El pasado lunes 26 de agosto se llevó a cabo el Taller “Sacar la Voz” Corporalidades y Voz para Científicas, dirigido a todas las mujeres de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas. Esta segunda versión del taller, creado en la Facultad de Ciencias, buscó explorar la conexión entre pensamiento y corporalidad, a partir de la exploración de la voz, la expresión corporal y la construcción de relatos escritos.
El taller vivencial se originó tras la recopilación de testimonios de estudiantes de pregrado por la coordinadora docente de la carrera de Pedagogía en Enseñanza Media en Matemática y Física, Leslie Jiménez, y por Beatriz Barra Ortiz, coordinadora de Ecosistemas y Género de Ciencia 2030, quienes evidenciaron las dificultades que afrontan estudiantes a la hora de exponer en público.
“Estudiantes habían manifestado que les daba mucha vergüenza hablar en público, tenían miedo de sacar la voz cuando querían plantear algo o tenían una visión crítica con respecto a algún tema y, en ese contexto, ella nos propone poder realizar en la Facultad de Ciencias un taller donde podamos reunirnos, encontrarnos para reflexionar, pero no solo desde la conciencia, sino a través del cuerpo, qué es lo que nos pasa con nuestra voz, con nuestro cuerpo, cuando nos toca enfrentar una situación como una exposición, un trabajo o en definitiva presentar nuestra opinión y posición”, asevera Beatriz Barra.
Estas percepciones fueron recogidas por la artista escénica y académica del Departamento de Danza de la Facultad de Artes, Prof. Yasna Lepe Saldías, en conjunto con la Prof. Ana Arévalo Vera, académica del Departamento de Estudios Pedagógicos (DEP) de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile. Ambas gestaron el taller práctico bajo el ímpetu por descubrir historias invisibilizadas e interpeladas, mediante la corporalidad y nuevas narrativas desde la escritura.
El taller se dividió en tres secciones: sensibilización corporal, voz escrita y cuerpo. La primera parte de la actividad fue conducida por Yasna Lepe, quien pidió a las asistentes caminar por la sala, concientizando sobre el ritmo corporal, tiempo y espacio. “Vamos a trabajar caminando en distintas direcciones y observando a mi compañera que está compartiendo este espacio, vamos a acelerar la caminata y haremos conexión visual con mi compañera, reconociéndonos, a tomar conciencia de que es nuestro cuerpo, nuestra presencia en el mundo”, expresó Yasna.
Ana Arévalo, por su parte, lideró la construcción de relatos e historias de vida. El ejercicio consistió en que las participantes escribieran una experiencia con profesores/as que marcaron un período importante de sus vidas, resultando en la apertura emocional e íntima de las asistentes: “El lenguaje escrito es un gran logro de la humanidad, nos permite grandes cosas, crear y transformar mundos e historias”, manifiesta la académica.
El taller finalizó con las instrucciones de Yasna Lepe: ejercicios de respiración, impronta vocal y danza, promoviendo en todo momento el bienestar emocional, la autoestima y la seguridad de las mujeres presentes.
“Estoy muy contenta de haber participado y trabajado como mediadora y pedagoga en este taller de sacar la voz con compañeras de ciencias, estudiantes, trabajadoras y académicas. Creo que son instancias de aprendizaje mutuo súper importantes que se deben proteger, promover y también proyectar. La idea es seguir trabajando juntas e independientemente a las facultades o a los Campus en donde trabajamos, buscar esos espacios de encuentros es necesario”, declara la coreógrafa.
La actividad concluyó en un coffee break que estimuló el vínculo entre estudiantes, funcionarias, académicas y expositoras de la jornada.
“Me sentí muy cómoda, muy contenta de ver la participación de estudiantes, funcionarias, profesoras de acá de la Facultad. Contenta que se vayan materializando actividades o acciones que estamos haciendo en sinergia con la Oficina de Género. Yo creo que eso es súper importante y que participen en este tipo de instancias tan relevantes para nuestro desarrollo y bienestar dentro de la Universidad”, finaliza Beatriz Barra.