencia. Desde el colegio se ha preguntado por todas las cosas que lo rodean como el aire, la materia y los seres vivos, según cuenta. La química era lo suyo. Es por eso por lo que a principios de los años 80 ingresó a estudiar la licenciatura en la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile.

“Es una facultad muy formal, con excelentes profesores y con excelentes maestros. Recuerdo que la carrera fue difícil al principio, pero después le tomé el ritmo”, comenta. En sus días de estudiante fue discípulo de los profesores Mario Caiozzi Hugo Zunino, a los cuales le ayudaba realizando trabajos de asistente en laboratorios que lo llevaron a Veterquimica, una empresa chilena de farmacología veterinaria fundada en 1969 por egresados de la Universidad de Chile, la cual se dedica a la investigación, desarrollo, producción y comercialización de medicamentos y vacunas para animales y peces.

“Cuando partí me pregunté sobre qué podía hacer un químico acá en una compañía farmacéutica veterinaria. La verdad es que muchísimo. Hay un campo enorme y hay varios químicos de la Facultad de Ciencias Químicas que trabajan en la empresa”, explica el actual gerente técnico. Toda el área de la analítica animal, estudio y producción de vacunas y fármacos necesita un equipo multidisciplinario independiente si se dedica exclusivamente al mercado veterinario.

“Químicos farmacéuticos, médicos, veterinarios, biólogos e ingenieros, todos tenemos un espacio porque todo lo que es lo que es producción animal involucra muchos conceptos que se aprenden en la carrera”, comenta. 

Veterquímica ha sido pionera en el mercado nacional de ciencia. Valdebenito ha liderado la confección de productos para el control de bacterias en salmónidos, productos de nutrición e higiene, antibióticos inyectables para cerdos, equinos, rumiantes, aves y mascotas, entre otros. Ejemplo de esto, se destaca la vacuna IPE-VAC que ayudó a combatir la necrosis pancreática infecciosa que afectaba a los salmones chilenos a principio de los años 90.

El químico se ha mantenido fiel a la empresa que lo recibió cuando egresó de la Universidad de Chile en 1986, incluso cuando era aún estudiante del licenciado desarrolló su tesis de titulación conjunto al Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Veterquimica, donde conoció al fundador Luis Arrieta. En 2007 asume la gerencia de Investigación y Desarrollo en la que “ha podido dar un salto crucial para adecuarse a las normativas y regulaciones modernas”, según cuenta. Hasta la fecha lleva 38 años trabajando en la empresa.

El alumni cuenta con un máster en innovación empresarial de la Universidad de Barcelona. Además, ha colaborado en diversas investigaciones científicas publicadas como el descubrimiento de un brote de la enfermedad fresa en truchas arcoíris del sur de Chile, y el estudio de la vida intracelular de la bacteria piscirickettsia presente en salmónidos, la cual causa una infección sistémica en los órganos del espécimen provocando una alta mortalidad y serias pérdidas económicas en la industria de la salmonicultura. La compañía ha desarrollado hasta la fecha más de 12 vacunas centradas en peces.

Actualmente los productos de Veterquimica están presente en distintos países de Latinoamérica como Perú, Ecuador, Colombia, Paraguay y Costa Rica. En Bolivia tienen una propia planta de producción: “La industria farmacéutica veterinaria se ha caracterizado por ir globalizándose en los últimos años y acá en nuestro país hacemos un trabajo bien completo”.

Valdebenito se siente orgulloso del desarrollo que ha podido alcanzar Chile en la elaboración de fármacos en suelo nacional. Si bien reconoce que el país no es un mercado tan grande comparado con otros de la región, Veterquimica no tienen nada que envidiarles a transnacionales famosas del rubro: “Nos especializamos en la comercialización de estos productos biológicos y han tenido excelentes resultados y performance. Yo diría que somos los únicos en Chile que hacemos vacunas para animales y estas compiten perfectamente en calidad con inyectables elaborados en el hemisferio norte”, destaca.

También se ha interesado en que la producción de estos productos se haga en Chile, reemplazando los importados del extranjero. Aquello fue una de sus motivaciones cuando comenzó su carrera profesional: “Le da una riqueza enorme a nuestro país, porque es una oportunidad para que nuestros profesionales recién egresados conozcan una materia tan innovadora como la confección de vacunas, la cual se puso muy de moda durante la pandemia del COVID, y que esa tecnología y conocimientos estén disponibles en nuestro país”.

Con respecto a los incentivos que presenta el mercado chileno para la consolidación de la industria científica, el gobierno chileno ofrece créditos fiscales a las empresas que invierten en investigación y desarrollo. Esto permite a las empresas deducir un porcentaje de sus gastos en I+D de sus impuestos. Además, existen diversas fuentes de financiamiento a través de concursos públicos y privados, como los proporcionados por CORFO que apoya proyectos de tecnología y ciencia.

Frente a esto, Valdebenito es optimista. Él opina lo siguiente: “Chile es un escenario interesante para poder producir vacunas en general, no solamente para animales. Ese conocimiento ya está acá.  Hay muchos emprendedores que están buscando hacer desarrollo y en Chile hay una excelente preparación de profesionales. Aunque seamos un país relativamente pequeño, ojalá este tremendo trabajo que hacemos se pueda multiplicar en muchas más compañías y que podamos exportar productos de mayor valor agregado al mundo”, reflexiona.