Es importante aclarar que tanto hombres como mujeres tenemos andrógenos y estrógenos. En los hombres predominan los andrógenos y las mujeres los estrógenos, pero hay ciertas patologías que producen este aumento excesivo, ya sea total o relativo, de hormonas predominantemente masculinas en las mujeres. La prevalencia a nivel mundial de hiperandrogenismo se estima entre un 4% y 7% de la población femenina.
La causa más frecuente de hiperandrogenismo en la mujer es el síndrome de ovario poliquístico, donde hay fundamentalmente un exceso de producción de andrógenos a nivel ovárico, y que se asocia frecuentemente a exceso de peso y resistencia a la insulina, condiciones que pueden exacerbar aún más las manifestaciones del hiperandrogenismo. Además, existen otras causas de exceso de producción de andrógenos como las hiperplasias suprarrenales congénitas, sospecha de causas tumorales e hipertecosis ovárica, que se estudian dirigidamente, según la sospecha clínica.
¿Por qué el hiperandrogenismo ha sido noticia en los Juegos Olímpicos París 2024?
Las boxeadoras Imane Khelif de Argelia y Lin Yu-Ting de Taiwán (o China Taipéi) han competido en la cita olímpica, accediendo a instancias decisivas por las ansiadas medallas. Ambas púgiles han derrotado a sus adversarias dentro de los primeros rounds o asaltos. Tanto la boxeadora africana como la asiática acusaron ser discriminadas por su apariencia física “masculina” al padecer hiperandrogenismo, condición que según la Dra. Cid, “conceptualmente podría traer ventajas en el rendimiento de una atleta en comparación con otras mujeres que no la tienen”. Al mismo tiempo, la especialista aclara que no conoce los niveles exactos de las hormonas de ambas deportistas para esclarecer aún más esta incógnita.
Lo cierto es que el Comité Olímpico Internacional (COI) ha respaldado la participación de las boxeadoras en el evento de los cinco anillos. El aumento de testosterona de forma artificial es lo que se considera como doping, lo cual derivaría en una descalificación de la performance de un atleta. Pero en el caso de Khelif y Yu-Ting, el incremento en dicho andrógeno no ha sido intencional, sino más bien se trata de una alteración hormonal no planificada.
“Es un tema controversial, porque la testosterona es una hormona que favorece el desarrollo de masa muscular y ósea, la producción de glóbulos rojos, facilitando el transporte de oxígeno; se asocia a un nivel mayor de energía y vigor si existe un alza exagerada de los andrógenos”, complementa la Dra. Cid.
El hiperandrogenismo no está conectado con pertenecer a alguna diversidad sexual
Tanto Khalif como Yu-Ting son mujeres cisgénero, es decir, su sexo está alineado con su género. Son mujeres y se sienten como tal. El hecho de padecer hiperandrogenismo no está relacionado con pertenecer a la diversidad sexual, sino que está vinculado exclusivamente a una alteración fisiológica que deriva en un aumento de hormonas masculinas de manera significativa e involuntaria.
¿Cómo se diagnostica el hiperandrogenismo?
La Dra. Cid explica: “Conocer la historia del paciente y el examen físico son fundamentales para orientar la causa. Las mujeres suelen acudir a la consulta porque tienen exceso de vellos en lugares donde generalmente una mujer no debiese tener, como en la cara, abdomen, muslos, brazos; también se puede asociar a exceso de acné, alopecia (caída del pelo) en un patrón más bien masculino, es decir, con más entradas; en los casos más extremos, desarrollo de masa muscular, aumento de libido entre otras. Frecuentemente se afecta la regularidad menstrual”. La especialista añadió que “en base a lo mencionado, se solicitan exámenes hormonales, en los que fundamentalmente se miden andrógenos como la testosterona y otros tipos; y además se evalúa la parte metabólica y según esto se determina mayor estudio”.
Tratamiento
El tratamiento que se puede ofrecer a una paciente con hiperandrogenismo depende de la causa. Si es de etiología tumoral, el tratamiento es quirúrgico; pero el origen más frecuente es el síndrome de ovario poliquístico, asociado frecuentemente a resistencia a la insulina y a exceso de peso. La endocrinóloga señala: “Nosotros tratamos la parte que llamamos metabólica. Es muy importante cuidar el peso, la dieta y el ejercicio como un mecanismo de manejar esta resistencia a la insulina, porque la insulina también tiene efectos a nivel ovárico, en generar exceso de hormonas, entonces los cambios en los estilos de vida son de gran relevancia”.
Agregó que el tratamiento de los síntomas del hiperandrogenismo "va a depender de la etapa de vida de la mujer, pero en general se pueden controlar con ciertos tipos de anticonceptivos orales o con tratamientos complementarios a los que van a ir dirigida la producción de hormona a nivel del folículo pilosebáceo, en caso del hirsutismo (aumento de vellos)”.
¿Qué consecuencias puede generar el hiperandrogenismo si no se trata?
“Puede tener repercusiones a nivel reproductivo en el ciclo menstrual, ya que favorecen la anovulación crónica. Además, se puede asociar a estas alteraciones metabólicas como resistencia a la insulina. Generalmente, en casos en que los niveles de andrógenos no están tan elevados, la causa puede obedecer a un síndrome de ovario poliquístico o hiperplasia suprarrenal congénita. Cuando los niveles están muy elevados, pueden ser de causa tumoral y eso se debe investigar y probablemente se requiere operar. Pero el impacto más considerable del hiperandrogenismo es en la parte reproductiva. También es muy importante el aspecto psicológico, en términos de la apariencia como el exceso de vello, el acné o la parte reproductiva que pueden tener repercusiones importantes a nivel del ánimo de una mujer”, cerró la especialista.