Innovación en prevención sísmica

Chile fortalece su capacidad de respuesta ante tsunamis con la instalación de sirenas costeras

Nuevo sistema de alerta de tsunamis con sirenas reforzará la seguridad
La creación del Sistema de Alerta de Tsunamis busca implementar un procedimiento de alerta, notificación de los eventuales riesgos y procesos de evacuación de tsunamis, por medio de la instalación de sirenas alrededor del borde costero.
La creación del Sistema de Alerta de Tsunamis busca implementar un procedimiento de alerta, notificación de los eventuales riesgos y procesos de evacuación, por medio de la instalación de sirenas alrededor del borde costero.
Con su extensa costa, y gracias a la ubicación geográfica, Chile ha experimentado a lo largo de su historia grandes tsunamis, como el ocurrido en Valdivia en 1960 y el del 27 de febrero de 2010 en la zona centro - sur.
Chile ha experimentado a lo largo de su historia grandes tsunamis, como el ocurrido en Valdivia en 1960 y el del 27 de febrero de 2010 en la zona centro - sur.
El director del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos, manifestó que desde la implementación de las redes integrales de observación sísmica en el país -que culminó a mediados de la década pasada- el sistema ha funcionado adecuadamente para aquellos eventos que, debido a su magnitud, son capaces de originar un potencial tsunami.
El director del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos, manifiesta que desde la implementación de las redes integrales de observación sísmica en el país -que culminó a mediados de la década pasada- el sistema ha funcionado adecuadamente para aquellos eventos que, debido a su magnitud, son capaces de originar un potencial tsunami.
El investigador del Programa Riesgo Sísmico de la Universidad de Chile, Mauricio Fuentes pronunció que “Aún quedan detalles por esclarecer, pero el sistema de notificación es parte crucial de la cadena de operaciones de un sistema de alerta, y cualquier fortalecimiento en uno de sus eslabones es una mejora al sistema completo".
El investigador del Programa Riesgo Sísmico de la Universidad de Chile, Mauricio Fuentes, dice que “aún quedan detalles por esclarecer, pero el sistema de notificación es parte crucial de la cadena de operaciones de un sistema de alerta, y cualquier fortalecimiento en uno de sus eslabones es una mejora al sistema completo".
La investigadora del Departamento de Geología U. de Chile, Valentina Flores expresó que es importante que el sistema venga acompañado de un mejoramiento del sistema de monitoreo de boyas de la Armada de Chile en alta mar disponible a la fecha.
La investigadora del Departamento de Geología U. de Chile, Valentina Flores, expresa que "es importante que el sistema venga acompañado de un mejoramiento del sistema de monitoreo de boyas de la Armada de Chile en alta mar disponible a la fecha".

Los tsunamis son uno de los fenómenos físicos más desastrosos y complejos de la naturaleza. Pueden causar pérdidas de vidas humanas y daños en los asentamientos y territorios. Han ocurrido enormes destrucciones en asentamientos costeros a lo largo del mundo y nuestro país no ha sido la excepción. Con su extensa costa, y gracias a la ubicación geográfica, Chile ha experimentado a lo largo de su historia grandes tsunamis, como el ocurrido en Valdivia en 1960 y el del 27 de febrero de 2010 en la zona centro - sur.

Actualmente el proceso de detección de alerta tiene varias etapas, y requiere de un trabajo conjunto de diferentes instituciones. El primer actor involucrado es el Centro Sismológico Nacional de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemática de la Universidad de Chile, quien se encarga de entregar información sobre la actividad sísmica que ocurra en el país.

Para ello cuenta con instrumentos de detección de movimientos sísmicos distribuidos a lo largo del territorio nacional, los que envían sus señales a un centro de análisis donde se realiza el proceso y diseminación oportuna de la información -en menos de 5 minutos- tanto al Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED), como al Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), siguiendo los acuerdos establecidos en el Protocolo de Actuación Conjunta.  

Luego de ello, estos dos últimos, bajo protocolos propios, evalúan las características técnicas del tsunami. Es en esta etapa cuando se deciden y definen los criterios del fenómeno natural, para finalmente comunicarlo a la población. 

El director del Centro Sismológico Nacional, Sergio Barrientos, dice que desde la implementación de las redes integrales de observación sísmica en el país -que culminó a mediados de la década pasada- el sistema ha funcionado adecuadamente para aquellos eventos que, debido a su magnitud, son capaces de originar un potencial tsunami.

Proyecto pionero en prevención sísmica

La creación del Sistema de Alerta de Tsunamis busca implementar un procedimiento de alerta, notificación de los eventuales riesgos y procesos de evacuación de tsunamis, por medio de la instalación de sirenas alrededor del borde costero.

La iniciativa fue presentada por la empresa española Dominion Global el año 2017, quienes expusieron los antecedentes para el posterior diseño en nuestro país, y que fue declarada de interés público en marzo de 2018. 

Esto permitirá a Senapred alertar a la población que se encuentre en las zonas de riesgo ante un eventual fenómeno natural. Las sirenas están equipadas con cámaras y estaciones meteorológicas, además incluye un sistema de comunicación redundante y centros de control a nivel regional y central.

Respecto a esto, Barrientos agregó además que “Este nuevo Sistema de Alerta se considera como un complemento a los sistemas de notificación que dispone el SENAPRED para hacer llegar oportunamente la información a la población, e impactar positivamente el funcionamiento conjunto de las instituciones encargadas de las emergencias nacionales”.

De igual manera la investigadora del Departamento de Geología U. de Chile, Valentina Flores, expresa que, si bien el sistema anunciado es “valorable”, porque podrá despachar información inmediata a la ciudadanía para una rápida toma de decisiones de evacuación, es importante que venga acompañado de un mejoramiento del sistema de monitoreo de boyas de la Armada de Chile en alta mar disponible a la fecha.

El proyecto viene a enriquecer la red que ya existe en nuestro país, como el Sistema de Alerta de Emergencia (SAE) que llega a los dispositivos móviles tras una emergencia, el Sistema ABC de las ambulancias, bomberos y carabineros; y el rol de las diferentes instituciones nacionales a cargo de procesar la información y definir las características del eventual terremoto o tsunami.

Se busca extender a todas las regiones de nuestro país, y se espera instalar entre 850 a mil sirenas a lo largo del borde costero en las zonas de riesgo definidas por Senapred.

El investigador del Programa Riesgo Sísmico de la Universidad de Chile, Mauricio Fuentes, dice que “aún quedan detalles por esclarecer, pero el sistema de notificación es parte crucial de la cadena de operaciones de un sistema de alerta, y cualquier fortalecimiento en uno de sus eslabones es una mejora al sistema completo. Esto representa un avance en una de las áreas más importantes, que es comunicar a la población la amenaza, lo que se integra a la actual red, incrementando el número de estos dispositivos”.

Por otro lado, Pablo Heresi, académico del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Chile, argumenta que “estas torres deben ubicarse a lo largo de todo el borde costero, con alta redundancia en los lugares más poblados y con más turismo. Además, deben tener acceso a electricidad, ya sea a través de la red o con generadores propios en caso de que se caiga la red eléctrica. Asimismo, su diseño debe resistir totalmente sin daños ante posibles terremotos, ya que una alarma destruida no será capaz de alertar a la población. Finalmente, es necesario un mantenimiento continuo, con el fin de garantizar su operatividad al momento del tsunami”.

Además, el profesor añade que la licitación apunta directamente hacia allá, entregando una concesión a 20 años, tanto para la construcción como para el mantenimiento del sistema de alerta.